Los obispos subrayan la importancia del diálogo entre las diferentes religiones La Conferencia episcopal portuguesa expresa su "profunda consternación" tras el atentado en el Centro Ismailí de Lisboa

(Ecclesia) - La Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) expresó hoy su "profunda consternación" por el atentado ocurrido hoy en el Centro Ismailí de Lisboa, que causó dos muertos.

El comunicado de la Secretaría General de la CEP enviado a ECCLESIA indica que "nuestra cercanía orante y nuestra solidaridad se dirigen en este momento a las familias enlutadas y a la comunidad ismailí que sufren las consecuencias de un acto estremecedor".

"Reafirmamos, en esta dolorosa ocasión, la importancia que el diálogo entre las diferentes religiones asume en la construcción de la paz y el bien común de una sociedad", añade el comunicado.

El ataque se saldó con dos muertos, dos empleadas del Centro Ismaelita, y también con un herido grave, un hombre de unos 20 años, que fue trasladado al Hospital Santa María con golpes en el cuello y el pecho.

En un comunicado divulgado esta tarde, el cardenal patriarca de Lisboa, el arzobispo Manuel Clemente, lamentó "profundamente el trágico atentado", expresando "su dolor y total solidaridad con la Comunidad Ismaelita y las familias de las víctimas".

"El Cardenal Patriarca de Lisboa recuerda que mantiene con la comunidad ismaelita una estrecha relación y un permanente diálogo interreligioso, como forma de construir la paz y un mundo más justo", añade el texto enviado a ECCLESIA.

El ministro de Administración Interna, José Luís Carneiro, citado por Renascença, dijo que desea que "se haga justicia tras este trágico acto".

En declaraciones a los periodistas en la sede del Área Metropolitana de Lisboa, Carneiro dijo que los motivos del sospechoso, que fue trasladado al Hospital de São José tras haber recibido un disparo en la pierna por parte de la PSP, ya están siendo investigados por la Policía Judicial (PJ).

Sobre el sospechoso, Carneiro dijo que es "un hombre relativamente joven, con tres hijos menores, de nueve, siete y cuatro años, que fue víctima de la muerte de su mujer en Grecia, en un campo de refugiados" y que "fue reubicado en Portugal en el marco de la cooperación europea", beneficiándose del estatuto de protección internacional.