¿Es la pandemia el signo del tercer tiempo anunciado en la profecía? 'La revelación del Apocalipsis', una interpretación de Mauricio Vincello
Dunken publica 'La revelación del Apocalipsis. Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a la luz" (Mc. 4:22)', de Mauricio Vincello
Una "humilde interpretación" de la revelación para llegar al corazón de los lectores, en palabras del autor
| Editorial Dunken
"Apocalipsis es un libro de índole profética donde el autor, Mauricio Vincello, busca por medio de una humilde interpretación de la Escritura llegar a las mentes y a los corazones de los lectores".
El autor comenta su obra
En el libro de Apocalipsis (Ap) se encontrarán con tres tiempos, de los cuales dos ya se han consumado.
El primer tiempo corresponde a la primera caída de Jerusalén y su templo, en el año 587 a.C., a manos del imperio babilónico, cumpliéndose el primero de los "ayes". "El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después de esto" (Ap.9:12).
El segundo tiempo, segundo "ay", lo ejecutó el imperio romano, teniendo lugar en el año 70 d.C., con la segunda caída de Jerusalén y su templo.
"El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto" (Ap.11:14)
Mientras tanto la palabra profética del Apocalipsis nos anunció un tercer tiempo, un tercer "ay", que no ha sido descrito en el libro, pero sí revelado su símbolo, el cual se está llevando a cabo en todo el planeta Tierra desde el inicio de la pandemia con el Covid-19.
Así nos lo manifestó Apocalipsis 20:7-9: "Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar.
Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió."
El covid-19 le puso luz al símbolo que por tantos años permaneció oculto en tinieblas, a la espera de ser revelado, Satanás está suelto engañando a las naciones del mundo.
El virus pandémico resultó ser la señal, convirtiéndose en un evento a escala mundial jamás acaecido en toda la historia de la humanidad.
Un virus cubriendo los cuatro ángulos de la Tierra, norte, sur, este y oeste secuestró al género humano con el más temible de los miedos, la muerte.
Pero confiad, Cristo con su sacrificio en la cruz venció al mundo, al pecado, a la muerte y al infierno.
"[...] Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y fin" (Ap.21.6), para un nuevo pricncipo, en "un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más" (Ap21:1).
"Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primera cosas pasaron" (Ap.21:4). Dios los bendiga, porque anunciando las buenas nuevas aumentamos la fe y hallamos esperanza.