'Hijos de la ternura', editado por PPC Antonio Aradillas: "Los libros de López Baeza salmodian amor al mundo"
"Humanizar ya es evangelizar. Humanizar debe ser anterior a catequizar. Humanizar es ir dispuesto a aprender antes que a enseñar"
Las palabras “utopía” y “ternura” son términos claves en la interpretación y vida de la Iglesia en la actualidad, y pretenden definir con acierto, donosura, teología y vigencia estrictamente “franciscana”, el penúltimo libro editado por PPC, con el título completo de “Hijos de la ternura”- “Lugar de la ternura en la utopía del Reino”.
Sus 190 páginas están presididas, inspiradas y recicladas por estas palabras del papa Francisco tomadas de su encíclica “Evangelii Gaudium”: “El Hijo de Dios, con su encarnación, nos invitó a la revolución de la ternura”. Como no podía ser de otra manera, Tomás Moro, experto, y doctor por antonomasia, en “Utopías”, se siente acólito de quien llegaría a ser papa Francisco y lo manifiesta en la misma página de esta manera: “El cielo cubrirá con su manto a quien muera sin sepultura”.
Del autor del libro, Antonio López Baeza, recientemente fallecido, es obligado y ejemplarmente cristiano destacar que “fue un esforzado sacerdote y un notable escritor y poeta”. Sus libros y su testimonio de vida así lo salmodian, tal y como puede apreciarse con la lectura de ellos…. Con limpias, veraces, humildes y cálidas palabras, del libro cuya lectura aquí y ahora recomiendo, se ha escrito que, en síntesis:
”Utopía”, “Reino de Dios” y “ternura” no son tres conceptos relacionados entre sí, sino tres maneras entreveradas de decir lo mismo: solo el amor salva. Si me siento amado por un amor que plenifica mi ser, ¿qué otra salvación puedo desear? Si amo al mundo en que vivo y a todos los seres que lo pueblan con un amor de admiración, solidaridad y servicio ¿qué más preciso para ser agente de gozo del Reino prometido? El que así es amado y así ama, comprometido con la misma tarea que Dios realiza en el mundo, no tardará en dar cuenta de que el tiempo, nuestro tiempo, humano, está preñado de eternidad”.
"El que es amado y ama, comprometido con la misma tarea que Dios realiza en el mundo, no tardará en dar cuenta de que el tiempo, nuestro tiempo humano, está preñado de eternidad"
Del capítulo 11 titulado “Utopía del Reino y experiencia mística”, subrayo este párrafo:
“No es imposible ver salir el sol por el ocaso, cuando se le mira con ojos agradecidos. No es imposible surcar las profundidades del océano, cuando se contempla, ensimismado, desde la orilla. No es imposible hacer propio el origen de la vida cuando una vez ha sido entregada a fondo perdido. No es imposible resucitar de entre los muertos, cuando uno ha muerto muchas veces por amor. No es imposible ser yo mismo y ser todos a una, cuando no se puede vivir sin un abrazo. No es imposible vencer todo imposible cuando la única verdad de nuestra vida es el amor…”.
De la página 111 destaco este pensamiento.“Humanizar ya es evangelizar. Humanizar debe ser anterior a catequizar. Humanizar es ir dispuesto a aprender antes que a enseñar. Humanizar es poner el bien y la justicia antes y por encima de normas, ritos y creencias…". Y para los diseñadores del Estudio de SM, también mis felicitaciones. Son merecedores.
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