Mensaje de Pascua del patriarca caldeo de Bagdad Sako: "Conviértanse en constructores de fraternidad, reflejen en la sociedad la verdadera imagen del Evangelio"

"¿Qué hemos hecho con la enseñanza de Cristo, que nos llama a amar a todos, incluso a nuestros enemigos? ¿Qué hemos hecho con los valores de la fraternidad, la paz, el respeto y el bien común?" No empobrezcamos nuestras sociedades de la espiritualidad cristiana y comprometámonos, como Iglesia y como creyentes, a "reflejar la luz del Evangelio" y a construir "la fraternidad humana, la dignidad, el respeto mutuo".

Así es como la Pascua puede ser realmente un signo de renacimiento y de un futuro luminoso. Esta es la fuerte invitación que caracteriza el mensaje de Pascua del cardenal y patriarca de los caldeos de Bagdad, Louis Raphael Sako.

En Pascua la misericordia de Dios se convierte en un don

"La celebración de la Pascua de este año nos recuerda, más que en ningún otro momento, el amor de Dios por la humanidad -afirma el cardenal-, su cercanía y su gran misericordia hacia todos. La resurrección de Cristo es nuestra salvación, siempre que encarnemos -explica- su mandamiento y sus enseñanzas. El mensaje de la Pascua - reitera el Patriarca - es de "consuelo y esperanza" y es una promesa de salvación para todos los que creen.

En la Pasión de Jesús está el nacimiento de la Iglesia, en la Resurrección el inicio de una "nueva alianza" cuyo fundamento es el amor mutuo, la cercanía, la unidad, como entre los discípulos. De ahí la exhortación a la Iglesia y a los creyentes: conviértanse en constructores de fraternidad, reflejen en la sociedad la verdadera imagen del Evangelio.