Los obispos actuales.
Voy a daros unas tipologías en las que creo pueden encajar todos ellos. No son excluyente. Quiero decir que un obispo puede ser incluido en varias. Que cada uno, si quiere, coloque a su obispo o a los que conoce. Por supuesto que desde los prejuicios propios.
Obispos pésimos: Este apartado, antes abundantísimo, ahora está casi vacío. Creo que sobran los dedos de una mano para contarlos. Y todos, o casi todos, tienen los días contados. Al peor de ellos, el de San Sebastián, parece que le queda menos de un mes.
Obispos excelentes: Si cuando abundaban los pésimos, estos apenas existían, hoy son muy numerosos afortunadamente. De los setenta y seis obispos en activo para mí hay por lo menos veinte que se pueden incluir en este apartado. Más de un veinticinco por ciento. No os empeñéis que no pico. No voy a dar sus nombres.
Obispos aceptables: Más del cincuenta por ciento del episcopado. Además de los excelentes.
Obispos inexistentes o que parece no existen: Pues desgraciadamente hay unos cuantos. Yo entiendo que hay diócesis desde las que es difícil, dada su escasa relevancia, tener presencia nacional. Pero algunos exageran. Y no les conocen ni en sus obispados.
Obispos antipáticos: Pues por lo menos una mano. Y deberían reconsiderarlo. Porque así no se ganan a nadie. Y con un pequeño esfuerzo por su parte mejorarían mucho. Dos obispos importantes, y digo obispos, caen de lleno en este apartado. A patadas en los perendengues no se hace Iglesia.
Obispos guays: Excelente si son buenos obispos y de malísimo resultado a la larga si son sólo guays. Y aquí voy a dar un nombre. Porque me parece muy buen obispo y guay: Don Carlos Osoro. Con todo lo que ha aprendido estoy seguro de que compatibilizará perfectamente ambas cualidades. Y en Valencia se lo van a agradecer mucho.
Obispos consentidores: De lo malo. Hay alguno. O por que se lo pide el cuerpo o por pensar que se ahorra problemas. A los buenos ya les tengo y me ahorro conflictos con los otros permitiéndoles todo. Me parece un suicida programa episcopal.
Obispos déspotas: Alguno también hay. Quia nominor leo.
Obispos que no dan un palo al agua: Aunque no se lo crean se les nota mucho.
Obispos santos: Que debiera ser la característica de todos los obispos. ¿Qué se trasluzca? Pues que no se les trasluce. Aunque seguramente alguno habrá.