El arzobispo, entrevistado por un cura argentino, hijo de un criminal de la dictadura de Videla Jesús Sanz advierte que comunistas, marxistas y masones quieren "arrasar" la España católica

Jesús Sanz, con Javier Olivera
Jesús Sanz, con Javier Olivera

El padre Javier Olivera es un cura argentino, hijo de un militar miembro de la dictadura de Videla, condenado por crímenes contra la humanidad, y conocido como 'el Carnicero de San Juan'

"Ellos quieren arrasar. ¿Quiénes son ellos? La nomenclatura en la que nos movemos es el Nuevo Orden Mundial y las ideologías que son como sus tentáculos. La pretensión comunista, marxista, la pretensión masónica, no están al margen de esta andanada que pretende erradicar, hacer tabla rasa, en la historia de un pueblo que tanto ha dado como España", afirma el arzobispo de Oviedo

"Han reducido la fe a ecologismo, a cambio climático, a un feminismo mal entendido y peor practicado, a un pacifismo o a un indigenismo"

"Estamos en el punto de mira. En cuanto encuentran un posible resquicio, por ahí te disparan e intentan hundirte", finalizó Sanz, quien admitió la necesidad de pedir perdón, pero "sin pasarnos y sin estar todo el tiempo diciendo me rasgo las vestiduras, me vuelvo a flagelar"

El padre Javier Olivera es un cura argentino, hijo de un militar miembro de la dictadura de Videla, condenado por crímenes contra la humanidad, y conocido como 'el Carnicero de San Juan'. Desde hace años, además, trabaja, a través de las redes, contra las 'veleidades progresistas' de la Iglesia del Papa Bergoglio.

La pasada semana estuvo en España, y aprovechó para encontrarse, entre otros, con el portavoz de VOX, Jorge Buxadé, en la catedral de Toledo; para dar charlas a grupos tradicionalistas en Barcelona (convenientemente publicitadas por medios ultra); y para entrevistar al arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz. Dios los cría...

En la entrevista, colgada en su canal de Youtube, Sanz se siente a gusto, y habla, con total libertad. Contra todo y contra todos. Contra el "feminismo reaccionario", las "políticas anticristianas" y, cómo no, a los adalides del "Nuevo Orden Mundial". ¿Quiénes son? 

Sanz lo deja claro: "Ellos quieren arrasar. ¿Quiénes son ellos? La nomenclatura en la que nos movemos es el Nuevo Orden Mundial y las ideologías que son como sus tentáculos. La pretensión comunista, marxista, la pretensión masónica, no están al margen de esta andanada que pretende erradicar, hacer tabla rasa, en la historia de un pueblo que tanto ha dado como España".

"Alimañas" que nos quieren quitar a los jóvenes

"Cuando periodistas me dicen 'usted se mete en política', yo digo que sí, y además pienso seguir metiéndome en política", apunta el arzobispo de Oviedo en su conversación con el hijo del 'carnicero de San Juan'. Y metiéndose con todos: los que "han reducido la fe a ecologismo, a cambio climático, a un feminismo mal entendido y peor practicado, a un pacifismo o a un indigenismo". Por cierto, citando únicamente a Benedicto XVI y a Juan Pablo II. Bergoglio, para Sanz, ni siquiera existe. "Estamos al riesgo de cualquier alimaña que nos quiere arrebatar a los jóvenes".

Sobre los abusos, el prelado lamentó que obispos y sacerdotes "estamos en el punto de mira". Pese a reconocer que un solo caso "escandaliza y provoca dolor", Sanz repitió el mantra de que sólo hay un 0,2% de casos que corresponden al ámbito eclesiástico (en realidad, se habla de clero, pero esta es otra discusión). "Con la ocasión terrible y tristísima de ese 0,2%, se está acorralando a la Iglesia y queriendo quitarle autoridad moral, que es lo que en el fondo les molesta", lamentó Sanz, criticando el "acoso LGTBIQ", movimiento que definió como "sopa de letras". Por cierto, que no dice nada del título del 'programa' del cura argentino: QNTLC (Que no te la Cuenten).

"Estamos en el punto de mira. En cuanto encuentran un posible resquicio, por ahí te disparan e intentan hundirte", finalizó Sanz, quien admitió la necesidad de pedir perdón, pero "sin pasarnos y sin estar todo el tiempo diciendo me rasgo las vestiduras, me vuelvo a flagelar".

Si quieren gastar 48 minutos de su tiempo en escuchar el diálogo entre el arzobispo y el sacerdote hijo del 'carnicero de San Juan', aquí tiene la entrevista.

Primero, Religión Digital

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