"La luz nunca se debe apagar cuando se está en espera de quién es la luz" La sabiduría de vivir lo temporal con trascendencia
"Como las Vírgenes descuidadas, no le dieron importancia a lo que debieron darle importancia y, por eso, se pierden de lo definitivo y trascendente"
"No es justo querer quitarle la fuente de la Luz, como la botella de aceite, que llevan las Vírgenes previsoras y prudentes"
"El espíritu de Dios conduce en esa sabiduría, al pensar, intuir y reflexionar , porque sabe caminar la sabiduría en la luz de la verdad, del bien y del Amor"
"El espíritu de Dios conduce en esa sabiduría, al pensar, intuir y reflexionar , porque sabe caminar la sabiduría en la luz de la verdad, del bien y del Amor"
| Fray Alfredo Quintero Campoy OdeM
En este domingo 32 del tiempo ordinario, la liturgia de la palabra nos invita a vivir una esperanza en la vida misma que se comunica en Jesucristo.
Preguntémonos: ¿qué mantiene viva nuestra esperanza?
Hay quienes viven sin esa luz de esperanza. No están atentos para permanecer en espera.
Así en la parábola que Jesús nos propone y relata el Evangelista Mateo, hay quienes se han preparado para permanecer y trascender en la espera; pero en cambio, hay otros que no están preparados para permanecer y trascender en la espera.
"Hijos de la luz"
👉 Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz. #EvangelioDeHoy
⏩ https://t.co/9uP4UBKefLpic.twitter.com/VGUBI2W73q— Dominicos (@dominicos_es) November 10, 2023
Como las Vírgenes descuidadas, hay quienes dejan todo para lo último, y cuando llegan al momento definitivo no son capaces de trascender porque no están preparados.
Podemos pensar, que como las Vírgenes descuidadas, no le dieron importancia a lo que debieron darle importancia y, por eso, se pierden de lo definitivo y trascendente.
Llevar ese aceite de reserva significa que estamos listos para que no se apague la luz en ningún momento, debemos saber cargar y llevar en la vida lo que es valioso, y que nos podrá salvar y resolver la necesidad apremiante que nos permite trascender.
La luz nunca se debe apagar cuando se está en espera de quién es la luz.
Hay quienes van haciendo o viviendo cosas oscuras en intenciones, con falta de rectitud y de bien, y por lo tanto abonan a la oscuridad privándose del aceite que garantiza la luz. Y después de haber caminado con descuidos, imprudencias y mal, todavía quieren quitarle el aceite de la Luz a quienes se han esforzado en almacenar ese aceite valioso de la vida que garantiza la luz y el sabor de la vida. ¡Hay que estar atento siempre al ladrón vestido de mil formas que quiere arrebatar lo ganado!
No es justo querer quitarle la fuente de la Luz, como la botella de aceite, que llevan las Vírgenes previsoras y prudentes.
Quienes son descuidadas y no han sido previsoras tienen que asumir su propia responsabilidad de poderse encontrar con la puerta cerrada para entrar con su Señor , simplemente porque no les importo prepararse.
La prudencia es lo que nos debe guiar en sabiduría.
Actuar siempre de la mejor manera con trascendencia desde lo prudencia.
A la sabiduría se le debe amar, buscar y desear porque se aventaja en mucho en la vida, con mirada amplia y profunda, que sabe ver para donde afianzarse y que extravíos evitar.
El espíritu de Dios conduce en esa sabiduría, al pensar, intuir y reflexionar , porque sabe caminar la sabiduría en la luz de la verdad, del bien y del Amor. En ello la sabiduría resplandece e ilumina en esperanza; nos abre a la alegría de lo que se espera en el momento de su manifestación.
Siempre hay que procurar estar listo. No se crece ni se avanza sino se está listo y preparado.
Etiquetas