Hay milagros que sólo se explican por sí mismos. Uno de ellas es la madre. Inútil perderse en palabras.
Ofrezco
tres miniaturas a quienes tienen
madre. O a aquellos a los que se les fue allá arriba y la recuerdan con mucho amor. La última de estas miniaturas consiste en unos sencillísimos versos de oración a la Virgen María, a la que tenemos por "madre de Dios" y "madre de la Iglesia". La invocamos aquí, en la súplica, como madre de las madres.
SI QUIEN MÁS DA, MÁS TIENE
Si quien más da, más tiene,
tú eres
la persona más rica que conozco.
Toda tu vida te recuerdo dando.
A NAVEGAR
Madre, vida, luz, desvelo,
Amor de dar y más dar:
Dios te lleve a navegar,
Remera de su hondo cielo,
Estrella de su alta mar.
VIRGEN MARÍA, MADRE
Virgen María,
“madre admirable”,
madre de Jesús,
de las madres madre:
protege a la mía
de todos los males.
Por lo mucho que ama
dale tu amor. Dale
por lo que ella da
lo que tú dar sabes.
Cólmale la vida
de felicidades.
(De El día de la Madre, Madrid, San Pablo, 2003).