Al no poder viajar finalmente a Goma debido a la inseguridad en la zona Francisco se reunirá en la Nunciatura de Kinshasa con los niños huérfanos de las masacres en Kivu Norte
Francisco ha insistido en que ahora se incluya en la nueva programación un encuentro con las víctimas de la violencia en Kivu Norte, por lo que se reunirá en la Nunciatura en Kinshasa con ellas
El Papa podrá hablar, escuchar, atender y consolar a una cincuentena de víctimas, muchas de ellas niños huérfanos que han tenido que ver cómo sus padres eran degollados delante de ellos, pero también a mujeres violadas, hombres mutilados, antiguos niños soldados obligados a matar y a niños esclavizados en las minas
Previsto inicialmente su viaje a la República Democrática del Congo (RDC) y a Sudán del Sur para julio de 2022, esa, para Francisco, muy deseada visita se canceló debido a sus problemas de movilidad. Pero no solo. La situación de inseguridad que se vivía sobre todo en el país centroafricano también fue determinante para posponerla finalmente.
En el primer programa, estaba previsto que el Papa se desplazase hasta la ciudad de Goma, capital de la convulsa región del Kivu Norte. Allí pretendía encontrarse con las víctimas de la violencia (18.000 muertos desde 2017 debido a la descarnada violencia entre unos 130 grupos armados que se disputan el control de las inmensas riquezas naturales que les compran las grandes potencias occidentales) y celebrar una eucaristía en un campo de desplazados.
La insistencia del Papa
Pero ahora, en el nuevo programa, esa etapa ha sido suprimida porque las condiciones de seguridad no han mejorado lo más mínimo. Pero Francisco ha insistido en que ahora se incluya en la nueva programación un encuentro con las víctimas de la violencia en Kivu Norte, por lo que se reunirá en la Nunciatura en Kinshasa con ellas.
De esta manera, Francisco podrá hablar, escuchar, atender y consolar a una cincuentena de víctimas, muchas de ellas niños huérfanos que han tenido que ver cómo sus padres eran degollados delante de ellos, pero también a mujeres violadas, hombres mutilados, antiguos niños soldados obligados a matar y a niños esclavizados en las minas de los minerales que sirven para dar vida a la tecnología que disfruta el mundo desarrollado.
"Fue una gran decepción, por supuesto, que se suprimiese la etapa de Goma", dice el obispo Melchisédech Sikuli, de la diócesis de Butembo-Benii, en declaraciones recogidas por Famille Chrétienne. Pero, añade, "seguirá siendo un consuelo verle en Kinshasa. Llevamos 37 años esperando al Papa, desde la última visita de Juan Pablo II. Estoy seguro de que no dejará de mencionar el reto de la seguridad y la reconciliación en nuestra región", señaló.
"Nuestra diócesis acoge a unos diez niños cuyos padres fueron degollados delante de ellos. Esta es una pequeña muestra de los 800 escolares huérfanos que la diócesis, junto con organizaciones caritativas, apoya", añade monseñor Sikuli.