En buena compañía (Entrevista a Crisanto Abenso)
Una reflexión sobre la pastoral en los colegios católicos
"EN COMPAÑÍA COMO PASTORES CON PIES DE OVEJAS" (Crisanto Ebang Abeso Obono, sj )
Hace tiempo que Jesús Lozano (amigo y compañero de trabajo en el colegio San José) está detrás de mí pidiéndome opinión sobre la pastoral de los colegios. Me he resistido bastante a escribir algo sobre este tema. Sin embargo, Jesús ha seguido insistiendo y me ha convencido. Por eso, desde mi humilde experiencia, voy a compartir unas reflexiones con él y con quienes viven implicados en esta preciosa y difícil tarea de evangelizar en el ámbito escolar, con todos aquellos que intentan construir una pastoral que dé verdadera respuesta a las necesidades de los alumnos de nuestros colegios.
Deseo partir desde una propuesta del evangelio: cómo Jesús se puso en camino y recorría todas las ciudades y aldeas enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando toda clase de enfermedades y dolencias. Cuando vio a la multitud, se conmovió por ellos, ya que andaban maltrechos y postrados, como ovejas sin pastor. Entonces, dijo a los discípulos: "La mies es abundante y los obreros pocos. Rogad al amo de la mies que envíe obreros a su mies" (Mt 9,35-39). Si todo esto pasó en el tiempo de Jesús, debemos ser conscientes de que todavía está pasando también en nuestros días y en nuestro mundo. Todavía debemos recorrer ciudades y aldeas, enseñar, dar buenas noticias, curar enfermedades y dolencias. ¡Necesitan tanta ayuda! Muchos jóvenes se encuentran perdidos, como ovejas sin pastor. La mies sigue siendo abundante y los colaboradores escasos. Debemos pedir al dueño de la mies que envíe colaboradores a su mies. Ante esta situación, la pregunta es: ¿ qué hace falta para llevar a cabo una pastoral significativa en nuestros colegios?
PONERSE EN CAMINO: Lo primero que debemos hacer es ponernos en camino y elegir la dirección de nuestros pasos, los mismos pasos que recorría Jesús. Sin embargo, necesitamos dejarnos guiar por Él, paso a paso, sin aspirar a conocer el mapa completo de la ruta, confiando absolutamente en Él, que nos envía. Porque el que te envía es el que te debe indicar el camino y el recorrido hacia dónde debes dirigir tus pasos. El comienzo de una pastoral en un colegio como el nuestro debe partir, como hicieron los discípulos de Jesús, de una pregunta: "¿Cómo podemos conocer el camino? Señor, muéstranos el camino". Jesús les respondió serenamente: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino es por mí" (Jn 14,6). Muchas veces matamos a Jesús y, por consiguiente, su Buena Noticia del Evangelio, para generar nuestros atiborrados escritos y planes de pastoral, que no hacen más que exhibir nuestra desorientación y falta de confianza en aquel que nos llama y nos envía. Ponerse en camino es romper con la inactividad, con hacer lo de siempre o con hacer demasiadas cosas. Todo eso nos lleva al estancamiento, al bloqueo psicológico y a no saber qué hacer. Una vez que se ha iniciado un camino o una tarea marcada por el que nos llama a esta misión es importante continuar y no quedarse estancado. No nos vale pararnos; hay que caminar como Jesús caminaba.
A veces queremos empujar y empujar lo que nunca se va a mover. Si vemos que algo no funciona, no sigamos adelante y cambiemos las cosas. Para caminar siguiendo a Jesús, es necesario hacerlo desde el amor gratuito. Llevar la calculadora debajo del brazo para calcular cuántos alumnos acuden a nuestros grupos (en nuestro colegio los llamados grupos “ETAYS”) y cuántos se apuntan a los intercolegiales es una suma que siempre nos dará un resultado nulo, porque el amor solo conoce la gratuidad. El Papa Francisco dijo a los jesuitas en la Congregación General 36 que "el caminar, para Ignacio, no es un mero ir y andar, sino que se convierte en algo cualitativo, es aprovechamiento y progreso, es ir adelante, es hacer algo en favor de los demás", es decir, servicio a los demás de forma gratuita. Si ponernos en camino como Jesús es la primera aceptación de nuestra respuesta vocacional, intrínsecamente debemos preguntarnos: ¿A dónde vamos y a qué?
