"El sínodo ha producido un cambio cultural, una mutación, como un Vaticano III" Cardenal Vesco: “Habrá un antes y un después del papa Francisco. Y no habrá marcha atrás"

Vesco, de blanco, detrás de Radcliffe, también como el hábito dominico
Vesco, de blanco, detrás de Radcliffe, también como el hábito dominico RD/Captura

Reconoce que su contacto personal con el Papa es prácticamente inexistente, pero de lo que no cabe duda es de que Francisco sabe a la perfección quién es este abogado francés de 62 años, reconvertido a los 33 en fraile dominico, y a quien, a los tres años de nombrar arzobispo de la emblemática (no por número, sino por significado) sede de Argel, acaba de crear cardenal en el consistorio del pasado 7 de diciembre

Para Jean-Paul Vesco, "mi relación con el Santo Padre es sobre todo espiritual. Comparto el proyecto que tiene para la Iglesia"

"Para mí una cosa está clara: habrá un antes y un después del 'Papa Francisco'. No habrá marcha atrás, independientemente de su sucesor"

Reconoce que su contacto personal con el Papa es prácticamente inexistente, pero de lo que no cabe duda es de que Francisco sabe a la perfección quién es este abogado francés de 62 años, reconvertido a los 33 en fraile dominico, y a quien, a los tres años de nombrar arzobispo de la emblemática (no por número, sino por significado) sede de Argel, acaba de crear cardenal en el consistorio del pasado 7 de diciembre. Pero si el contacto personal es esporádico, la sintonía es grande. Y, para Jean-Paul Vesco, "mi relación con el Santo Padre es sobre todo espiritual. Comparto el proyecto que tiene para la Iglesia", declara en entrevista recogida por Catch.ch

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No se les ocurra buscar su escudo episcocal. No lo hallarán. "Como el beato Pierre Claverie o Monseñor Teissier, ex arzobispo de Argel, no elegí un escudo porque para mí representa un signo de nobleza. Sin embargo, convertirse en obispo no es ingresar a una casta superior. Mi título nobiliario es ser hermano y merecerlo", proclama, de ahí que, queriendo hacerse uno con el pueblo que pastorea, le faltó tiempo tras su nombramiento como arzobispo para nacionalizarse argelino. Y así se siente, "¡argelino!".

"Soy francés de nacimiento, pero recibí este cardenalato como argelino. Me dijeron que el Papa dijo: 'Ahora tenemos un cardenal argelino'. Así es como debe interpretarse. No son sólo palabras: tengo la nacionalidad argelina. Esto es importante: este cardenalato es un honor para muchos argelinos". Y de hecho fue recibido por el presidente de la República, lo que es "una gran señal de reconocimiento".

El cardenal Jean-Paul Vesco
El cardenal Jean-Paul Vesco EFE

Y en ese país musulmán, que vivió pocas hace décadas períodos turbulentos que llevaron al martirio, por ejemplo, en 1996, a los monjes franceses de Thiberine, el neocardenal Vesco quiere "vivir una Iglesia más sinodal y, por tanto, implicar más a los laicos, a pesar de que la columna vertebral de nuestra Iglesia sigue estando compuesta principalmente por religiosos, religiosas y sacerdotes".

Una sinodalidad en la que el reciente Sínodo le ha permitido profundizar más, aunque, reconoce, esa forma de ser y hacer Iglesia, "me acompaña desde hace mucho tiempo". "Para mí, una de las grandes lecciones de este sínodo es que condenó cualquier posibilidad de un nuevo concilio según el modelo del Vaticano II. Hoy ya no se aprobaría un concilio compuesto únicamente por obispos", afirma el cardenal dominico, quien recibió los atributos cardenalicios revestido con el hábito blanco de los hijos de Santo Domingo de Guzmán.

Vesco, con el hábito blanco dominico y el birrete rojo de cardenal
Vesco, con el hábito blanco dominico y el birrete rojo de cardenal RD/Captura

"La cultura de la sinodalidad se está extendiendo y el Sínodo sobre la Familia marcó una ruptura. Este fue el primero en el que se hicieron preguntas a los bautizados. Entonces las cosas se aceleraron: ahora los laicos –hombres y mujeres– tienen derecho a votar durante un Sínodo. Nos damos cuenta de que, en la Iglesia como en el mundo, cuanto más compartimos responsabilidades, más encontramos para compartir. Para mí una cosa está clara: habrá un antes y un después del 'Papa Francisco'. No habrá marcha atrás, independientemente de su sucesor", señala en relación a la impronta dejada por los cambios puestos en marcha por Bergoglio en, por ejemplo, abrir la participación en los sínodos a los laicos, también mujeres, y darles palabra y voto. 

Frente a la desilusión que en algunos causó el que se esquivase en la segunda fase de la asamblea sinodal el tema del papel y lugar de la mujer en la glenas, por ejemplo, respecto a la posibilidad de ser ordenadas diaconisas, esto no hace mella en la confianza que Vesco tiene en el proceso sinodal y las puertas que ha dejado abiertas.

Cambio cultural con respecto a la mujer

"No soy una de esas personas que esperaban que el Sínodo tomara una decisión importante sobre un tema específico. Pero se ha producido un cambio cultural, una mutación, como un concilio Vaticano III".

"Estando en Roma para visitar los dicasterios en visita ad limina con los obispos de mi región -confiesa el dominico-, me conmovió el alma adicional que aporta la presencia de mujeres en los más altos niveles de responsabilidad (secretaria, subsecretaria, jefatura…). La Iglesia ya no podrá prescindir de la complementariedad entre hombres y mujeres".

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