"Los líderes del mundo deben cambiar su mentalidad" Cardenal Sako: "La pandemia no es un castigo de Dios"
"La pandemia es el resultado del mal comportamiento de los seres humanos hacia el medio ambiente y la vida, y de su búsqueda desesperada de dinero, que alimenta la proliferación de armas y prepara nuevas guerras"
Lo ha dicho el cardenal Raphael Louis Sako, Patriarca de Babilonia de los Caldeos, en la homilía de la celebración litúrgica que ha presidido la tarde del domingo 31 de mayo en la iglesia dedicada a San Pablo
Incluso en la pandemia – ha añadido el cardenal iraquí - los creyentes pueden "confiar en Dios, nuestro Padre", y abrazar "el sufrimiento de nuestros hermanos que sufren las consecuencias del contagio"
Incluso en la pandemia – ha añadido el cardenal iraquí - los creyentes pueden "confiar en Dios, nuestro Padre", y abrazar "el sufrimiento de nuestros hermanos que sufren las consecuencias del contagio"
(Agencia Fides).- La pandemia del Covid 19, que ha sembrado el dolor y el miedo en toda la familia humana, “no es un castigo de Dios, sino el resultado del mal comportamiento de los seres humanos hacia el medio ambiente y la vida, y de su búsqueda desesperada de dinero, que alimenta la proliferación de armas y prepara nuevas guerras”.
Así lo ha dicho el cardenal Raphael Louis Sako, Patriarca de Babilonia de los Caldeos, en la homilía pronunciada durante la celebración litúrgica que ha presidido la tarde del domingo 31 de mayo en la iglesia dedicada a San Pablo situada en Bagdad, en el barrio de al-Zaafraniya, al concluir la maratón de oración mariana convocada por el papa Francisco durante el mes de mayo para invocar el fin de la crisis por la pandemia.
“Ante la emergencia de la pandemia”, ha subrayado el Patriarca, “los líderes del mundo deben cambiar su mentalidad, asumir sus responsabilidades y hacerse cargo del futuro de la humanidad y del cuidado de la naturaleza”. Los creyentes – ha seguido explicando el Primado de la Iglesia caldea en su homilía - reconocen que Dios ama a los seres humanos y quiere su salvación, y rechazan la idea de que el mal y el dolor sean ‘castigos’ queridos por el Todopoderoso.
Incluso en la pandemia – ha añadido el cardenal iraquí - los creyentes pueden “confiar en Dios, nuestro Padre”, y abrazar “el sufrimiento de nuestros hermanos que sufren las consecuencias del contagio”. Según el Patriarca, Dios mismo, “quiere que incluso mientras estamos angustiados sintamos su cercanía amorosa hacia nosotros, y que nos sintamos cada vez más atraídos hacia Él”. El Patriarca, al concluir su homilía, ha invitado a todos a encomendarse a la intercesión de María, nuestra madre, que nos ama y es nuestra esperanza”.
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