Ser o tener

Ser rico y ser cristiano es incopatible

Iglesia: "vende lo que tienes, dalo a los pobres y sígueme"


Marcos 10,17-30

"Cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?" Jesús le contestó: "¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios". Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimo­nio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre". Él replicó; "Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño. Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: "Una cosa te falta, anda vende lo que tienes, da ese dinero a los pobres -así tendrás un tesoro en el cielo-, y luego sígueme. A esas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: "¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!" Los discípulos se extraña­ron de esas palabras. Jesús añadió: "Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el Reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el Reino de Dios". Ellos se espantaron y comentaban: "Entonces, ¿quién puede salvarse?" Jesús se les quedó mirando y ¡es dijo: "Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo".


1.-Quedarse con el dinero o quedarse con Dios:


1.-Este jóven era rico. Prefirió el dinero a Dios. Prefirió el tener dinero a ser cristiano. Se marcha tras su dierno. Se aleja de Jesús, como todos los ricos del mundo, incluidos los de España que crecieron un 40 por ciento desde 2008 al 2014, cuando casi todos los demás se estaban empobreiendo, hasta algunos hasta la desesperación. No hay ninguna iqueza inocente porque siempre se obtiene a costa de alguien. Ser rico se contrapone a ser pobre.



2.-Jesús les pone a los ricos la entrada en el Reino de los Cielos como algo imposible. La comparación entre el ojo de la aguja y el camello no admite discusión. Ser justo, ser honrado, ser solidario, ser hermano, es incompatible con tener dinero. Se puede vivir para ser o para tener. Tener lo necesario es una obligación, tener más de lo necesario es una injusticia porque alguien lo padece. Ser rico y ser cristiano es incompatible.



3.-Hay dos clases de ricos: los que lo son y los que quieren serlo. Los primeros son pocos, pero cada vez más ricos. Los segundos son muchos pero cada vez más pobres porque los ricos, precisamente a costa de ellos, son cada vez más ricos. Querer tener lo necesario es una obligación, querer tener más de lo necesario es una injusticia. En el mundo está creciendo la sesigualdad, y España es el país de la UE donde más crece. Por tanto nos alejamos cada vez más del Evangelio. Lo cual quiere decir que estamos lejos de los grandes valores que pueden hacer la vida más feliz y gratificante a los seres humanos: como los bienes necesarios para una vida digna, la justicia, la igualdad, el amor mutuo, la cercanía de unos a otros, la farternidad.



4.-En este tema, Jesús no se anduvo por las ramas:




Evangelio de Lucas 6,24-25: ¡ay de vosotros los ricos..., ay de vosotros los que estáis hartos..."



Evangelio de Lucas: 16,13: "No podéis servir a Dios y al dinero".



Evangelio de Lucas 16, 19-31: Jesús destina al pobre Lázaro a la felicidad y al rico que no miraba para él, lo deriva al sufrimiento. Jesús no dice que el rico viviera a costa de Lázaro, sino que ni miraba para él. Jesús dice que "hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas". Eran más compasivos y humanos los perros que el rico.



Evangelio de Mateo: 25,31-46: Quienes compartieron el pan con el hambriento, el agua con el sediento, el vestido con el desnudo, la acogida con el forastero, el cuidado con el enfermo, la compañía con el encarcelado, esos son los destinatarios del Reino de los Cielos. Quienes no lo hicieron quedan fuera.



Teresa de Calcuta tradujo todo esto así:."Valen más manos que hacen que labios que rezan. El que no vive para servir, no sirve para vivir"



5.-La Iglesia tiene muchos bienes, muchos inmuebles, muchos tesoros absurdos en Santuarios, tiene y maneja mucho dinero, mucho poderío económico, mucha influencia, mucha pompa. Si Jesús estuviera hoy fisicamente presente como en Galilea, viendo el panorama del mundo actual, de tanta injusticia, de tanta desigualdad, de tanta pobreza y miseria, de tanta gente muriendo cada día prematuramente de hambre y sed, le diría a la Iglesia: "anda vende lo que tienes, da ese dinero a los pobres -así tendrás un tesoro en el cielo-, y luego sígueme".



Quienes no quiren compartir lo que les sobra con los más empobrecidos deben considerarse a si mismos indignos de formar parte del Reino de Dios.




Y no solo la Iglesia católica, también otras confesiones cristianas gastan muchos millones en construcciones lujosísimas, mientras tienen al lado a los pobres muriendo de hambre. Por ejemplo, la secta denominada La Iglesia Universal del Reino de Dios, liderada por el polémico obispo neopentecostal brasileño Edir Macedo que construyó recientemente en Brasil (Sao Paulo) un templo lujosísimo con cabida para 10.000 fieles, cuyo costo superó los 200 millones de €. Tine 56 metros de altura más 7 subterráneos para 1200 plazas de aparcamiento. Las piedras que revisten el templo fueron traídas de Israel. El complejo cuenta con salas de estudio de la Biblia para 1.300 niños, un auditorio, alojamiento para los pastores y estudios de radio y TV para la cadena Record, propiedad del Pastor, la segunda mayor de Brasil. Pero en Brasil hay más de 20 millones de pobres y el templo está rodeado de ellos pos todas partes.

Si Jesucristo viniera hoy a dar un paseo por la tierra de las religiones que se hacen llamar cristianas exclamaría lleno de tristeza: "¡¡¡Cuando properó el negocio que yo dejé!!!", y se echaría a llorrar como hizo al comtemplar a Jerusalén desde una montaña contigua, viendo lo lejos que estaba de aceptar su mensaje de liberación, y que para rechazarlo totalmente sus autoridades político-religisas lo iban a crucificar, acusándolo de malhechor, El que había curado a sus gentes de toda clase de enfermedades y sufrimientos. El poder ciega a quien lo tiene o lo busca.

Un cordial saludo a todos/as.-Faustino
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