A ENSEÑAR Y PREDICAR: El segundo punto sería enseñar y predicar. Al igual que Jesús recorría ciudades y aldeas enseñando y predicando, un colegio religioso tiene la responsabilidad de proporcionar una educación arraigada en los valores del evangelio. Sin embargo, la forma en que proporcionamos esta educación, es decir, cómo transmitimos la fe, es un desafío importante. Transmitir algo a alguien significa comunicar, compartir o hacer llegar información, conocimientos, sentimientos, ideas o cualquier tipo de mensaje a otra persona. Puede ser un acto de comunicación verbal, escrita, visual o a través de cualquier medio que permita la transferencia de información. Aquí hago una pregunta: ¿Tenemos un mensaje? No es una pregunta retórica. Nadie transmite lo que no tiene. Los agentes de pastoral de nuestros colegios deberían preguntarse si realmente han adquirido lo que quieren transmitir a los demás.
No nos vale hablar del mensaje en tercera persona, ya que es difícil transmitir aquello que otro posee. Por tanto, debemos cuestionarnos si realmente somos agentes de pastoral con identidad propia, capaces de discutirla con otros y de transmitirla de manera clara y concisa. Es importante conocer muy bien a nuestro interlocutor, que son nuestros alumnos, usar canales de comunicación apropiados, realizar una comunicación cercana y personal, y evitar un lenguaje muy difícil de entender. No se trata de decirles a los jóvenes lo que tienen que hacer con un lenguaje complicado, sino de darles la oportunidad de expresarse en sus propios términos. Es importante organizar bien lo que queremos transmitir a los jóvenes, por ejemplo, en los grupos "En todo amar y servir", los famosos grupos ETAYS. No podemos presentar el mensaje como un rompecabezas para que los jóvenes lo resuelvan por sí mismos. Debemos simplificar y aclarar el mensaje para facilitar su comprensión. La coherencia crea confianza y la confianza genera comunicación.
ENSEÑABA EN LAS SINAGOGAS: Los colegios son nuestras sinagogas hoy en día. Una primera observación mía es que una sinagoga es un lugar de reunión y adoración en la religión judía. En la sinagoga, los judíos se congregan para llevar a cabo diversas actividades religiosas, que pueden incluir la oración, el estudio de las Escrituras, la enseñanza religiosa y la comunidad. ¿Realmente nuestros colegios son espacios de pastoral? Yo diría que no. Los colegios son instituciones educativas que proporcionan enseñanza académica formal desde la infancia hasta la adolescencia o incluso la adultez. Los colegios pueden variar en su enfoque, nivel educativo y organización, pero su objetivo principal es brindar educación académica y, en muchos casos, valores, habilidades y formación integral. Pretender transmitir la fe en un colegio es tensionar y superponer la dimensión académica sobre la dimensión religiosa, a menos que se integre en la programación de manera coherente.
