El párroco de Lampedusa denuncia la situación que viven cientos de migrantes en el muelle Lampedusa Carmelo La Magra: “La inmigración se utiliza como instrumento de propaganda política y nadie aporta una solución"
La ausencia de barcos de rescate en alta mar y “el terrible papel” que juegan los guardacostas libios, resumen, según don Carmelo, la pésima gestión en política migratoria de Italia.
"En política migratoria, ee habla de defensa y protección, pero nunca de rescate, de acogida real y del bien de los migrantes. Nadie propone soluciones reales", lamenta el párroco.
| Jordi Pacheco
"Pedimos que se saque a la gente de Lampedusa y que nos organicemos para que no se repita lo ocurrido en los últimos días, con cientos de personas hacinadas en el muelle en condiciones higiénicas precarias, sin posibilidad de cobijo y alimentación adecuada, sin instalaciones sanitarias. La acogida, aunque sea temporal, debe hacerse de la mejor manera posible".
Así de contundente se ha pronunciado en SIRCarmelo La Magra, párroco de Lampedusa, en relación con la situación migratoria que se vive en esta isla italiana a raíz de la llegada de más de 2.000 personas migrantes durante los últimos días. En este momento hay 1.725 personas esperando ser trasladadas a barcos de cuarentena o a transbordadores regulares a Sicilia. Pero desde hace dos noches cientos de personas se ven obligadas a dormir en el muelle de Favaloro.
En este contexto, los voluntarios de la parroquia de San Gerlando y del Comité de "Solidaridad con Lampedusa" han distribuido agua, zumos de fruta y mantas térmicas y han denunciado las malas condiciones de acogida.
En el muelle en terribles condiciones higiénicas
"Ayer, 200 personas pernoctaron en el muelle, en pésimas condiciones higiénicas —lamenta La Magra—. Sólo hay dos aseos, pero son inservibles porque nadie se ocupa de limpiarlos. La gente se vio obligada a orinar en botellas de plástico, a dormir en medio de la basura. El día anterior había 600 personas, hacinadas en una franja de hormigón, sin posibilidad de moverse y sin comer ni cenar, sólo algunas galletas o bocadillos mientras esperaban los traslados. Esperamos que no pasen otra noche allí".
Ancora 200 persone #migranti hanno passato la notte sul #molofavaloro a #Lampedusa in condizione igieniche indescrivibili e con i servizi igienici inutilizzabili, costretti ad urinare in bottiglie di plastica. #sbarchi#governodeimigliori#vergognapic.twitter.com/2xdBslm28h
— Carmelo La Magra (@carmelolamagra) May 11, 2021
Los voluntarios asisten a las personas a su llegada, aunque durante el periodo de pandemia no se les permite conocerlas personalmente. “Sin embargo, siempre estamos con los ojos abiertos, dispuestos a dar la voz cuando se niegan los derechos esenciales —dice el párroco—, que no se cansa de denunciar la negación de derechos que sufren las personas migrantes. “Como siempre, los inmigrantes son considerados de segunda clase. Porque si sólo hubiera habido cinco italianos durmiendo en el muelle se habría desencadenado un caso político", asevera.
La ausencia de barcos de rescate en alta mar y “el terrible papel” que juegan los guardacostas libios, resumen, según don Carmelo, la pésima gestión en política migratoria de Italia. “Hasta que no cambiemos la perspectiva, nuestra manera de abordar el flujo migratorio por mar sólo producirá muertes”, asegura.
La idea de crear una sala de control entre el ministro del Interior y los ministros de Defensa, Asuntos Exteriores y Transportes confirma el mismo enfoque, erróneo, a juicio del sacerdote: “Siempre es un enfoque basado en el aspecto de la ‘seguridad’. Se habla de defensa y protección, pero nunca se habla de rescate, de acogida real y del bien de los migrantes. Nadie propone soluciones reales. La migración solo se utiliza como instrumento de propaganda política, ya sea un gobierno de derechas, de izquierdas o de coalición. No se ha aportado ninguna solución a un fenómeno previsible".
El deseo de La Magra es que Italia se convierta en el líder que demuestra que la acogida es posible. “Más que esperar las demostraciones de ayuda de los demás, Italia debe mostrar el camino”, zanja el párroco.
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