Entrevista a Esteban Velázquez sj: ¿un revolucionario, un místico, un profeta? Esteban Velázquez sj: "El Papa ha hecho de la compasión, la misericordia, los pobres, los emigrantes, el centro de sus preocupaciones"
Cuando la causa de nuestras acciones es Dios y los hermanos
"Pedro Casaldáliga: la persona de las que he conocido que más me ha recordado a la imagen que yo tengo de Jesús de Nazaret"
"Considero que debo ser revolucionario....y no lo soy todo lo que debiera: porque soy cristiano y no admito un mundo al contrario del plan de Dios revelado en Jesús con la subversión de valores y realidades que supone el evangelio de las Bienaventuranzas y de todos los relatos evangélicos"
"Toda religión implica una espiritualidad pero no toda espiritualidad implica una opción religiosa. Los ateos o agnósticos tienen también su mundo y opciones espirituales"
"Considero que debo ser revolucionario....y no lo soy todo lo que debiera: porque soy cristiano y no admito un mundo al contrario del plan de Dios revelado en Jesús con la subversión de valores y realidades que supone el evangelio de las Bienaventuranzas y de todos los relatos evangélicos"
"Toda religión implica una espiritualidad pero no toda espiritualidad implica una opción religiosa. Los ateos o agnósticos tienen también su mundo y opciones espirituales"
Esteban, bienvenido a mi blog "Hacer realidad lo posible". Tenía muchas ganas de entrevistarlo, ya que su vida y estilo no deja a nadie impasible. Siempre había escuchado hablar, a través de amigos y de algún que otro jesuita, de un canario muy especial. Todos coincidían en su gran valentía y, a la vez, sencillo testimonio de fe.
Hace tres años vi en un periódico (El Ideal de Granada) un titular que captó enteramente mi atención. En él se leía: “Preso en Granada, superviviente en El Salvador, expulsado de Marruecos”. Lo último ha sido el ayuno voluntario por la Paz que ha realizado recientemente, en Navidad, época en la que la mayoría de las personas estamos de compras, excesos y sentimientos fugaces. Vayamos pues, si le parece, con la primera pregunta:
__ ¿Le importaría explicarnos de forma sucinta el porqué de cada una de estas situaciones? ¿Es que usted es un revolucionario?
► Jesús, estuve preso en la cárcel de Granada durante un mes en el año 1975. Era el último de mis cinco años de estudio de la licenciatura de Teología en esta ciudad. Todavía no me había ordenado cura; la ordenación fue al año siguiente. El motivo de la detención fue haber llevado (junto con otro estudiante de teología comboniano que se llamaba Palomo de apellido) una carta firmada por muchas personas de las Comunidades Cristianas Populares de Granada que pedía a las autoridades civiles que no asistieran a la procesión del Corpus de forma oficial porque nos parecía una contradicción el hecho de que actuaran reprimiendo demandas legítimas (deteniendo y encarcelando a obreros y algunos curas obreros que se habían encerrado en el Palacio Arzobispal de Granada para hacer algunas peticiones) y después presidieran de alguna forma la Eucaristía, el acto central cristiano que representa el culmen del amor y la solidaridad.
Unos días después del Corpus la policía secreta fue con una orden detención a las respectivas casas de las comunidades jesuita y comboniana donde vivíamos Palomo y yo. Nos llevaron al cuartelillo. Allí dormimos esa noche. Al día siguiente la policía nos entrevistó por separado a cada uno de los dos tratando de encontrar algún motivo de acusación. No lograban encontrar argumentos para ello pero nos llevaron esposados al juzgado. El juez nos declaró inocentes pero un representante del gobierno civil llevaba preparada una orden de detención por 30 días en el caso de que fuéramos declarados inocentes (la ley le daba esas atribuciones entonces a un gobernador civil) y otra de tres meses si hubiéramos sido declarados culpables. La justificación de la detención decía que "habíamos incitado a la posibilidad de la violencia". Estuvimos un mes con los obreros detenidos en la misma cárcel de Granada.
► Lo de superviviente en El Salvador puede entenderse en varios sentidos pero creo que probablemente se refiere a que viví cuatro de los siete años de mi estancia en ese país en una de las principales zonas de guerra que entonces había allí, concretamente en Morazán. Vivía en los mismos campamentos de la guerrilla. Mi trabajo era, por un lado, de atención espiritual, tanto de la población civil de esa zona (donde no había ninguna atención religiosa en las varias parroquias que allí había) como a la propia guerrilla que, a mi juicio tenía derecho a ser atendida espiritualmente como el ejército gubernamental que, además, tenía capellanes. Es cierto que viví situaciones de guerra en las que pude morir, en cualquiera de las situaciones bélicas o de represión indiscriminada a la población civil que allí se daba por parte del ejército gubernamental.
