Prefieren llamarlo "proceso de renovación", para evitar problemas con Roma La Iglesia suiza también planea su "camino sinodal" (sin llamarlo así)
El presidente del episcopado, Felix Gmür, de Basilea, advierte de que hay que hacer algo para apagar el "fuego" de la crisis de credibilidad de la Iglesia.
“Los desertores de la Iglesia están aumentando; en algunos lugares, la frustración es enorme”, lamenta
De momento, los planes incluyen paneles sobre los abusos sexuales, los abusos de poder, el celibato obligatorio, el papel de las mujeres y la fe y la evangelización
De momento, los planes incluyen paneles sobre los abusos sexuales, los abusos de poder, el celibato obligatorio, el papel de las mujeres y la fe y la evangelización
La Iglesia Católica en Suiza está planeando un "proceso de renovación" para abordar los problemas derivados de la crisis de abusos y para recuperar la "credibilidad", anunció el Presidente de la Conferencia Episcopal de Suiza.
El presidente del episcopado, Felix Gmür, anunció el miércoles pasado que él y sus hermanos obispos habían votado por un "proceso de renovación" la semana pasada en una asamblea en Saint-Maurice.
Gmür, obispo de Basilea, dijo que el proceso abordaría temas tales como el abuso sexual, el abuso de poder, el celibato sacerdotal y la posible ordenación de hombres casados, el papel de la mujer en la Iglesia y la fe y la evangelización.
Aunque el proceso suizo tratará los mismos problemas, Gmür restó importancia a las comparaciones con el "camino sinodal vinculante" de la Iglesia alemana, que en los últimos días ha recibido fuertes críticas de Roma.
"Evitamos los términos 'sinodal' o 'sínodo'", dijo Gmür, explicando que estos términos tienen significados particulares en la ley canónica que no se darán en el caso suizo.
Refiriéndose a una crítica recurrente del camino sinodal alemán, Gmür rechazó la sugerencia de que el "proceso de renovación" equivale a una "forma especial" suiza.
La unidad con la Iglesia universal, una prioridad
El obispo de Basilea enfatizó que mantener la unidad con la Iglesia universal es una prioridad.
Pero dijo que se debe hacer algo para apagar el "fuego" de la crisis de credibilidad de la Iglesia.
“Los desertores de la Iglesia están aumentando; en algunos lugares, la frustración es enorme”, advirtió Gmür.
Gmür dijo que la idea preliminar para el proceso de renovación es nombrar primero un comité directivo laico compuesto por dos o tres personas, hombres y mujeres de todo el país, para elaborar un cronograma.
Se podrían convocar luego cinco paneles con diez a doce personas cada uno para debatir los problemas claves de abuso, poder, celibato, mujeres y evangelización.
Pero el obispo de Basilea advirtió que el proceso llevará tiempo: quizás dos o tres años.
"Vale la pena esperar todas las cosas buenas", explicó Gmür.
El resultado del largo período de tiempo podría ser que los obispos suizos tengan suficiente material para escribir una carta al Papa sobre las deliberaciones del proceso de renovación, agregó el obispo.
Sin mencionar que la dinámica entre los laicos y la jerarquía mejoraría, dijo Gmür.