Fe... Confiar
El Señor te dice: “Ven, sígueme”
| Gemma Morató / Hna. Ana Isabel Pérez
En muchas ocasiones utilizamos palabras con facilidad, pero otra cosa es que esas palabras tengan contenido y den sentido en la propia vida. Quizás es fácil tirarse a la piscina, poner la confianza en ese salto porque sabes que puedes y lo lograrás, tienes esa seguridad que te ayuda incluso a cerrar los ojos y atreverte.
A veces en las relaciones humanas precisamente confiar no es tan fácil, pero si se da, sin duda, que es un buen regalo, y no solo eso, sino que se tiene que cuidar e “ir regando” esa confianza para que sea sólida, se fortalezca, crezca. En nuestros días más grises y en los soleados, siempre estará a nuestro lado esa persona con la que sabemos que verdaderamente podemos contar, en lo más adentro de nosotros mismos, sí que se siente la confianza del otro. Quizás no sean muchas pero aquí no se trata de número, porque lo que vale verdaderamente la pena es esa persona a la que puedes abrazar para reír y llorar, que sabes que siempre estará, en quien la confianza es total.
Hace poco vi una película que me llegó al corazón, en la que precisamente los protagonistas van realizando un camino mutuo en el que se llega a alcanzar la confianza en el otro, no exenta de obstáculos pero ahí está la parte frágil de la propia humanidad.
Quizás es la hora de poner la vida en sintonía con Dios. Hay Alguien a quien podemos decirle: “Pongo mi confianza en ti. Tú no me dejarás”. El Señor te dice: “Ven, sígueme”.
Mi confianza
Si un día perdiera
Mi calma y mi paz
Tú sabrías qué hacer
Y cómo ayudar.
Si perdiera la fe
Tendría en ti
Algo en lo que creer.
Pongo mi confianza en ti,
Tu no me dejarás,
Nunca me traicionarás,
Dos impulsos y un solo ser
Haciéndome pensar
Que puedo mantenerme en pie,
Nunca perderé mi confianza en ti,
Nunca perderé mi confianza en ti.
Tu aliento me llevó
Al abrigo del mal,
Lejos de la traición,
De tanta falsedad,
El tiempo inútil y gris
No inyectará
Nunca su veneno mortal...
Pongo mi confianza en ti,
Tú no me dejarás
Y tienes tanto que decir,
Dos impulsos y un solo ser
Haciéndome creer
Que puedo mantenerme en pie.
Nunca perderé mi confianza en ti. (Luz Casal)
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