Miguel Hurtado, en cambio, celebra que la CEE "mueva ficha" Infancia Robada cuestiona que Cremades lleve la auditoría de la Iglesia: "Meter al zorro en el gallinero no es la solución"

"Es hora de verdad, justicia, reparación y acompañamiento. Meter al zorro en el gallinero desde luego no es la solución". La asociación Infancia Robada ha acogido con "incredulidad e indignación" la noticia de la contrata de auditoría externa que la jerarquía eclesiástica va a firmar con el despacho Cremades&Calvo Sotelo, apuntando a su vinculación con el Opus Dei.

La institución ha lamentado que la jerarquía eclesiástica "vuelve a ofender a las víctimas vendiendo algo que no es".

"Vemos con indignación cómo la jerarquía eclesiástica demuestra no tener voluntad de reparación, de asumir responsabilidades y depurarlas", señala a Efe, que pide a la sociedad civil y a los poderes públicos "que se hagan fuertes en la barricada contra este tipo de decisiones que dejan a las claras la absoluta negación y minimización".

Es hora de que las víctimas de pederastia sepan que no están solas. Que los delitos perpetrados tienen consecuencias y secuelas que van a ser reparadas y reconocidas por todos. Que la iglesia va a colaborar en su investigación. Que la impunidad será quebrada. Lo merecen. pic.twitter.com/Q0nxyvtZL4

— Juan Cuatrecasas Asúa🔛/♥️ (@CuatrecasasJuan) February 21, 2022

Considera que es hora de poner al frente de una auditoría externa a personas con experiencia probada en estos temas que reúnan los parámetros exigibles de independencia y transparencia y la voz de las víctimas.

Por su parte, Miguel Ángel Hurtado, víctima de abusos en la Iglesia, ha advertido este lunes de que el hecho de que la Conferencia Episcopal "por fin mueva ficha" y encargue una auditoría sobre las denuncias de pederastia, no exime al Estado de su obligación de llevar a cabo una investigación oficial sobre estos hechos.

En declaraciones a Efe tras conocer la decisión de la Conferencia Episcopal Española (CEE) de encargar al despacho de abogados Cremades & Calvo Sotelo una auditoría independiente, Hurtado ha subrayado que el Estado tiene la "obligación" de garantizar que las instituciones que trabajan con niños son espacios seguros y tiene que aportar un modelo oficial de investigación de casos de abusos en el pasado.

"El hecho de que la CEE, con 3 ó 4 años de retraso, por fin mueva ficha, no disminuye la necesidad de que el Estado actúe potenciando una investigación oficial por una sencilla razón, los abusos sexuales no sólo pasan en la Iglesia católica, sino que también ocurren en otras instituciones", indica Hurtado.

Y explica que "si se da el privilegio a la Iglesia de investigarse a sí misma y decidir cuál es la manera apropiada de afrontar los casos, ese privilegio se tendrá que otorgar también a otras instituciones afectadas por abusos como el mundo del deporte o los Testigos de Jehová".

Cada obispo es autónomo

Hurtado, que sufrió abusos sexuales por parte de un monje de la abadía de Montserrat (Barcelona) cuando tenía 16 años, espera a comprobar cómo de efectiva será esta auditoría y advierte de que cada obispo es autónomo en su diócesis y puede decidir si quiere participar o no en ella.

Además, recuerda que las órdenes religiosas -que son las que gestionan los colegios en los que han tenido lugar la mayoría de los abusos a menores- no dependen de la CEE y no han dicho si se van a sumar o no a esta auditoría.

El ejemplo de Munich

Indica, no obstante, que hay varios ejemplos de investigaciones realizadas por despachos de abogados que han funcionado muy bien, como la encargada por la Archidiócesis de Munich, que investigó los casos de abusos en esta diócesis durante 50 años y que fue "tan independiente que no le tembló la mano para decir que la evidencia demostraba que Benedicto XVI había encubierto casos de abusos sexuales".

"Es el ejemplo más claro de una buena investigación externa por un despacho de abogados que no tiene como objetivo blanquear una institución, sino esclarecer los hechos y depurar responsabilidades", ha afirmado.