Renovación de la consagración de España al Sagrado Corazón.
Con motivo del 90 Aniversario de la consagración de España, hecha por el rey Alfonso XIII en 1919, se van a celebrar numerosos actos en el Cerro de los Ángeles que culminarán con la renovación de la consegración en la mañana del domingo 21 de junio. Me parece una acertadísima iniciativa y ojalá sirva para recuperar todo lo que neciamente se puso en almoneda y con penosísimos resultados.
Era rarísima la iglesia de España que no tenía una imagen del Sagrado Corazón a la que acudían devotamente, y no pocas veces angustiadamente, los fieles. La jaculatoria Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío estaba en los labios de numerosísimos españoles. Junio era el mes del sagrado Corazón. La práctica de los primeros Viernes estaba extendidísima y eran muchísimos quienes comulgaban esos días después de haber confesado. Los cánticos al Sagrado Corazón los aprendíamos de nuestras madres cuando éramos niños y son muy numerosos quienes todavía los recuerdan aunque ya no se canten nunca. El Tú reinarás, el Corazón Santo, el Dueño de mi vida... los sabían y los cantaban todos.
La Compañía de Jesús tenía la devoción al Sagrado Corazón como algo consustancial a ella. En no pocas ciudades y pueblos de España la imagen del Corazón de Jesús coronaba la altura más señalada del entorno. Fueron muchas las congregaciones religiosas, masculinas y femeninas, que llevaron al Sagrado Corazón a su título. El Apostolado de la Oración contaba a sus afiliados por cientos de miles. Y en esas cifras estaban los lectores del Mensajero del Sagrado Corazón...
Todo eso se abandonó a cambio de no sé que y nos encontramos con la nada.
Parece que se quiere volver a lo que nunca se debió dejar. Los actos del 21 de junio y de los días anteriores indican un cambio de rumbo. Y la beatificación este otoño del gran apóstol español de la devoción al Corazón de Jesús también.
Desde aquí os invito a todos a sumaros a esta resurrección. Presencialmente en el Cerro quienes puedan y los que no uniéndose espiritualmente a esos actos. Y ojalá consigamos con nuestras oraciones y nuestras vidas el cumplimiento de la Gran Promesa. Que reine en España con más predilección que en otras partes.
En días de memoria histórica unidireccional bueno será también hacerla del fusilamiento y voladura de su santa imagen en el Cerro en 1936. Y también se podrá comprobar si el rey de 2009, nieto del que quiso leer la consagración de su patria hace noventa años, está a la altura de las circunstancias.
Me gustaría oir a Juan Carlos I aquello que dijo Alfonso XIII:
"Desde estas alturas que para Vos hemos escogido, como símbolo del deseo que nos anima de que presidáis todas nuestras empresas, bendecid a los pobres, a los obreros, a los proletarios todos para que en la pacifica armonía de todas las clases sociales, encuentren justicia y caridad que haga más suave su vida, mas llevadero su trabajo.
Bendecid al Ejército y a la Marina, brazos armados de la Patria, para que en la lealtad de su disciplina y en el valor de sus armas sean siempre salvaguardia de la Nación y defensa del Derecho. Bendecidnos a todos los que aquí reunidos en la cordialidad de unos mismos santos amores de la Religión y de la Patria, queremos consagraros nuestra vida, pidiéndoos como premio de ella el morir en la seguridad de Vuestro Amor y en el regalado seno de Vuestro Corazón Adorable. Así sea."