La oficina de prensa de la Santa Sede anunció el martes 30 de marzo que el papa Francisco acepta la renuncia de Antonio González Sánchez como obispo de Ciudad Victoria, México. El prelado, de 78 años, se situó en el foco de la polémica el pasado mes de febrero al asegurar, en una ceremonia religiosa, que usar la mascarilla para protegerse frente al coronavirus “es equivalente a no confiar en Dios”.
González, que concluye su mandato dos años antes de la edad límite, indicó durante la misma ceremonia que si bien el uso del “tapabocas” es necesario para evitar la propagación del virus, considera que su uso pone en duda la confianza en el todopoderoso.
El papa Francisco, por su parte, defiende el uso de la mascarilla y desde que estalló la crisis pandémica, hace poco más de un año, ha procurado dar ejemplo usándola en lugares públicos tanto al aire libre como en recintos cerrados en el territorio italiano.
“Si todos, como buenos ciudadanos, cumplimos con las disposiciones de las autoridades, esto será una ayuda para terminar con esta pandemia”, dijo Bergoglio meses atrás.
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