PROCLAMABA LA BUENA NOTICIA DEL REINO Y CURABA TODA CLASE DE ENFERMEDADES Y DOLENCIAS: Indudablemente, el ser humano necesita ver el fruto de su trabajo, lo que en lenguaje actual llamamos éxito. También nosotros, en nuestra pastoral de los colegios, queremos ser exitosos y triunfantes. Para alcanzar el éxito en nuestra pastoral colegial, debemos ir directamente a los más necesitados de nuestros colegios, aquellos que padecen enfermedades y dolencias físicas, psíquicas y espirituales. Los que traen consigo rebeldías familiares, crisis de adolescencia, los que nos retan en clase y en los pasillos, los que se sienten solos y no tienen apoyo, los que rechazan muestras de cariño, los que siempre lloran cuando intentan expresarse. Es a ellos a quienes estamos destinados. Porque el éxito del evangelio se alcanza ayudando a aquellos que más lo necesitan. Los "buenos" y los "sanos" rara vez aparecen en los evangelios. Hay unas preciosas letras de Gabriel y Galán (1894) “Si a la Soterraña va, ve que la Virgen te espera, que por esta Su escalera, quién más baja, sube más. Pon del silencio el compás; a lo que bajas pensando, baja y subirás; volando al cielo de tu consuelo; que para subir al Cielo, siempre se sube bajando”. Sigamos el camino y los pasos de Jesús desde la humildad y la sencillez, porque siguiéndolo a Él, nunca nos perderemos.
LA COMPASIÓN, "VIENDO A LA MULTITUD, SE CONMOVIÓ POR ELLOS": La compasión es una de las 4Cs que componen la estructura de nuestro plan estratégico en nuestros colegios. La compasión implica sentir empatía por el sufrimiento o las dificultades de otros y tomar la disposición de ayudar o aliviar ese sufrimiento de alguna manera. Es conectarse con el dolor de otras personas y buscar acciones concretas para brindar apoyo, consuelo o ayuda. La compasión es la caridad pastoral que debe atravesar todas nuestras decisiones y actitudes en la actividad pastoral de nuestros colegios. No podemos convertirnos en burócratas que organizan, instruyen y ejecutan eficazmente las acciones de pastoral. No todo tiene que convertirse en una reunión, ya que esto daría lugar a una carga insoportable de tareas y papeleo. La burocracia no puede apoderarse de todo, ni la pastoral del colegio puede abrumarnos con documentos y protocolos variados. Los caminos de Jesús pasan por varios cauces además de los planes de pastoral.
Porque andaban maltrechos y postrados, como ovejas sin pastor: Necesitamos pastores que tengan mucha paciencia para los procesos personales e institucionales. Las prisas y la celeridad son enemigos del crecimiento personal y comunitario. Es importante conocer el comportamiento, las necesidades y las dolencias del "ganado" con el que trabajamos. Un agente de pastoral en un colegio es un profesional de acompañamiento, con una aguda capacidad de observación para detectar pasividades y gestionar las medidas apropiadas, con una elevada dosis de paciencia y liderazgo ignaciano que acompañe y guíe con afecto hacia un horizonte adecuado. El trabajo de cualquier pastor siempre implica un gasto de energía extraordinario, por lo que debemos cuidar a los demás y cuidarnos a nosotros mismos. Alimentarnos de espacios verdes, oraciones, retiros, ejercicios espirituales, cursos, lecturas y conversaciones espirituales para evitar cualquier tipo de dispersión.
"Rogad al amo de la mies que envíe obreros a su mies": A veces, lo evidente no es tan claro. Urge pedir al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. No estaría mal que, así como organizamos semanas de convivencias, semanas de concienciación social, de recogida de alimentos, campañas de Navidad, también tengamos jornadas dedicadas a la oración. Los efectos de la oración son evidentes y valiosos. Rezar es dejar que el Señor moldee nuestro trabajo y nos guíe. No debemos tener miedo de presentar al Señor nuestras preocupaciones en la pastoral. Rezar es dejar que el Señor dé forma a nuestra pastoral y a cada uno de nosotros. Hay días en los que nos sentimos abatidos, cansados por tantos años haciendo lo mismo, pero como dice el Papa Francisco, "dejemos que Jesús suba a la barca de nuevo, volvamos a encontrarnos con Él y pidámosle que nos renueve".
