Compartiendo la animación bíblica en Nueva York
Organizada por la Sociedad Bíblica Americana (American Bible Society), nos reunimos, el sábado 21 de junio, algo más de quinientas personas para participar de la eucaristía bilingüe (inglés y español) que inauguraba la cumbre, en la iglesia de Saint John the Evangelist, presidida por Mns. Octavio Cisneros, obispo auxiliar de Brooklyn, y amenizada por un esplendido coro.
Cada uno de los responsables de un seminario (allí llamados Workshops [talleres]) hicimos una breve presentación pública, ante todos los asistentes, de nuestro trabajo bíblico habitual y del contenido que iba a versar el taller. Y, después, nos separamos por diversas aulas de la Archdiocesan Catechetical Office. El seminario de Núria Calduch-Benages versó sobre «”La alegría del Señor es vuestra fuerza” (Ne 8,10)”. La alegría en el Antiguo Testamento»; la de Juan Miguel Díaz Rodelas trató «El testimonio en la Evangelii Gaudium del Papa Francisco»; y la de Javier Velasco-Arias se centró en «Evangelización, Biblia y Kerigma». El interés de los asistentes a los talleres (que tuvimos que repetir en dos sesiones) era enorme, con un gran amor a la Palabra de Dios y con un ansía de aprender envidiable. Las preguntas e intervenciones fueron muy fructuosas.
La mayoría de ponentes nos quedamos algunos días más para hacer turismo por Nueva York, una ciudad espléndida. En estos días posteriores a la cumbre, el P. Tomás del Valle-Reyes, religioso de origen español y periodista, que lleva media vida ejerciendo su labor pastoral en Nueva York, me solicitó participar, el jueves 26 de junio, en su programa radiofónico, en «Radio siglo XXI». Fueron dos horas hablando de la Biblia y de su importancia en la vida cristiana, individual y comunitaria; contestando inquietudes que los oyentes nos hacían llegar por teléfono o por Internet; compartiendo una lectio divina sobre el evangelio dominical con todos los oyentes, que según comentó Tomás son alrededor de 40 mil. Una experiencia muy gratificante, con oyentes hispanos de Estados Unidos y de Latinoamérica (estos últimos siguen mayoritariamente el programa de radio por Internet).
La experiencia ha sido maravillosa: la animación bíblica no conoce fronteras. Y es esperanzador y gratificante el comprobar que la pasión por la Palabra de Dios es contagiosa, se comparte, y anima a continuar en esta labor tan importante e irrenunciable.
Javier Velasco-Arias