¿Qué hubiera dicho José María Castillo?
La entrevista que no pudo ser respondida y unas palabras de Rafa Lería, sj
Hace no mucho contacté por teléfono con José María Castillo. Lo noté en el habla ya con achaques pero, como siempre, muy claro en su discurso. ¿Qué más se le puede pedir a un hombre de 94 años de edad? También pude hablar con Marga, maravillosamente amable y cercana. Pepe Castillo me habló de que el Papa Francisco lo llamó por teléfono y de otros asuntos que ahora no vienen al caso... Fueron unas cuantas llamadas de aquí para allá y de allá para acá, siempre unido por el vínculo que tenemos en común: nuestro hermano, sí hermano nuestro y de todos, el misionero jesuita Rafa Lería, entrevistado aquí en mi blog hace ya unos meses (https://www.religiondigital.org/hacer_realidad_lo_posible-_jesus_lozano_pino/Rafa-Leria_7_2539915996.html ).
Le comenté a Pepe la idea de realizarle una entrevista y me pidió con buen talante que para ello me leyera su último libro (Declive de la religión y futuro del evangelio) y que de ahí y de cuestiones que me sugieran le hiciera las preguntas. Ciertamente andaba muy ajetreado Pepe Castillo pero me prometía hacer un hueco nada despreciable en su apretada agenda para responder a mis preguntas.
Ni corto ni perezoso me empapé de su interesante lectura y me armé de valor para preguntarle cosas que siempre tuve en mente junto con otras que inevitablemente surgían con la lectura de su último libro. Yo tengo mis propias respuestas a dichas preguntas pero QUEDARON LAS SUYAS PENDIENTES.
Ahora que ya no puede ser, escribo aquí la entrevista que nunca vio la luz. Dejo a los apreciados lectores de Religión Digital que puedan contestar, si quieren, a algunas de ellas, según entiendan y conozcan la “teología popular” de Pepe... Ahora queda el silencio y la admiración a un hombre de carne y hueso y sin pelos en la lengua que quiso ser honesto con el Evangelio de Jesús y con las comunidades cristianas.
Pero antes de poner aquí las muchas cuestiones que me suscitaba la lectura de su libro y su propia vida, quiero hacer un paréntesis dándole la palabra y haciendo un hueco a un discípulo y entrañable amigo de José Mª Castillo: Rafa Lería, sj. Estas son sus palabras desde Brasil (AMAZONIA LEGAL). Gracias, Rafa:
“Solamente quiero decir tres cosas de Pepe Castillo (y Marga): que me ayudaron, que me sirvieron, que tuve un compañero, un hermano en la vida de José María Castillo. Fue un hombre que me enseñó de verdad a ser jesuita, a ser compañero y a ser amigo de Jesús porque eso él lo creía, lo sentía y lo vivía.
Yo conocí a José María Castillo en Brasil, a través de un gazpacho que hicimos con una tortilla de papa y conocí primero a Margarita, su amiga, su compañera. Ahí aquella noche yo le dije, después de aquellas clases que él tenía, que viniera a mi casa, que había un malagueño que lo invitaba a cenar. Y ahí comenzó nuestra gran amistad hasta que se ha ido…
Aparte de ser amigo, compañero y hermano de lo que es la congregación, porque yo creo que él no salió de la Compañía, él seguía amando la Compañía de Jesús y a sus compañeros, pues para mí fue, sobre todo, como un gran profeta: José María con su vida anunció lo que significa seguir a Jesús en lo sencillo, en lo diario, en lo cotidiano, en la humildad. Yo aprendí con José María a ser humilde. Él era un hombre profundamente humilde, muy sabio pero muy humilde. Y él lo vivía y lo hacía, lo profetizaba con su vida porque lo hizo con el ejemplo, con su sabiduría, con su paciencia, con su escucha, con su generosidad, con su profunda alegría. Transmitía mucha alegría. Era un hombre profundamente divertido José María. No iba con doctrinas ni con teologías teóricas sino con su vida.
Por lo que yo aprendí mucho con él porque a mí me ayudó mucho en los estudios de teología pues él fue un teólogo de un Dios muy humano, y él siempre me enseñó a encontrar a Dios en el sufrimiento de las personas, de los últimos, de los oprimidos, de los pobres, de los negros, de los indios en esta América Latina que nosotros queremos.
Rezo por él que ya está volando y fue Margarita quien le dio esas alas para volar”.
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LA ENTREVISTA QUE NO DIO TIEMPO A SER RESPONDIDA (por Jesús Lozano):
Pepe, ante todo vaya por delante mi agradecimiento: tu sencillez y cercanía son un verdadero regalo. Es para mí todo un honor poder hacerte preguntas. Más bien eras tú el que ya me interrogabas desde muy jovencito con tus conferencias y publicaciones... Siempre tan claro y directo, yendo al grano, al núcleo y al meollo de la cuestión, y sin perder el tiempo en tonterías, ¿verdad? Y aquí viene de manera espontánea, antes de adentrarnos en tu último libro, mi primera pregunta:
1-¿Nunca has tenido miedo de enfrentarte a lo establecido? ¿De dónde sacas la fuerza? ¿Eres uno de esos individuos sospechosos de los que hablas en tu libro que se toma en serio el Evangelio?
