El Señor hace salir el sol sobre buenos y malos

Santidad
Tu y yo, ricos y pobres, gente bien o marginados, todos estamos llamados a la santidad. El paraíso no está lleno solamente de almas puras como ángeles, sino de hombres y mujeres que han tenido la humildad de reconocerse pecadores, como dice con tanta frecuencia el Papa Francisco: “Todos somos pecadores”, a todo pecado misericordia. Esto es lo que nos repite constantemente el Papa desde su elección y actualmente más en este Año de la Misericordia.

El cielo está lleno de personas que se han dejado amar por Dios y que a pesar de sus limitaciones han querido seguir fieles a los compromisos bautismales; por consiguiente nadie puede sentirse excluido de ser hijo de Dios y de estar llamado a la santidad: “Sed perfectos como mi Padre celestial es perfecto” (Ma 5, 48). Pensemos en los santos que fueron no sé si grandes pecadores pero si pecadores: San Agustín, Ignacio de Loyola, Carlos de Foucauld, y en los evangelios tenemos a Magdalena, la pecadora pública y San Pedro primer papa, que negó a Jesús, todos forman con tantos desconocidos el coro de los santos.

Así que no podemos poner en duda que Dios Padre nos quiere santos y nos da los medios para conseguirlo. Lo único que tenemos que hacer es poner una confianza ilimitada a su bondad, y por supuesto hacer un esfuerzo para ser fieles a su querer. Él hace salir el sol, sobre buenos y malos (Cfr. Ma 5,45). ¿Qué es el sol sino la luz de su gracia? Texto: Hna. María Nuria Gaza.
Volver arriba