Foto: acompañamiento pastoral en Morazán, tanto a la guerrilla como a la población civil
MI tesis era que tanto la población civil de esa zona como la guerrilla tenían un derecho (incluso por ley canónica) de ser atendidos y acompañados espiritualmente en sus múltiples situaciones de extremo sufrimiento y peligro que vivían. Para ello puse una objeción de conciencia al Padre General de los Jesuitas en la que exponía mis razones para ir allí sin autorización oficial de la Compañía ni de la autoridad eclesial. Sería largo de contar lo que pasó con esa objeción de conciencia, pero lo importante es que gracias a Dios pude acompañar cuatro años a aquellas personas y seguir en la Compañía. Hubo una expulsión del gobierno al acabar la guerra pero la retiró antes de las 72 horas de plazo que me habían dado para salir de El Salvador. Estoy muy agradecido a las múltiples presiones que hubo para que no fuera ejecutada esa orden, incluida la protesta de la misma Compañía de Jesús.
En la foto anterior: Casaldaliga con 4 de los curas que acompañaban pastoralmente a la guerrilla y a la población de la zona: Esteban Velázquez; Pedro Leclerc, R. Poncelle, y el salvadoreño Trini Nieto. Falta en la foto Rutilio Grande, al igual que Miguel Ventura. Tanto Rutilio como Leclers han fallecido.
► A petición mía, aceptada tanto por el arzobispo de Tánger de entonces (Monseñor Agrelo) como por el provincial (Guillermo Rodriguez Izquierdo) de la entonces existente provincia de Andalucía de la Compañía de Jesús, fui destinado a Marruecos por el arzobispo y, en lo que fuera compatible con ese destino, también aceptaba mi deseo de dedicarme al trabajo interreligioso en su dimensión social. Así, fui encargado por el arzobispado de Tánger para poner en marcha un equipo de la delegación de Migraciones en Nador ₋que no existía₋ y para dirigir el centro de Formación profesional Baraka, que existía pero que se encontraba en una difícil situación económica. Logramos ambas cosas, gracias a Dios y, en el caso de la Delegación de migraciones, a la especial ayuda asesora inicial de Médicos Sin Frontera y la cooperación económica del gobierno suizo.
En el caso del Centro Baraka fue crucial la ayuda de la Universidad Loyola de Sevilla. Fueron tres años y algunos meses intensos de trabajo y de mucha satisfacción espiritual y solidaria. Sería también largo de contar todo lo que ocurrió en esos tres años. Pero respecto a lo que me preguntas sobre la expulsión (o más exactamente, a la prohibición de entrada en Marruecos) esta se dio el 16 de Enero del 2016 cuando regresaba de uno de los frecuentes desplazamientos a Melilla que hacíamos las personas que vivíamos o trabajábamos en Nador. La policía marroquí me paró en la frontera y me dijo que me volviera a Melilla porque a partir de ese momento no podía entrar en Marruecos. Pregunté por qué pero solo me dijeron que eran órdenes. Les dije que le dijeran (a estos que le habían dado la orden) solo una cosa: que yo quería y quiero mucho al pueblo marroquí. Y era y es verdad. El pueblo no son sus gobernantes. Y como todo pueblo tiene gente, mucha gente maravillosa, especialmente entre los pobres que había conocido. No quería dar ningún mensaje entonces de protesta de ningún tipo sino de reconciliación y paz.
Mi versión de lo que había detrás de esa orden de no entrar en Marruecos, y lo que dio lugar a ello, como lo que ocurrió posteriormente a varios niveles (eclesiales, jesuíticos, gubernamental de Marruecos y de España, partidos políticos españoles, movimientos sociales, etc.) sería también largo de contar. Desde luego agradezco aquí los apoyos públicos recibidos de Monseñor Agrelo, alguna prensa que otra, movimientos sociales y eclesiales…, además de varios partidos políticos españoles.
► Jesús, sobre si soy o no un revolucionario, me limito en este punto a lo que le oí personalmente a Pedro Casaldaliga: la persona de las que he conocido que más me ha recordado a la imagen que yo tengo de Jesús de Nazaret y a la que tuve la suerte de tratar en tres de sus viajes a El Salvador. Una, acompañándole a visitar los refugios para desplazados de la guerra que la iglesia tenía en San Salvador cuando yo era coordinador de la pastoral de esos refugios; la segunda vez en la zona de guerra de Morazán cuando, a iniciativa suya, nos visitó a los tres curas que estábamos en la zona controlada por la guerrilla. Y la tercera, en un retiro de varios días que dio a las comunidades eclesiales de Base de El Salvador, una vez acabada la guerra.
Lo que le oí en su primer viaje cuando ₋tras visitar los refugios₋ daba una charla en la UCA en una mesa redonda (junto a Ignacio Ellacuría y Jon Sobrino) fue textualmente lo siguiente en respuesta a la pregunta de una joven sobre que le pedía él (Casaldaliga) a los jóvenes: "sean libres, radicales y rebeldes. No se puede ser cristiano y no ser revolucionario en un mundo que está al revés del Plan de Dios". Y añadió: "Por ejemplo, ¿cómo pudo querer Dios alguna vez que una sola persona tenga en mi diócesis de Sao Félix do Araguaya una finca que es más grande que todo su país (El Salvador)? Eso nunca lo quiso ni lo quiere Dios". Pues bien, en ese sentido considero que debo ser revolucionario....y no lo soy todo lo que debiera: porque soy cristiano y no admito un mundo al contrario del plan de Dios revelado en Jesús con la subversión de valores y realidades que supone el evangelio de las Bienaventuranzas y de todos los relatos evangélicos.
