A propósito del libro de Fernando Millán Romeral, 'San Tito Brandsma y los sacerdotes mártires de Dachau' De lager a santuario del martirio del siglo XX

Fragmento de la portada del libro de la editorial  Encuentro
Fragmento de la portada del libro de la editorial Encuentro

A propósito de Fernando Millán Romeral, San Tito Brandsma y los sacerdotes mártires de Dachau, Madrid: Ediciones Encuentro, 2024, 154 pp.

"Escrito con el corazón en la mano, este libro promete ser un esbozo de quizá una futura teología cristológica y espiritualidad del martirio, teniendo a san Tito Brandsma como guía y compañero"

"Más que amena, la lectura de este libro es inquietante y nos anima a que sigamos planteando la cuestión perenne de la teodicea acerca de la realidad del mal dentro de la creación del Dios del Amor"

No es este un libro más sobre el carmelita holandés, destacado académico y mártir del siglo XX, san Tito Brandsma. No dudo en calificarlo como una obra original. Tito Brandsma no es el biografiado. Más bien es el prisma desde el cual se contemplan las figuras de 57 sacerdotes, tanto seculares como religiosos, en el notorio campo de exterminio de Dachau.

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Quizá este no evoque tantos horrores y dolores como el otro campo, más famoso. Me refiero a Auschwitz. Mas no se puede dudar que los mismos horrores y dolores son ‘iguales’, por decirlo así, en intensidad y que junto a otros lugares de exterminio, incluso hasta estos días (y ahora estoy pensando en la diócesis de Kalookan, de mi tierra filipina, que ha sido denominada recientemente la zona cero de las ejecuciones extrajudiciales del exmandatorio filipino Rodrigo Duterte Roa). De verdad, estos campos, que son en sí varias zonas cero, siguen salpicando nuestra conciencia, tanto colectiva e individual, con manchas imborrables acompañadas de un silencio helador y conmovedor, a la vez.

No es fácil escribir sobre estos temas y de los hombres que han pasado por esos mismos lugares, sobre todo de las víctimas, de los mártires, incluso después haber sido reconocidos como tales por la Santa Madre Iglesia hasta el punto de ser elevados a los honores del altar. Pero el madrileño Fernando Millán, ex prepósito general de los Carmelitas y profesor de teología sacramentológica en Comillas, ha sabido coger el toro por los cuernos, por así decirlo.

Libro San Tito Brandsma y los sacerdotes mártires de Dachau
Libro San Tito Brandsma y los sacerdotes mártires de Dachau

Con una maestría difícil de igualar, conjugando erudición con un estilo literario ameno, Millán, en este libro bien documentado pero no cargado con referencias eruditas, en primer lugar, contextualiza su narrativa. Habla de Dachau, cerca de Munich, en donde se había construido el primer campo de concentración. Por esta razón, podría afirmarse con razón que Dachau es el verdadero punto zero (y no su ‘homólogo’ polaco). Millán contextualiza su historia, desde la introducción y el primer capítulo, desde la clave del rechazo, pues todos los rechazados por el ‘nuevo orden mundial nazista’, es decir, los judíos, homosexuales, gitanos, mentalmente discapacitados, etc. Leyendo estas páginas, se nos recuerda que el lager es un lugar de rechazos. En este caso concreto, 206.206 de estos rechazados pasaron por Dachau. De este número, más de 40.000 perdieron la vida.

Tito Brandsma, el más celebre de los sacerdotes internados en Dachau, tuvo varios ‘compañeros’, por así decirlo. Entre ellos, sacerdotes ya beatificados y los que están esperando este reconocimiento oficial de la Iglesia. Son compañeros, aunque no estuvieron físicamente juntos o sus causas no fueron introducidas bajo el mismo rótulo, pues ‘el mártir se incorpora al martirio de Cristo y en él incorpora también a toda la humanidad sufriente necesitada de redención y salvación’ (p.9). He aquí el hilo conductor de los diez capítulos de esta obra, con 2 apéndices y una bibliografía nutrida.

Tito Brandsma
Tito Brandsma

Ciertamente, Millán no escribe como historiador frío ni como un hagiógrafo consagrado. Escribe como teólogo. Quizá como teólogo de la historia introduciendo la historia en un discurso de espiritualidad tomando como clave, como ya hemos dicho, la figura más famosa de su hermano de religión, Tito Brandsma, para regalarnos vistas del enfrentamiento entre la Iglesia y el naciosocialismo (capítulo II).

Pasa después a enumerar a los clérigos presentes en Dachau (capítulo III) con la finalidad de hacer una teología de su vida sacerdotal, en clave litúrgica y pastoral en aquellas circunstancias dramáticas (capítulo IV). En el quinto capítulo, se nos narra la ordenación dramática de Carlos Lessner pasando después al significado ecuménico de este lager en el capítulo VI. Millán escribe después de la epidemia de tifus, que es un gran ejemplo de la caridad, que es la esencia del martirio, en el séptimo capítulo para recapitular de alguna manera su visión teológica acerca del sentido cristológico y eclesial del martirio como incorporación a Cristo (capítulo VIII).

San Tito Brandsma 2
San Tito Brandsma 2

De ahí todo fluye hacia una espiritualidad indudablemente carmelitana y universal, que ha de ser testimonio, recalcando el sentido original de la palabra ‘mártir', que es testigo, pues lo que tenemos a mano, como dato fehaciente de la historia, es el testimonio (capítulo IX) hasta la cumbre, por decirlo así, en que el testimonio sublime del derramamiento de sangre se ‘sacramentaliza’ en un santuario hecho por los hombres, es decir, en el Carmelo de la Preciosa Sangre de Dachau (capítulo X), cuyo significativo simbólico merecería más ríos de tinta que los dedicados por el autor de este meritorio libro que estamos reseñando.

Escrito con el corazón en la mano, este libro promete ser un esbozo de quizá una futura teología cristológica y espiritualidad del martirio, teniendo a san Tito Brandsma como guía y compañero. Este esbozo claramente tiene proyecciones eclesiológicas al reflexionar acerca de la presencia carmelitana en Dachau, algo que había sido rechazado en su Auschwitz. Pero las lecciones perduran. En Dachau, para esta cristología en ciernes, no podía faltar María, la Virgen de Dachau (pp. 137-142).

Que esta inquietud, intelectual y espiritual a la vez, nos empuje hacia medidas concretas para que hechos malévolos de tal magnitud no vuelvan a repetirse

Más que amena, la lectura de este libro es inquietante y nos anima a que sigamos planteando la cuestión perenne de la teodicea acerca de la realidad del mal dentro de la creación del Dios del Amor. Que esta inquietud, intelectual y espiritual a la vez, nos empuje hacia medidas concretas para que hechos malévolos de tal magnitud no vuelvan a repetirse. Escribo estas reflexiones a la luz del arresto reciente del exmandatorio filipino Rodrigo Duterte Roa y el comienzo de un proceso contra él ante la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad cometidos en pleno siglo XXI.

Este nuevo libro de Millán, más que un paseo por la historia o una obra de teología de historia y de la espiritualidad, de la mano de san Tito Brandsma, es un reto que nos debe despertar constantemente de nuestro letargo. Es esta una inquietud santa, sensata y saludable. Quien quiera experimentar esta misma inquietud, en un mundo que se ha vuelto lamentablemente insensible a los dolores y horrores causados por sistemas opresivos que siguen operándose hoy en día, debería al menos echar un rápido ojeo a esta nueva obra de Fernando Millán Romerales.

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