Un signo de atención al diálogo
El libro, publicado por Rizzoli y presentado el 6 de octubre en la Universidad Lumsa, es un viaje entre fe, ciencia, ética y antropología, una prueba de cómo es posible dialogar entre diferentes posiciones cuando no están en las antípodas, y un testimonio de algunos de los temas que han ocupado las reflexiones del Papa emérito desde 2013.
"Es sumamente significativo -subraya a Vatican News el padre Federico Lombardi, presidente de la Fundación Ratzinger, coorganizadora de la presentación- que Benedicto XVI, en el momento en que dejó de ser Papa y, por tanto, tuvo más tiempo para reflexionar, se tomara muy en serio la petición de Odifreddi de entrar en diálogo con él. Esto es un signo de su atención al diálogo entre la fe, la razón y la ciencia, y de la actitud muy dispuesta y abierta con la que siempre lo ha vivido".
Lombardi: "Es significativo que Benedicto, una vez emérito, se tomara muy en serio la petición de Odifreddi de entrar en diálogo con él. Esto es un signo de su atención al diálogo entre la fe, la razón y la ciencia, y de la actitud muy dispuesta y abierta con la que siempre lo ha vivido"
El nacimiento de una amistad
En 2011, Odifreddi escribió una carta abierta a Benedicto XVI comentando la "Introducción al cristianismo", un volumen histórico que Joseph Ratzinger escribió como teólogo en 1968. Un primer intento de obtener una respuesta fue infructuoso hasta que en 2013, tras su renuncia y a través del secretario del Papa emérito Georg Gänswein, que también estuvo presente en la presentación del libro, Benedicto XVI envió a su vez una carta, iniciando una amistad entre ambos. "Una hermosa amistad" que supone "una rara dimensión" entre dos posturas diferentes en la que "hay diálogo y no se pelea", en la que "se encuentran ideas y no se demoniza al adversario", explicó monseñor Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida. "Creo que la lección puede ser ésta -explicó Piergiorgio Odifreddi-, que si incluso un Papa y un ateo pueden estar tranquilos amigablemente en una conversación, significa que tal vez en la vida uno también puede comportarse así".
Piergiorgio Odifreddi: "Creo que la lección puede ser ésta, que si incluso un Papa y un ateo pueden estar tranquilos amigablemente en una conversación, significa que tal vez en la vida uno también puede comportarse así"
La cercanía en el luto
Lo que sorprende en la evolución de la correspondencia entre ambos es la evolución de los temas. Al principio, la confrontación era entre ciencia y fe, señala Odifreddi, luego, con el paso del tiempo, "fue inútil continuar las 'escaramuzas' sobre estos temas", y se pasó a otros temas, como la lógica, la vida y la muerte.
Fue precisamente en el tema de la muerte donde se produjo la mayor convergencia entre ambos. El Papa emérito había pedido a Odifreddi la opinión de ateo sobre la muerte y el matemático escribió una carta que calificó "teórica". Luego, en 2020, el año de la pandemia, fallecieron tanto el querido hermano de Benedicto, Georg Ratzinger, como la madre de Odifreddi. "Ese fue el momento más cercano", explicó, cuando dos personas conocen el mismo dolor por la pérdida de sus seres queridos.
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