__ Otro de los espacios que usted ha trabajado ha sido el del diálogo “interespiritual”. ¿A qué se refiere este concepto y qué diferencia existe con la interreligiosidad o el diálogo ecuménico?
► Entiendo por dialogo interespiritual aquel que se da entre opciones espirituales en las que caben espiritualidades que no se consideran a sí mismas como religiosas. Toda religión implica una espiritualidad pero no toda espiritualidad implica una opción religiosa. Los ateos o agnósticos tienen también su mundo y opciones espirituales. Y nuestro trabajo incluye a este tipo de espiritualidades no religiosas o que no se consideran a sí mismas cómo religiosas. En cuanto a diálogo ecuménico es el que se da solo entre opciones religioso/espirituales de signo cristiano. Al menos es esa la acepción más habitual del término "ecuménico" junto a la palabra diálogo".
__ ¿Qué opinión le merece el trabajo y servicio que viene realizando el Papa Francisco y qué futuro vislumbra en la Iglesia católica?
► El trabajo de Francisco merece una opinión muy positiva. Ha cambiado la imagen y la realidad demasiado solemne y lejana del papado y ha creado un estilo mucho más sencillo y directo con las personas. Es verdad que otros Papas anteriores también tuvieron sencillez (Juan XXIII, Juan Pablo I) pero Francisco la ha incrementado considerablemente y ha hecho de la compasión, la misericordia, los pobres, los emigrantes, etc. el centro de sus preocupaciones y del contenido de sus declaraciones
► Ha dado pasos muy importantes para la transformación de las estructuras eclesiales. Sobre todo, a mi juicio, la reestructuración de la curia romana permitiendo el acceso de la mujer a cargos importantes de la misma y el cambio de estructura y modo de preparar del Sínodo universal, a partir del reciente sínodo de la sinodalidad.
Sin embargo no se ha atrevido, hasta ahora, a tocar algunos de los puntos más álgidos y centrales de los que la Iglesia, a mi juicio y de otros muchos, necesita un cambio de rumbo: a) presbiterado abierto a mujeres y personas (hombre y mujeres) casadas. Ni siquiera ha abierto el diaconado a las mujeres. b) Renuncia progresiva a un estado (vaticano u otro) como soporte necesario de la estructura central de la Iglesia. Pero, a la vez, reconozco que la enorme oposición que ha tenido de los sectores conservadores de la Iglesia para los cambios que ha implementado hace ₋hasta cierto punto₋ comprensible que no haya ido más lejos en esos cambios. Aunque me queda la duda de si es solo por ese motivo o porque él mismo no ve necesarios o convenientes esos cambios radicales a que me he referido.
En un artículo que escribí y salió en Vida Nueva digital y en el que intenté, sin éxito ₋que yo sepa₋ que le llegara personalmente al Papa, yo le sugería otro cambio más: que no solo existiese un Sínodo con mucha participación de laicos de ambos sexos sino la creación de una estructura estable con participación equilibrada de laicos y clérigos o religiosas/os para deliberación permanente de los asuntos de la Iglesia más importantes, como de hecho existe en la diócesis después del Vaticano II. Me refiero a los consejos diocesanos. Si existe en el diocesano, ¿por qué no a nivel del marco geográfico que abarca las diócesis de una Conferencia Episcopal o de la Iglesia universal? Por supuesto, creo que sería más representativa del sensu fidei de la Iglesia que lo es el colegio cardenalicio, cuyo sentido no lo veo en nada claro…
__ Esteban, ¿es posible ser un místico en el siglo XXI? ¿Cómo?
► En el siglo XXI y en cualquier siglo es posible y necesario vivir la dimensión mística del cristianismo o de la espiritualidad en general. La cuestión central sería cómo definir lo que es “mística”. En ese sentido diría varias cosas: a) Todo místico es profeta y viceversa. No veo fiable cualquier dimensión mística que no tenga rasgos proféticos y viceversa. b) Para definir lo que es mística desde mi punto de vista hice un trabajo para un congreso de mística en Ávila sobre la relación de místico y Liberación social, y pedí al ya citado Pedro Casaldáliga que me dijera lo que es para él la mística. Me identifico también aquí con todo lo que dice en su escrito, que tanto agradecí y leí en Ávila. Es uno o de los regalos que me han hecho en la vida y que más valoro.
Un abrazo. Esteban
Foto: Pedro Casaldáliga acompañando un acto religioso en las comunidades cristianas populares
ENLACE AL TEXTO DE CASALDÁLIGA citado por Esteban Velázquez:
https://drive.google.com/file/d/1CYDgbBLCMykC_2EwBpgjNUSAEoB8pZso/view?usp=sharing
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