Sólo el 10% de los participantes en el Sínodo en España son jóvenes Los jóvenes españoles creen más en Tik Tok que en los curas
"Aunque la Iglesia haya hecho este esfuerzo de escucha activa con esta convocatoria sinodal, se ha llegado ya muy tarde, porque hace ya años que los jóvenes no se sienten escuchados por la Iglesia", afirma el sociólogo Juan González-Anleo
"Para casi el 75% de los jóvenes españolesa, a día de hoy la religión es nada o poco importante. Y únicamente el 3,9% cree que en las iglesias se dicen cosas importantes"
El entusiasmo que la convocatoria sinodal de 2023 realizada por el papa Francisco ha generado, sobre todo en el laicado, la inmensa mayoría del Pueblo de Dios, no puede opacar los datos que esta fase diocesana de escucha han arrojado en España, evidentes en el caso de las mujeres; previsible en la de una parte del clero; y muy preocupante en quienes están llamados a desarrollar en plenitud lo que salga de la asamblea sinodal del próximo año en Roma, los jóvenes, cuya participación ha rondado, según datos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), tan solo el 10% de los más de 200.000 inscritos.
"Aunque la Iglesia haya hecho este esfuerzo de escucha activa con esta convocatoria sinodal, se ha llegado ya muy tarde, porque hace ya años que los jóvenes no se sienten escuchados por la Iglesia, pero no sólo por ella, tampoco por los políticos, pero sí, curiosamente, por las grandes firmas comerciales, que han sabido escucharles como consumidores que son. Por eso, en mis conferencias suelo decir que la Iglesia tiene el mejor producto, pero el peor marketing", señala a RD el sociólogo Juan González-Anleo.
Irrecuperables para la Iglesia
¿Ha perdido la Iglesia definitivamente a los jóvenes en España? ¿Estamos asistiendo a un fenómeno coyuntural o es irreversible? "Estamos en plena ola de la cuarta secularización en España, y habrá un momento en que esto pare, pero a medio plazo hay que pensar que estas generaciones son irrecuperables para la Iglesia. Y en todo caso, y a la luz del dato de que solo hay un 5'9% de católicos practicantes en nuestro país, y que un tercio compatibiliza su fe con creer en el karma y otras cuestiones esotéricas, parece claro que el del futuro habrá un cambio en la estructura del católico practicante", afirma el también colaborador de los informes de la Fundación SM y profesor en ESIC University.
Estamos ante unas generaciones de jóvenes que han acumulados dos grandes crisis consecutivas (la Gran Recesión de 2008 y la de la guerra de Rusia) y una pandemia, que les ha dejado una vida precarizada, como ya reflejaba el estudio Jóvenes españoles 2021. Ser joven en tiempos de pandemia, de la Fundación SM, según el cual nada menos que un 42% de ellos estaba convencido de que todo les irá peor que a la generación de sus padres.
Pesimismo generacional
Un pesimismo que se extendía al hecho de pensar si podrían formar una familia (41%) o en alcanzar una vivienda adecuada (48%), en tanto que más de la mitad (52%) cree que es bastante probable que tengan que emigrar para poder trabajar en el futuro, y la mitad (49%) cree que no podrá hacerlo en lo que realmente le gustaría.
Así las cosas, no es de extrañar que se sienten insatisfechos con la clase política: el 71% cree que los políticos no les toman en cuenta, o que la religión ocupe el último puesto de una serie de “aspectos importantes” para su vida, como son la salud, la familia o la educación, que es lo que más les importa.
La religión es poco o nada importante
Frente a eso, para casi la mitad (47,9%), la religión no es nada importante. Y sólo para el 10’6% es muy importante. Para casi el 75%, es decir, tres cuartas partes de nuestra sociedad futura, a día de hoy la religión es nada o poco importante. Y únicamente el 3,9% cree que en las iglesias se dicen cosas importantes.
Lo que sí les importa y preocupa a la vez es la ecología (lo cual es una buena noticia para la pastoral juvenil gracias a la encíclica Laudato si’). Y es que la mayoría (8 de cada 10) considera el cambio climático como el principal problema de España, la misma proporción que entiende prioritaria la protección al medioambiente y que estima que su estilo de vida es importante para la conservación del planeta.
Sin embargo, la Iglesia no ha sabido penetrar en su mundo, su lenguaje no se comprende, porque su existencia transcurre en paralelo, en las redes sociales, “el espacio en el que discurre su vida”, según señala el informe de la Fundación SM. Es decir, a día de hoy, los chicos y chicas tienen más fe en Tik Tok que en un cura.
Con razón dicen desde la Conferencia Episcopal que en esta fase sinodal "no ha sido fácil llegar a las personas alejadas". Habrá que esperar a ver si se atienden y entienden las peticiones de ese exiguo 10% que aún quiere seguir dentro dentro.
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