Los judíos ortodoxos actuales
Están creciendo los judíos ortodoxos en Israel. Algunas razones pueden ser de índole religiosa, pero otros piensan que detrás de esa devoción, asoma la oreja la supresión del servicio militar que, en un país tan militarizado, supone muchos meses de estancia en el ejército. Pero el crecimiento judío también se está dando en la diáspora. Hace años los famosos, en EEUU, cambiaban los nombres para ocultar su origen judío pero hoy están orgullosos de su raza. El senador Joseph Lieberman figuró en el 2000 para el cargo de vicepresidente en la candidatura de Al Gore y aseguraba que muchos cristianos, que se tomaban la religión en serio, estaban dispuestos a votarle.
En muchos lugares del mundo, pero sobre todo en los EEUU, existen casas Chabad, un movimiento que nació en San Petersburgo a finales del XVII, cuyo fin es alcanzar la sabiduría como camino de la contemplación. Sus seguidores parecen haredim (ortodoxos) por su apariencia de sombreros negros, largas barbas, creencias y observancia pero son muy tolerantes hacia los demás, ya que predican que el amor está por encima de todo.
Los judíos y sus costumbres crecen, se han puesto de moda, los Seder (comidas familiares que celebran la Pascua) y los Barmitzva (acceso a la mayoría de edad). ¿Quién lo hubiera pensado tras la “solución final” de los nazis que acabó con un tercio de su raza? Lo único que ha sucedido es que en Israel priman los sefarditas que antes eran minoría.
Los haredim (ultra ortodoxos) también están creciendo en Israel por sus matrimonios tempranos y su explosiva natalidad, de forma que el resto de la población empieza a ver a los rabinos con malos ojos. En tiempos de Ben Gurión sólo eran 400 los estudiantes del Talmud, una cifra que ha subido a 110.000 a lo que hay que sumar otros 6.000 haredi yeshiva (el seminario talmúdico). En total este grupo representa el 13% de la fuerza masculina y sigue subiendo. Ante las quejas recibidas, el parlamento ha instado al gobierno hasta este fin de mes para tomar una decisión que parece será reducir la exención militar a los mejores alumnos del talmud. Para que la transición sea más dulce el ejército ha preparado comida kosher para estos nuevos soldados y han apartado a las mujeres (fuente de tentación) de sus divisiones.
Creo que la convivencia en Israel de los seculares con los ultra ortodoxos está dando sus frutos de respeto mutuo y carga repartida de las responsabilidades. En la medida que los hasidim entren en el gobierno o tengan que votar, descubrirán que no siempre se puede vivir conforme a la ley lo que me recuerda a las instituciones vascas con simpatizantes de ETA al frente. En la oposición, no hubieran defenestrado al asesor de la alcaldía de San Sebastián que amenazó de muerte a los jóvenes que celebraban el triunfo europeo de la selección española de futbol. Algo es algo.
En muchos lugares del mundo, pero sobre todo en los EEUU, existen casas Chabad, un movimiento que nació en San Petersburgo a finales del XVII, cuyo fin es alcanzar la sabiduría como camino de la contemplación. Sus seguidores parecen haredim (ortodoxos) por su apariencia de sombreros negros, largas barbas, creencias y observancia pero son muy tolerantes hacia los demás, ya que predican que el amor está por encima de todo.
Los judíos y sus costumbres crecen, se han puesto de moda, los Seder (comidas familiares que celebran la Pascua) y los Barmitzva (acceso a la mayoría de edad). ¿Quién lo hubiera pensado tras la “solución final” de los nazis que acabó con un tercio de su raza? Lo único que ha sucedido es que en Israel priman los sefarditas que antes eran minoría.
Los haredim (ultra ortodoxos) también están creciendo en Israel por sus matrimonios tempranos y su explosiva natalidad, de forma que el resto de la población empieza a ver a los rabinos con malos ojos. En tiempos de Ben Gurión sólo eran 400 los estudiantes del Talmud, una cifra que ha subido a 110.000 a lo que hay que sumar otros 6.000 haredi yeshiva (el seminario talmúdico). En total este grupo representa el 13% de la fuerza masculina y sigue subiendo. Ante las quejas recibidas, el parlamento ha instado al gobierno hasta este fin de mes para tomar una decisión que parece será reducir la exención militar a los mejores alumnos del talmud. Para que la transición sea más dulce el ejército ha preparado comida kosher para estos nuevos soldados y han apartado a las mujeres (fuente de tentación) de sus divisiones.
Creo que la convivencia en Israel de los seculares con los ultra ortodoxos está dando sus frutos de respeto mutuo y carga repartida de las responsabilidades. En la medida que los hasidim entren en el gobierno o tengan que votar, descubrirán que no siempre se puede vivir conforme a la ley lo que me recuerda a las instituciones vascas con simpatizantes de ETA al frente. En la oposición, no hubieran defenestrado al asesor de la alcaldía de San Sebastián que amenazó de muerte a los jóvenes que celebraban el triunfo europeo de la selección española de futbol. Algo es algo.