Para terminar, quiero animar a los colegas pastoralistas de los diferentes colegios y carismas a no desanimarse y a no tener miedo de recorrer los pasillos, aulas y espacios de nuestros colegios. Debemos seguir soñando, porque Dios siempre nos mira con ternura y mira nuestro trabajo con cariño. Lo que debemos conquistar en los pasillos, aulas, espacios comunes, capillas, recreos, etc., es mucho mayor de lo que evitamos o nos esquivamos. Estamos hechos para "más", y cuanto más universal es el bien, más divino, como dice San Ignacio de Loyola. La vida nunca es lineal, no puede haber resurrección sin muerte, no se puede avanzar sin caer, no se puede encontrar alegría sin haberse aburrido antes. Debemos seguir caminando con determinación, porque nadie más lo hará por nosotros.Debemos seguir pidiendo recursos, hacer ruido para hacernos notar y, sobre todo, ponernos en camino como pastores con pies de oveja. Esto lo huelen de lejos nuestros alumnos. Sólo así seremos creíbles porque el testigo transmite y arrastra más con su mirada, trato y cariño que con las meras palabras.
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“EN COMPAÑÍA COMO PASTORES CON PIES DE OVEJAS”
La anterior reflexión sirvió de base para una entrevista realizada en el colegio San José de Málaga. Allí seguimos profundizando sobre el tema y aclaramos un poco algunas de estas cuestiones que comparto aquí para que el texto del P. Crisanto tenga sentido completo.
J.L.P__ Crisanto, tú eres jesuita, pastoralista y profesor del Colegio San José de la Fundación Loyola en Málaga. Te agradezco enormemente el haber compartido con nosotros tus reflexiones sobre la pastoral en los colegios. Por supuesto, gracias por estar con nosotros hoy aquí en “Hacer realidad lo posible”, sé que eres un hombre más de hechos que de palabras. Si te parece, comencemos por hablar de la importancia de la pastoral en los colegios.
__ Siempre hablas de una pastoral significativa en los colegios. ¿Por qué es relevante llevar a cabo una pastoral significativa en los colegios?
►Buenos días, es un placer estar aquí y poder dialogar y compartir las vivencias de la pastoral en un contexto como el colegial, ¿Qué hace falta para llevar a cabo una pastoral significativa en nuestros colegios? Como comentaba anteriormente en mi reflexión, faltan pastores porque la mies es mucha y los obreros pocos. La pastoral en los colegios es esencial porque nos permite llevar los valores del evangelio a la vida de los estudiantes y a la comunidad escolar. El mundo todavía necesita enseñar, predicar, y sanar, como lo hacía Jesús, y los colegios religiosos tienen un papel importante en esto. Además, proporcionan un espacio para que los estudiantes exploren su fe y creen una conexión más profunda con Dios.
__En un momento de tu reflexión mencionas la importancia de "ponerse en camino" y seguir los pasos de Jesús. ¿Cómo puede un colegio religioso iniciar este camino de manera efectiva?
►Ponerse en camino de manera efectiva implica tomar la decisión de seguir a Jesús y confiar en su guía, paso a paso sin adelantarse y, por tanto, el que nos envía es el que nos debe indicar el camino y el recorrido hacía dónde debemos dirigir nuestros pasos. Vivimos continuamente estresados, como si se nos fuera “a pasar el arroz”, no degustamos los momentos. Un colegio religioso debe preguntarse cómo puede conocer ese camino. Jesús mismo nos dice que Él es el camino, la verdad y la vida. Y es esencial que los agentes de pastoral se pregunten si realmente tienen una comprensión clara de ese mensaje y si pueden transmitirlo de manera efectiva. Ponerse en camino es romper con la actividad y con la inactividad, ni hacer lo de siempre ni hacer demasiadas cosas para sentirnos útiles, necesarios. Hay que caminar como Jesús caminaba.
Antes decía que si vemos que algo no funciona en la pastoral, no debemos continuarlo sino cambiar las cosas. Para caminar siguiendo a Jesús es imprescindible hacerlo desde el amor gratuito. No es cuestión de estadísticas, es cuestión de vocación y entrega porque te sale solo, aunque el día tiene 24 horas… Pero la función del pastoralista es ayudar a transparentar el amor de Dios en el mundo, en concreto en los colegios. Enseñamos y formamos pero, sobre todo, acompañamos y transmitimos con respeto.
