Cuando no se cura bien una enfermedad termina deviniendo crónica. Y eso es lo que ocurrió con la parroquia de Entrevías. El cardenal de Madrid no supo o no quiso curar las dolencias de aquella parroquia y ahí sigue en su contestación permanente.

Lo leo en Infocatólica: http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=4673

A mí no me parece normal que una parroquia católica invite a dos sacerdotes secularizados y casados, en permanente oposición pública a la Iglesia. No tendría que invitarles a nada, ni a rosquillas, y mucho menos a que den conferencias exponiendo sus ideas antieclesiales.

Antes o después al cardenal Rouco no le va a quedar más remedio que cortar por lo sano. Porque Entrevías le compromete a él. Por consentirlo. Y ya ve que la tolerancia con aquello no sirve para nada. Nada menos que Boff y Tamayo en una iglesia de Madrid. A mí me parece una vergüenza.