Joseph Li Shan, durante la apertura del curso académico diocesano 2023/2024 El obispo de Beijing reza para China y la Santa sede establezcan relaciones diplomáticas en breve
Una oración dirigida al Señor para que se establezcan relaciones diplomáticas “lo antes posible” entre la República Popular China y la Santa Sede
Así lo deseó el obispo Joseph Li Shan, obispo de la diócesis de Beijing, con ocasión de la solemne liturgia eucarística de apertura del año académico 2023/2024 del seminario diocesano
La misa solemne presidida por monseñor Li Shan se celebró en la iglesia del seminario diocesano el lunes 28 de agosto, pocos días antes del viaje del Papa Francisco a Mongolia
La misa solemne presidida por monseñor Li Shan se celebró en la iglesia del seminario diocesano el lunes 28 de agosto, pocos días antes del viaje del Papa Francisco a Mongolia
(Agencia Fides).- Una oración dirigida al Señor para que se establezcan relaciones diplomáticas “lo antes posible” entre la República Popular China y la Santa Sede. Así lo deseó el obispo Joseph Li Shan, obispo de la diócesis de Beijing, con ocasión de la solemne liturgia eucarística de apertura del año académico 2023/2024 del seminario diocesano.
La misa solemne presidida por monseñor Li Shan se celebró en la iglesia del seminario diocesano el lunes 28 de agosto, pocos días antes del viaje del Papa Francisco a Mongolia. En su camino hacia y desde el gran país asiático, el Papa Francisco, como es habitual, enviará telegramas a los jefes de Estado de las naciones cuyo espacio aéreo cruzará el vuelo papal, entre ellos el presidente chino, Xi Jinping.
A la celebración eucarística presidida en el Seminario por monseñor Joseph Li Shan asistieron, como concelebrantes, el padre Matteo Zhen Xuebing, canciller diocesano, y el padre Zhu Jie, secretario del Consejo para los asuntos eclesiales, junto con el rector y los sacerdotes del cuerpo docente.
Durante la homilía, monseñor Joseph Li Shan rezó “por el éxito del nuevo año académico, por los seminaristas en su búsqueda de conocimiento, por sus familias y sus benefactores, y por el rápido establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano”.
"A los seminaristas, el obispo los animó a seguir sinceramente su vocación y a tener siempre presente su propia identidad para afrontar con prontitud los problemas de la vida cotidiana"
Dirigiéndose a los seminaristas, el obispo los animó a seguir sinceramente su vocación y a tener siempre presente su propia identidad para afrontar con prontitud los problemas de la vida cotidiana. El obispo explicó que “Dios nos ha llamado y enviado a cumplir su voluntad y a nosotros a que le dedicamos nuestra vida. Para ello hay que vivir acorde con los tiempos”.
Dirigiéndose a los jóvenes que se preparan para el sacerdocio, el obispo citó el Salmo 127 (La herencia que da el Señor son los hijos; su salario, el fruto del vientre: son saetas en manos de un guerrero los hijos de la juventud. Dichoso el hombre que llena con ellas su aljaba: no quedará derrotado cuando litigue con su adversario en la plaza).
La asamblea litúrgica también rezó para que el Espíritu Santo descienda sobre el Seminario para acompañar y hacer fructífero el camino académico y vocacional de los seminaristas. El obispo de Pekín, dirigiéndose siempre a los seminaristas, retomó también las palabras de la oración de san Pablo en la Carta a los Filipenses: “Esta es mi oración: que vuestro amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad 10para apreciar los valores. Así llegaréis al Día de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús, para gloria y alabanza de Dios”.