"Vivimos una larga noche, estamos junto a los que trabajan por el bien”, señala el patriarca de Jerusalén Pizzaballa: "El Líbano corre el riesgo de convertirse en otra Gaza”
En conversación con el cardenal patriarca de Jerusalén de los Latinos, Pierbattista Pizzaballa: sigue siendo difícil ver salidas. Cuando todos levantan barreras, la Iglesia debe mantener siempre la mano tendida hacia el otro
"No me parece que las negociaciones conduzcan a nada y que haya un deseo real por parte de las partes de llegar a una conclusión. Y esto es lo que uno percibe, teniendo en cuenta además el frente del Líbano que cada vez está más caldeado. Las perspectivas no son precisamente halagüeñas"
(Andrea Tornielli/Vatican News).- "El momento es muy doloroso, estamos viviendo una noche muy larga. Pero también sabemos que las noches terminan. Este es el momento en que la Iglesia debe trabajar con todos los que están dispuestos a hacer algo hermoso y bueno para todos...". El cardenal Pierbattista Pizzaballa, de paso por Roma, comenta a los medios de comunicación vaticanos la situación en Israel, Gaza y Cisjordania.
¿Cuál es la situación estos días en Israel y especialmente en Gaza?
En los últimos meses la situación no ha cambiado mucho en comparación con el pasado reciente, con altibajos. Gaza está ahora dividida entre el norte y el sur, Rafah y la ciudad de Gaza. Hubo un tiempo en que, sobre todo en el norte, llegaba más ayuda humanitaria. Ahora vuelve a ser un poco complicado. Falta carne, por ejemplo. El agua es problemática y digamos que, en general, la situación sigue muy deteriorada y es muy difícil ver una salida. No me parece que las negociaciones conduzcan a nada y que haya un deseo real por parte de las partes de llegar a una conclusión. Y esto es lo que uno percibe, teniendo en cuenta además el frente del Líbano que cada vez está más caldeado. Las perspectivas no son precisamente halagüeñas.
¿Cuántas víctimas hay? Hay quien discute las cifras que se dan, pero las imágenes que llegan muestran destrucción
Destrucción total. La ciudad de Gaza está totalmente destruida, así que hay muchas víctimas. Es difícil dar cifras, pero son muchas. Es un hecho que siempre hay muchas víctimas civiles.
¿Cómo se puede reconstruir el tejido social y la convivencia y, al mismo tiempo, superar lo ocurrido?
Creo que es demasiado pronto para hablar de esto, ahora está la guerra y el trauma. Llevará tiempo comprender el alcance del trauma que ha afectado a todos y sus consecuencias. Está claro que habrá que reconstruir. Existe la voluntad de reconstruir, lo he percibido muy claramente. Pero, ¿cómo, con qué criterios y con quién? Aún es pronto para decirlo.
¿Y la situación en Cisjordania?
Cisjordania está siempre a punto de estallar, los problemas son continuos, prácticamente a diario, sobre todo en algunas zonas hacia el norte, en las zonas de Yenín y Nablús. Los enfrentamientos entre colonos y aldeanos árabes son continuos, esto está creando una situación de desgaste que no conducirá a nada bueno.
Antes ha mencionado la apertura del frente norte. Hemos asistido a un debate muy acalorado dentro de Israel sobre las perspectivas de futuro. ¿Qué cabe esperar?
El debate interno existe en Israel y también en Líbano: nadie quiere la guerra, pero nadie parece capaz de detenerla, y ése es el problema. Ciertamente, si se abre el frente norte, será una tragedia, especialmente para Líbano, que corre el riesgo de convertirse en otra Gaza, al menos en la parte sur. No soy experto en asuntos militares, pero el panorama sigue siendo muy tenso, siempre al borde de una nueva escalada.
"Hay una situación de parálisis, hay poco o ningún trabajo y eso hace que las perspectivas de emigrar sean cada vez más atractivas, desgraciadamente sobre todo para los cristianos"
¿Cómo es la vida de los cristianos en un contexto así?
Los cristianos no son un pueblo aparte, viven lo que vive todo el mundo. Por desgracia, conocemos la situación en Gaza, pero también es muy problemática en Cisjordania, sobre todo desde el punto de vista económico. Hay una situación de parálisis, hay poco o ningún trabajo y eso hace que las perspectivas de emigrar sean cada vez más atractivas, desgraciadamente sobre todo para los cristianos.
Miremos a las secuelas, al final de la guerra. ¿Qué podría hacer la comunidad internacional? ¿Quién podría ayudar más a conseguir la paz?
Conseguir la paz, ahora mismo, parece un objetivo demasiado lejano. Ahora mismo, la política, la comunidad internacional, debe trabajar sobre todo para detener el conflicto. Conseguir la paz y llegar a perspectivas políticas más serias llevará sin duda mucho tiempo. La comunidad internacional debe encontrar la manera de que Israel y Hamás pongan fin al conflicto y lleguen a un alto el fuego que represente un primer paso hacia algo más sustancial, sólido y estable.
El resultado de las próximas elecciones estadounidenses también pesará en este panorama...
Sin duda, las elecciones estadounidenses influirán. Pero creo que las soluciones deben encontrarse sobre el terreno. Entre las dos partes. Entre Israel y Hamás.
¿Es posible hacer llegar ayuda a Gaza?
Se está trabajando en ello, también el Patriarcado Latino está trabajando para que entre la ayuda. Mañana deberían llegar las primeras reservas de algunas toneladas de alimentos y productos de primera necesidad. Hay mucho trabajo por hacer, hay más de dos millones de personas.
¿Cómo mira el Patriarca de Jerusalén de los latinos lo que está sucediendo? ¿Cuál es la mirada del hombre de fe ante todo esto?
La esperanza es hija de la fe. El momento es muy doloroso, estamos viviendo una noche muy larga. Pero también sabemos que las noches terminan. Este es el momento en que la Iglesia debe estar presente en el territorio, estar cerca, trabajar con todos los que están dispuestos a hacer algo hermoso y bueno para todos. Cuando todos levantan barreras unos contra otros, la Iglesia debe seguir teniendo siempre la mano tendida hacia el otro. Esta es nuestra tarea que brota de nuestra experiencia de fe, esto es lo que estamos llamados a hacer en este momento.
¿Se siente acompañado por la Iglesia universal?
Sí, el Santo Padre siempre ha estado muy cerca de nosotros y sigue estándolo. Como lo están tantas diócesis de todo el mundo.
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