__También mencionas la importancia de enseñar y predicar. ¿Cómo pueden los colegios religiosos responder el A dónde vamos y a qué desde una educación arraigada en los valores del evangelio?
►La fe es un desafío importante. Y por esto nosotros mismos tenemos que tenerlo claro, tenemos que saber A dónde vamos y a qué vamos. Yo me pregunto: ¿tenemos un mensaje? Nadie da lo que no tiene. Necesitamos formarnos teológica y pastoralmente pero también funcionar como comunidad de creyentes, si queremos ser verdaderamente creíbles…
Es importante organizar, planificar pero lo más importante es la alegría, sencillez y verdad que transmitimos en nuestro anuncio: de obra y también de palabra en coherencia con nuestro actuar.
__¿Cómo pueden los colegios religiosos innovar en la pastoral y transmitir la fe de manera efectiva?
►La pregunta es: ¿realmente nuestros colegios son espacios de pastoral? Afirmaba anteriormente que los colegios son instituciones educativas que proporcionan enseñanza académica formal desde la infancia hasta la adolescencia o incluso la adultez. Y los colegios cristianos, católicos priorizan en el nivel académico (¡por supuesto que lo deben de cuidar!) y al ámbito pastoral es como algo complementario que no se toma por lo general demasiado en serio. Es lo que hay pero desde ahí es muy difícil porque, casi siempre, la pastoral se queda relegada en actos puntuales y no como verdaderamente debería de ser: el alma, el espíritu que lo mueve todo en la vida del colegio. Esto es una exigencia para los pastoralistas pero también para los equipos directivos de los colegios católicos, en sus distintos carismas o inspiraciones.
__ Hablas también de la compasión como un elemento esencial en la pastoral. ¿Cómo puede la compasión ser una parte integral de la pastoral en los colegios?
►la Compasión es una de las 4Cs que componen la estructura de nuestro plan estratégico en los colegios de la fundación Loyola, y en general en la Compañía de Jesús. Es quizá lo que más necesita nuestro mundo, lo que sería más urgente de hacer ver a nuestros niños, adolescentes y no tan jóvenes…, perdidos en su mundo virtual y muchas veces duros de corazón con el próximo. Por eso decía antes que la compasión implica sentir empatía por el sufrimiento o las dificultades de otros y tomar la disposición de ayudar o aliviar ese sufrimiento de alguna manera. Es conectarse con el dolor de otras personas y buscar acciones concretas para brindar apoyo, consuelo o ayuda. No podemos hablar de pastoral sin ser compasivos porque entonces acabamos siendo unos seres religiosos o creyentes, quizá sabiondos pero no hemos tocado el manto del Señor ni hemos visto el milagro sanador de ser perdonados y perdonar, ser comprendidos y comprender, ser amados y amar. No podemos convertirnos en burócratas que organizan, instruyen y ejecutan eficazmente las acciones de pastoral, decía hace un rato. Y vuelvo a insistir en algo que creo muy importante que no sólo ha llegado al terreno académico sino, para colmo, al pastoral: no todo tiene que convertirse en una reunión, ya que esto daría lugar a una carga insoportable de tareas y papeleo (¿En qué gastamos nuestras energías, con todo lo que hay que hacer, ¡por Dios!?). La burocracia no puede apoderarse de todo, ni la pastoral del colegio puede abrumarnos con documentos y protocolos variados. Los caminos de Jesús son humanos y relacionales no burocráticos. La compasión debe ser nuestro lema y guía en todas nuestras decisiones y acciones pastorales, recordándonos que nuestro objetivo es ser colaboradores de la misión de Cristo que, al ver a la multitud se conmovió, se interesó por sus vidas y se puso aliviar sus dolencias. Aunque me repita, creo que no es suficiente porque no es solo un concepto a comprender sino una actitud a vivir y practicar. No nos perdamos en el bosque de la planificación y la burocracia.
