Comentario al Evangelio del domingo Mons. Ojea: en Argentina, “discutimos poder, no discutimos proyecto de Nación”
“Ellos concebían a Jesús como un Mesías que les iba a dar el poder, el poder concreto, el poder temporal”
"Lo que viene a traer Jesús, no la lógica de la ideología sino la lógica del servicio”
"Caemos solo en la trampa de las discusiones de poder, sin animarnos a pensar juntos lo esencial, hacia dónde vamos”
"Caemos solo en la trampa de las discusiones de poder, sin animarnos a pensar juntos lo esencial, hacia dónde vamos”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
A veces no nos interesamos por lo que los otros nos dicen, por muy importante que pueda ser. En el Evangelio de este domingo, Mons. Oscar Ojea reflexiona sobre la actitud de los discípulos ante las palabras del Señor Jesús, que “abre el corazón a sus apóstoles como un verdadero amigo y les dice: ‘voy a ser entregado en manos de los hombres, me van a matar y al tercer día voy a resucitar’”.
El presidente del episcopado argentino nos hace ver que “mientras el Señor está confiando esta realidad trágica que él va a vivir, sus amigos comienzan a hablar de otra cosa, no le quieren preguntar sobre este tema, entre ellos comienzan a preguntarse quién va a ser el más importante en el Reino. Empiezan a discutir poder”.
Según el obispo de San Isidro, “ellos concebían a Jesús como un Mesías que les iba a dar el poder, el poder concreto, el poder temporal”. El prelado argentino insiste en que “entonces aparece la vanidad de cada uno, quien va a ocupar el primer lugar, aparecen las comparaciones, aparece el creerse superior al otro, esta cosa tan humana... Ellos lo siguen a Jesús, todavía por una ideología”.
Frente a eso, “Jesús les propone el servicio, el servicio que supera a toda ideología: ‘entre ustedes el primero debe ser el último de todos y el servidor de todos el que quiera ser el primero que sea el último de todos y el servidor de todos’”, afirmando que “lo que viene a traer Jesús, no la lógica de la ideología sino la lógica del servicio”.
El presidente del episcopado reflexionó a la luz del Evangelio sobre la realidad argentina, donde “también discutimos poder, no discutimos proyecto de Nación, no discutimos a dónde vamos, no pensamos a dónde tenemos que ir, no nos podemos poner a pensar juntos, sino que discutimos poder, poder mediático, poder económico, poder político”, insistiendo en la concordancia de la actitud de los apóstoles y lo que se vive en el país.
Como ocurrió con Jesús, que “se desangraba tratando de comunicarse con ellos para que lo entendieran”, frente a la lucha de poder de los discípulos, Mons. Ojea afirmó que “también muchas veces nosotros -y también en la Argentina- caemos solo en la trampa de las discusiones de poder, sin animarnos a pensar juntos lo esencial, hacia dónde vamos”. Finalmente pedía la luz del Señor “en este tiempo tan difícil, tan complejo” y junto con eso, “que la Virgen nos cuide y nos tenga de su mano”.