Es de sentido común (aunque es el menos común de los sentidos y por eso todos no lo tienen) que las personas, y todavía más aun los políticos, necesitamos pensar antes de hablar o de hacer alguna cosa. Y evidentemente hemos de pensar con la cabeza. Con todo, algunos políticos parece que cuando hablan o hacen algún tuit en su twitter o hacen algunos actos, o bien lo hacen sin pensarlo o bien piensan con los pies.

Todos recordamos el exabrupto de la diputada del PP, Andrea Fabra, hija del expresidente de la Diputación de Castelló de la Plana, Carlos Fabra. En julio de 2012 en el Congreso de los Diputados, cuando el presidente Mariano Rajoy anunció recortes de las prestaciones por desocupación, la Sra. Fabra se rió de los que sufrían los recortes y vomitó su conocido: “Que se jodan”.

Más recientemente hemos escuchado, también en el Congreso, al diputado del PP, Carmelo Romero, cuando después de la intervención del diputado Íñigo Errejón sobre la necesidad de incrementar la atención mental a las personas (debido a la Covid), el Sr. Romero vomitó: “Vete al médico”. Es verdad que este diputado después de su exabrupto se disculpó por la manera como vomitó sus palabras.

Pero también en Compromís hay quien piensa con los pies en vez de hacerlo con la cabeza. El Sr. Amadeu Mezquida, politólogo, escritor y secretario del Grupo Municipal de la coalición Compromís en el ayuntamiento de València, hizo un tuit  en su cuenta de twitter, con un texto que ofendía a la Sra. María Teresa Campos (que no sé quien es), una ofensa parecida a las palabras de la diputada Andrea Fabra y del diputado Carmelo Romero. El Sr. Mezquida escribía: “Madrid: Pues voy a coger a María Teresa Campos, la voy a meter en una vitrina y la voy a pasear por la ciudad como un mono de feria. Eso no hay quien lo supere. València: Aguanta’m la cassalla”. ¡Sublime!

El Sr. Mezquida no decía que pondría a su madre o a su hermana “en una vitrina y la voy a pasear por la ciudad como un mono de feria”. No. Lo decía de la Sra. María Teresa Campos. Muy bien por su respeto a las mujeres, aunque el 8 de marzo seguro que llevaría puesto el lazo violeta en la solapa de la americana. Y muy bien por el silencio cómplice de las concejalas de Compromís y de los demás grupos del ayuntamiento de València. ¿El Sr. Mezquida se habría atrevido a decir de la Sra. Mónica Oltra lo que dijo de la Sra. María Teresa Campos? Seguro que no. Y si lo hubiese dicho, se le habrían echado tirado encima (con toda la razón del mundo), los concejales y los diputados de Compromís.

Pero el tuit del Sr. Mezquida no acababa con sus palabras. Ponía también en su tuit una fotografía de la Virgen de los Desamparados en el “maremòbil”, recorriendo las calles de València. Escribir, como  hizo el Sr. Mezquida en su tuit, que pondría la Sra. María Teresa Campos “en una vitrina y la voy a pasear por la ciudad como un mono de feria” y añadir la foto de la Virgen de los Desamparados, fue un exabrupto de este politólogo que, ciertamente, no pensó con la cabeza. Rápidamente el Sr. Mezquida pidió disculpas, diciendo que no pretendía ofender a nadie. Pero curiosamente borró su tuit. Si no pretendía ofender a nadie, ¿por qué borró su tuit?

Todo lo contrario al esperpento montado por el Sr. Mezquida, es  la octavilla que difundía el partido Unitat del Poble Valencià, embrión de Compromís. Un amigo me ha pasado una octavilla que distribuía por las calles de València el partido Unitat del Poble Valencià el año 1997, invitando a los valencianos a celebrar la fiesta de la Virgen de los Desamparados. La octavilla llevaba una imagen de la patrona del País Valenciano, e invitaba a los valencianos a poner la señera en los balcones y ventanas de la ciudad.

Finalmente la Sra. Sandra Gómez, concejala por el PSOE en el ayuntamiento de València, felicitó la Navidad en su twitter, con una imagen de una mujer dando a luz. Decía la Sra. Sandra Gómez que un parto era un hecho natural y que no entendía que alguien se escandalizara de esta imagen. Es verdad. El paro es un hecho natural, como lo es también la muerte. Pero no creo que la Sra. Gomez ponga en su twitter la foto de un familiar suyo agonizando. Como estoy seguro que, ahora que la Sra. Gómez está embarazada, tampoco no pondrá en su twitter el parto de su hijo.

En el magnífico libro de entrevistas, “Què t’ha ensenyat la vida”, David Pagès, su autor, le hacía esta pregunta a mi padre, que le respondía: “A ser paciente”. Estoy seguro que si estas personas que he mencionado en este artículo (y muchos otros) tuviesen paciencia y contaran hasta cien, no harían los tuits que hacen, ni vomitarían lo que dicen en el Congreso.

A menudo los políticos (pero no solo ellos) creen que el Congreso o el twitter es un circo. Y la verdad es que quieren imitar a los payasos, aunque con sus tuits y sus exabruptos no hacen ninguna gracia. Y es que estos políticos no piensan con la cabeza sino con los pies. O ni tan solo con los pies. Y por eso, a diferencia de lo que habría de ser normal, no piensan lo que dicen, no dicen lo que piensan y no hacen lo que han pensado ni lo que han dicho. Y por eso los resultados de sus intervenciones o de sus tuits en twitter. Y de aquí que se hayan de disculpar por sus palabras o sus tuits y hayan de borrar lo que han escrito. Como decía el rey Jaime I: Vergonya, cavallers (i senyores), vergonya!  

Por eso cada día estoy más de acuerdo con M. Brickman, cuando decía: “¡Estoy horrorizado! No sé si el mundo está lleno de inteligentes que lo disimulan…. o de imbéciles que no tienen vergüenza de serlo”.

Estos políticos (y todos) habrían de recordar las palabras del papa Francisco cuando en la encíclica “Fratelli tutti”, les dice que “hace falta la mejor política puesta al servicio del verdadero bien común” (nº 154) y también que “necesitamos una política que piense con visión amplia” (nº 177)

Por una Iglesia mejor informada.
Solo gracias a tu apoyo podemos seguir siendo un medio de referencia.
Hazte socio/a de Religión Digital hoy