Liudger Gottschlich: "La Iglesia tiene una responsabilidad" El Papa, con sacerdotes víctimas de abusos: "Es necesario no callarse, no dejarse silenciar de nuevo, sino mantener vivo este tema en la Iglesia"
"El Papa nos animó a hacer fructíferas nuestras propias heridas para nuestro trabajo pastoral y a intentar, en la medida de lo posible, tener un efecto sanador"
"Todos los que abusaron hace 20 o 70 años, también estaban bautizados. Por eso, el drama de los abusos en la Iglesia es mucho más amplio, y no podemos dividirlo en familias, sociedad y el resto (...). La Iglesia tiene una responsabilidad"
"Es necesario no callarse, no dejarse silenciar de nuevo, sino mantener este tema vivo en la Iglesia". El sacerdote Liudger Gottschlich sufrió abusos siendo joven por parte de clérigos en la diócesis de Paderborn. Este martes, junto a otros curas de países de habla alemana, también supervivientes de la pederastia clerical, se encontró en Casa Santa Marta con el Papa Francisco.
Un encuentro emotivo, intenso, que se desarrolló "en una atmósfera especial", según declaró el clérigo a Vatican News. "Lo encontramos muy interesado, muy abierto, pero también muy alentador y fortalecedor", dijo Gottschlich, quien fue abusado por un sacerdote a los once años y ahora trabaja como consejero para los afectados.
"En Alemania, decenas de miles de personas huyen de la iglesia por este motivo. Y les recordamos una y otra vez que esta cuestión no está zanjada", recalcó el sacerdote, quien insistió en la conversación con el Papa que "como sacerdotes que hemos sufrido abusos, nos encontramos en una situación difícil en la Iglesia".
"Fue una conversación muy íntima, muy íntima", relato el religioso de su encuentro con el Papa, a quien vio interesado y abierto, "algo que no sucede en nuestras diócesis a través de los superiores". "El Papa nos animó a hacer fructíferas nuestras propias heridas para nuestro trabajo pastoral y a intentar, en la medida de lo posible, tener un efecto sanador", recalcó.
En este sentido, el párroco calificó de "miope" y "teológicamente errónea" la visión de que los abusos se producen fundamentalmente en familias, clubes deportivos o escuelas, mientras que en la Iglesia "son sólo unos pocos". "Todos los que abusaron hace 20 o 70 años, también estaban bautizados. Por eso, el drama de los abusos en la Iglesia es mucho más amplio, y no podemos dividirlo en familias, sociedad y el resto (...). La Iglesia tiene una responsabilidad".
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