Los peligros que amenazan a la Amazonía brasileña son cada vez mayores. La Iglesia de la región y los obispos son conscientes de ello. Por eso, los obispos de la Amazonía brasileña, a través de la REPAM-Brasil y de la Comisión Episcopal para la Amazonía, lanzaron este viernes, 5 de noviembre, un vídeo con un llamamiento a los líderes mundiales presentes en la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26).

En el vídeo aparecen obispos que desarrollan su misión en la Amazonía, nacidos en diferentes países, que en su lengua materna lanzan este llamamiento a la comunidad internacional, buscando la protección de la Amazonía y la presión internacional sobre el gobierno brasileño para que asuma compromisos efectivos "en defensa de los pueblos originarios, la selva y las aguas de la Amazonía", según Mons. Erwin Kräutler, presidente de la REPAM-Brasil. Les insta a "escuchar el grito de los pueblos, las aguas y la selva de la Amazonía".

Obispos que están en la Amazonía, como el español Jesús María López Mauleón, obispo de la Prelatura de Alto Xingu - Tucumã (PA); el italiano Adriano Ciocca, obispo de la Prelatura de São Félix do Araguaia (MT); el francés Dominique Dennis, obispo de la Diócesis de Santíssima Conceição do Araguaia (PA); el irlandés Derek John Byrne, obispo de la Diócesis de Primavera do Leste - Paranatinga (MT); el alemán Norbert Foerster, obispo de la Diócesis de Ji-Paraná (RO); el polaco Marcos Piatek, obispo de la Diócesis de Coari; el austriaco, naturalizado brasileño, Erwin Kräutler, obispo emérito del Xingu (PA); el brasileño Roque Paloschi, arzobispo de Porto Velho (RO); y el indígena salesiano Tuyuka, Padre Justino Sarmento Rezende, dicen estar con el Papa Francisco y atentos a la COP26.

Junto con el Papa Francisco piden "compromisos urgentes y audaces de la COP26 para combatir el cambio climático y proteger nuestra querida Amazonía", y junto con ello que "la COP26 escuche y se comprometa con el clamor de la madre tierra y de los pobres que sufren los efectos del cambio climático, especialmente en nuestra querida Amazonía".

Una petición, un grito, un llamamiento a los "líderes de todo el mundo que están discutiendo los caminos de la sostenibilidad ecológica, las soluciones para reducir el efecto de los gases de efecto invernadero y los acuerdos de cooperación intergubernamental destinados a proteger las comunidades y los ecosistemas", según el vídeo.

Una vez más nos encontramos con una Iglesia profética, comprometida con la Amazonía y sus pueblos, con la vida que se destruye lentamente por la codicia de una economía que mata y sólo quiere satisfacer a los que tienen el poder.