__ En el contexto de la pastoral en los colegios, ¿ cómo puede un agente de pastoral equilibrar la necesidad de cuidar y guiar a los estudiantes con la importancia de cuidarse a sí mismo para evitar la dispersión?
►paciencia y amor. Un agente de pastoral en un colegio es un profesional del acompañamiento, con una aguda capacidad de observación para detectar necesidades, potencialidades y carencias. Cuando hablo de “profesional” lo debemos de entender no como un funcionariado sino como aquel que hace bien su trabajo pero también el bien a través de su trabajo. Y esto solo se puede hacer desde un acompañamiento respetuoso y sincero. Creo que esto que digo también puede valer para un maestro o profesor. El trabajo es inmenso, la mies es inabarcable, por lo que debemos cuidar a los demás y cuidarnos a nosotros mismos. Alimentarnos de espacios verdes, oraciones, retiros, ejercicios espirituales, cursos, lecturas y conversaciones espirituales para evitar cualquier tipo de dispersión que pueda desconectarnos de nuestros objetivos. No podemos dar lo que no somos o tenemos. No podemos vaciarnos constantemente y no llenarnos porque nos quemamos. Las instituciones y equipos directivos, si quieren tener buenos equipos pastorales, buenos colegios, algo que verdaderamente los distingan del resto, deberían invertir mucho a nivel material pero, sobre todo, humano y, especialmente, espiritual. La compañía de Jesús, gracias a Dios siempre ha estado a la vanguardia en estos asuntos pero es poco para la necesidad que la juventud actual está demandando, para los retos que nuestro alumnado está necesitando.
__ El texto habla de "Pedir al amo de la mies que envíe obreros a su mies”. ¿Cómo crees que la oración pueda fortalecer y renovar el trabajo de los agentes de pastoral en los colegios religiosos?
►Antes quería transmitir que sin oración todo cae. Hay que buscar potenciar nuestro ser espiritual. No podemos organizar cuestiones sociales, también jornadas espirituales donde el pastoralista y el alumno se ponga a tiro, pero sin forzar con sana inteligencia y, si hace falta, parar lo académico para que esto se pueda hacer. A las 7:30 horas algunos en la capilla presentamos al Señor nuestras preocupaciones en la pastoral y en el colegio. Rezar es dejar que el Señor dé forma a nuestra pastoral y a cada uno de nosotros, es abandonarse, discutir y descansar en él. Ojalá nuestros alumnos degusten si quiera un poquito de esto… Serían más felices.
__ Por último: ¿Cuál sería tu mensaje final sobre la pastoral en los colegios?
►Suena un poco escatológico, jeje. Mi mensaje final es que la pastoral en los colegios es una oportunidad para llevar la luz del evangelio a la vida de los estudiantes y a la comunidad escolar. Para ello debemos seguir el camino de Jesús, transmitir el mensaje con claridad y cariño, innovar de acuerdo a las necesidades actuales y ser compasivos en nuestro enfoque pero sin olvidar llenarnos de Dios. La pastoral no debe ser un mero anexo al plan académico, sino una parte integral de la identidad y misión de nuestras instituciones educativas. Nos jugamos mucho en ello...
__ Gracias Crisanto por compartir tus ideas y reflexiones sobre la pastoral en los colegios religiosos en general y en el nuestro en particular. Tu perspectiva es valiosa y seguramente inspirará a otros agentes de pastoral en su trabajo. Qué Dios te bendiga, y en el verano a seguir trabajando en tu tierra, en Guinea, ayudando en lo que se pueda y apoyándote en profesores voluntarios que viven una experiencia necesaria y maravillosa.
►Muchísimas gracias por la invitación y espero que esta entrevista pueda ayudar también a mis colegas de la pastoral de los diferentes colegios. Necesitamos recobrar fuerzas para seguir recorriendo estos pastos con pies de oveja.