En un internado de niños indígenas situado a unos 18 kilómetros al sur de Perth Australia juzga a un cura retirado por abusar sexualmente de una niña en la década de 1980
Acusado de veinte delitos de abusos físicos y sexuales perpetrados contra una niña de nueve años a finales de la década de 1980
Los supuestos hechos sucedieron cuando el religioso retirado Raymond Hervern trabajaba en la misión de Rossmoyne, un centro educativo e internado de niños indígenas situado a unos 18 kilómetros al sur de Perth
El sacerdote retirado afronta 14 delitos por trato indecente a una persona menor de 14 años
El sacerdote retirado afronta 14 delitos por trato indecente a una persona menor de 14 años
| RD/Efe
Un sacerdote católico retirado, de 82 años, compareció este lunes ante un tribunal de la ciudad australiana de Perth, en el suroeste, donde fue acusado de veinte delitos de abusos físicos y sexuales perpetrados contra una niña de nueve años a finales de la década de 1980.
Los supuestos hechos sucedieron cuando el religioso retirado Raymond Hervern trabajaba en la misión de Rossmoyne, un centro educativo e internado de niños indígenas situado a unos 18 kilómetros al sur de Perth, donde sirvió hasta 1991.
Durante la vista acusatoria celebrada hoy en el Tribunal de Magistrados de esta urbe, Hervern no tuvo que declararse respecto a los delitos que se le imputan y obtuvo la libertad provisional hasta la próxima comparecencia, en septiembre, informa la cadena pública australiana ABC.
El sacerdote retirado afronta 14 delitos por trato indecente a una persona menor de 14 años, así como dos por amenaza de lesionar o causar perjuicios para obligar a una persona a realizar un acto, dos por agresión ilegal y dos por agresión con lesiones, de acuerdo a un comunicado publicado el domingo por la Policía de Australia Occidental para anunciar su detención.
La Policía de esta jurisdicción, cuya capital es Perth, alega que las agresiones físicas y sexuales comenzaron a ocurrir en 1986 cuando la víctima, quien asistía a la misión, tenía nueve años de edad, y se extendieron hasta el siguiente año.
El proceso contra Hevern se enmarca en las investigaciones que realizó durante cinco años una Comisión Real, creada en 2012, para investigar la respuesta de las instituciones públicas, religiosas, sociales, comunitarias y deportivas que datan desde la década de 1950 a las denuncias de pederastia contra decenas de miles de menores.
Esta comisión señaló en un informe final, presentado a finales de 2017, que estos casos constituyeron una "tragedia nacional" y ordenó una serie de indemnizaciones.
En el ojo del huracán de estas investigaciones estuvo la Iglesia católica australiana, donde unos 1.900 sacerdotes, curas y otros de sus miembros, entre ellos 93 altos cargos, fueron vinculados a unas 4.500 denuncias de abusos sexuales contra menores entre 1980 y 2015.
Una de las figuras más prominentes de la Iglesia católica de Australia que afrontó acusaciones por abusos sexuales a menores en la década de 1990 fue el fallecido cardenal George Pell, el ex número tres del Vaticano.
Pell fue condenado en 2018 y posteriormente absuelto en 2020 por el Tribunal Superior del país, después de que pasara 13 meses en prisión, al considerar que "las pruebas no establecieron la culpabilidad con el nivel de rigurosidad requerida".
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