| Gemma Morató / Hna. María Nuria Gaza
Son muchos los pueblos que celebran sus fiestas coincidiendo con la festividad de Nuestra Señora de la Asunción. María, la madre de Jesús tiene una relevancia especial en la devoción del pueblo cristiano. Son muchas las iglesias y santuarios dedicados a María. No podía ser de otra manera. Ella es la medianera de todas las gracias, la mujer abierta completamente a la voluntad de Dios. Su sí incondicional al querer de Dios, su hágase a la propuesta del ángel la ha hecho modelo único para la vida cristiana.
En los Pirineos orientales hay un santuario muy frecuentado por catalanes y franceses. Es el santuario de Nuestra Señora de Nuria, cuya fiesta se celebró ayer, 8 de septiembre, día en que la Iglesia celebra la Natividad de Nuestra Señora, con tantas advocaciones por toda la geografía.
El paisaje es muy bello y todo invita a elevar el espíritu hacia el cielo. Nuria, en árabe “luminosa”. ¿Y quién cómo criatura es más luminosa que María?
Pidamos a la madre de Jesús que nos ilumine en nuestro caminar con firmeza en nuestra vida cristiana. Que ella sea nuestra intercesora y nuestra guía.