2-Me vas a disculpar porque aunque honradamente no quisiera aprovecharme de tu generosa disponibilidad, me va a ser difícil hoy hacerte pocas preguntas (un aprendiz de filósofo como soy). ¡Y tengo tanto que preguntar(te)...! Lo primero que me llama muchísimo la atención es el título de tu último libro: Declive de la religión y futuro del evangelio (Por cierto, fantástica portada). Creo que a nadie deja impasible. ¿Está implícito, Pepe, dentro del concepto “declive de la religión” el concepto de Iglesia? Y si es así, ¿cómo es posible que el Evangelio tenga futuro?
3-En este sentido, tengo entendido que el Papa Francisco es muy amigo tuyo, al menos se muestra cercano. ¿De dónde viene tal sintonía? Parece que no le ha pesado más la férula (báculo) papal que la amistad y la hermandad. ¿Cómo es posible que haya llegado a ser Papa alguien, como él, que mira más por el mensaje auténtico del Evangelio que por la propia supervivencia de la iglesia y sus estructuras temporales?
4-Entiendo que te sientes animado, incluso respaldado y rehabilitado con este Papa. ¿Será posible que Francisco logre encaminar a la Iglesia por el camino de la sencillez del Dios de Jesús, verdadero corazón del Evangelio? ¿Qué resistencias y dificultades observas?
5-Nietzsche (y antes Hegel) sentenció que Dios había muerto. Incluso llegó a decir que nosotros (entre todos) lo habíamos matado. Muchos entienden esto como la nueva era poscristiana que pronosticaba dicho autor para los siglos venideros, incluso la muerte, el fin del cristianismo... ¿Tenía razón en algo?
6-Marx decía que la religión era “el opio del pueblo”…, “el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo descorazonado”. ¿Sigue siendo hoy la religión el instrumento de las clases dominantes para controlar al pueblo, a las masas? ¿Por qué quien vive el Evangelio no es tan fácil de dominar ni engañar?
7-Pepe, tú aseguras que en la Iglesia que tenemos “está más presente la religión que el Evangelio” y que se con-funden ambos en la Iglesia. ¿Cómo podría la Iglesia, ₋una vez que se ha desviado del Evangelio₋ “nacer de nuevo” (Jn 3,4)? ¿Son las comunidades eclesiales de base la alternativa frente a la institucionalización eclesial?
8- Otra cuestión significativa que señalas es que para Jesús la felicidad estaba por encima de los rituales religiosos (de ahí también sus enfrentamientos con la religión establecida) y que religión y Evangelio son incompatibles. Te pregunto entonces: ¿por qué Jesús, hasta cierto punto, cumplió con los ritos judíos y se dejó también bautizar por Juan? Y sobre todo: ¿qué de necesaria es la Iglesia para seguir a Jesús?
9-Me parecen geniales y contundentes los capítulos que dedicas a las riquezas, la fe y el seguimiento de Jesús. Son clarividentes. Pero Jesús dijo que no vino a abolir la ley y los profetas sino a darle cumplimiento (Mt 5, 17). ¿A qué se refería?
10-Aseguras que “solamente viviendo como vivió Jesús es como podemos conocer a Dios y hacerle presente en nuestra sociedad y en nuestro mundo”, pues el Evangelio no es una ideología o saber conceptual para acallar conciencias sino una vivencia, seguir realmente a Jesús de Nazaret. ¿Cómo actualizar (significativamente) las vivencias y relatos de hace más de dos mil años en nuestra época, Pepe? ¿En qué consiste básicamente seguir a Jesús hoy? ¿No existe también el peligro de que muchos sintamos que no llegamos a estar a la altura de la exigencia de Jesús y abandonemos por no vivir como Él vivió? ¿Sería el cristianismo un llamado para todos o sólo para una minoría?
11- Si Dios se humanizó en Jesús y se hizo asequible y cercano a nosotros, ¿por qué es tan difícil ser cristiano?
12-Comentas también, Pepe, que “El que sigue a Jesús, si es que lo sigue de verdad, es por eso mismo un ser libre como el viento. No está ni puede estar controlado y menos aún limitado por ninguna institución, motivación o instancia”. ¿Es posible, pues, hablar de obediencia desde claves evangélicas?
13- Después de muchas cosas históricas que expones (por conveniencias humanas, demasiado humanas e interesadas, contextuales y desprovista de verdadera santidad) no tiene uno más remedio que preguntarse: ¿qué queda de Dios en la Iglesia?
14-Tienes una frase contundente que me parece iluminadora: “sólo el amor es digno de fe”. ¿Qué piensas del acercamiento que procura la Iglesia con otros credos que no fundamentan su creencia en el amor ni en la humanidad (como sí lo hace el Evangelio)?
15-¿Qué le dirías a aquell@s cristian@s que sienten que deben ocupar cargos de cierto poder y prestigio para poder “evangelizar” y cambiar la sociedad?
16-¿Tienes esperanza en este Sínodo sobre la comunión, participación y misión que ha abierto Francisco?
17-Pepe, por último volemos un poco la imaginación y supongamos que te nombran Papa (sí, no te rías…), ¿qué dos medidas concretas serían las primeras en importancia que procurarías tomar y por qué? ¿Por qué crees que intentarían a toda costa impedirlas? Los que hemos tenido la suerte de leer tu libro nos podemos hacer una idea aproximada de ello.
¡GRACIAS, JOSÉ MARÍA CASTILLO!
https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Castillo_S%C3%A1nchez