El trabajo de ayuda humanitaria no se ha detenido La red internacional de Cáritas responde en primera línea al impacto de la pandemia en los países más pobres
Son numerosos los países, como Armenia, Uganda y Ucrania, donde Cáritas ha activado los servicios telefónicos de atención y asistencia psicológica
En Venezuela se está distribuyendo ayuda a domicilio, cumpliendo todas las medidas sanitarias exigidas (guantes, tapabocas, aseo de vestimenta y calzado)
En los campos de refugiados de Bangladesh se han suspendido todas las actividades, excepto los servicios de emergencia humanitaria, que Cáritas sigue desarrollando
En los campos de refugiados de Bangladesh se han suspendido todas las actividades, excepto los servicios de emergencia humanitaria, que Cáritas sigue desarrollando
| Cáritas
El carácter global de la pandemia del coronavirus involucra de lleno al conjunto de la confederación mundial de Cáritas Internationalis, que está trabajando en primera línea para ofrecer respuesta humanitaria al impacto social y sanitario de esta crisis y acompañar a las comunidades más vulnerables.
Como ha explicado el secretario general de Cáritas Internationalis, Aloysius John, cada una de las 165 Cáritas nacionales ha implementado proyectos y medidas para apoyar a las poblaciones afectadas por la pandemia y para prevenir la propagación del virus en los países donde esto todavía está en fase incipiente.
Cáritas no se detiene
Aunque en muchos países el personal de Cáritas está tomando precauciones para evitar la transmisión del virus y acatar las medidas de aislamiento y prevención impuestas por sus respectivos Gobiernos, el trabajo de ayuda humanitaria no se ha detenido en ningún caso y está logrando llegar, incluso con una cierta dosis de creatividad, a las personas más vulnerables a las que esta crisis está agravando su situación de gran precariedad.
Todas las Cáritas Nacionales están llevando a cabo un seguimiento puntual de la evolución del Covid-19 en sus países y monitorizando el número de infectados, que, a la vista de los datos oficiales disponibles, arrojan, por el momento y de acuerdo a la información que se está compartiendo dentro de la red internacional, tasas moderadas en muchas regiones de África, Asia y América Latina. Son numerosos los países, como Armenia, Uganda y Ucrania, donde Cáritas ha activado los servicios telefónicos de atención y asistencia psicológica.
Precariedad añadida en Venezuela
En Venezuela, donde la propagación del virus está agravando una situación económica ya desastrosa, la respuesta al coronavirus supone un reto añadido a los voluntarios y el personal local de Cáritas.
Bajo la consigna “no debemos cerrar, debemos ser creativos”, se está llevando a cabo un esfuerzo adicional de acompañamiento a las familias en situación más vulnerable para hacer seguimiento de sus necesidades para distribuir ayuda a domicilio, cumpliendo todas las medidas sanitarias exigidas (guantes, tapabocas, aseo de vestimenta y calzado).
Bangladesh: grave riesgo para trabajadores textiles y rohingyas
Cáritas Bangladesh, por su parte, alerta del riesgo que la extensión de la pandemia está suponiendo, especialmente, para los 4,4 millones de trabajadores de los talleres textiles, que se ven abocadas a una grave vulnerabilidad, debido a que la Asociación de Fabricantes y Exportadores de Confecciones de Bangladesh (BGMEA) se enfrentan a la cancelación masiva de carga de trabajo por parte de las principales cadenas textiles internacionales.
El otro foco de preocupación de la Cáritas local está en los campos de refugiados rohingyas en Cox´s Bazar, donde, debido a las instrucciones del Gobierno de Bangladesh y del Comisionado de Socorro y Repatriación de Refugiados (RRRC) para contender la expansión de la pandemia, se han suspendido todas las actividades, excepto los servicios de emergencia humanitaria, que Cáritas sigue desarrollando dentro de los campos.
Dentro de Asia, Cáritas India ha suministrado más de 72.000 botellas de desinfectante, más de 4 millones de mascarillas y 64.000 kits de higiene personal. Y en Filipinas, el objetivo prioritario es continuar ayudando a las comunidades en situación más precaria. Para ello, Cáritas ha creado las "estaciones de amabilidad", donde se distribuye ayuda alimentaria a las personas más pobres.
El trabajo de sensibilización que realiza la red Cáritas es muy importante para informar, especialmente a las personas vulnerables, sobre cómo prevenir la infección. Su vasta red de organizaciones de base en todo el mundo ayuda a transmitir el mensaje incluso a las comunidades más aisladas. "Todos –ha subrayado John— tienen derecho a recibir las orientaciones correctas para evitar infectarse".
En Ruanda, por ejemplo, Cáritas comenzó a transmitir mensajes de sensibilización a través de las emisoras diocesana incluso antes de que hubiera un solo caso de Covid-19. También son numerosas las Cáritas que difunden información puerta a puerta y mediante la distribución de material de información impreso.
Alerta en Gaza y Cisjordania
En Tierra Santa, Cáritas Jerusalén ha alertado de los efectos que el coronavirus puede causar en Gaza y Cisjordania, sometidas ya de por sí a unas condiciones de gran precariedad derivadas de las limitaciones de acceso impuestas por Israel.
Caritas Jerusalén ha hecho aprovisionamiento de ayuda humanitaria para apoyar durante la crisis a 420 familias necesitadas en Cisjordania, además de participar en las reuniones de coordinación convocadas por el Ministerio de Salud en Gaza para planificar una acción conjunta ante la eventual propagación del Covid-19 en la Franja.
Que la ayuda no se detenga
En este momento particularmente grave, Cáritas Internationalis insta a centrar la atención en los países más pobres y en desarrollo, donde la propagación de la pandemia podría tener consecuencias catastróficas. Para ello, es fundamental que la ayuda internacional no se detenga. "Esta crisis está afectando principalmente a Europa y otros países occidentales, pero no debemos perder de vista a los países pobres que podrían estar más indefensos y necesitan solidaridad global", ha alertado Aloysius John.
Como medida de prevención ante un eventual impacto masivo del coronavirus, muchas Cáritas del Sur ya están trabajando para identificar los recursos y las estructuras administradas por la Iglesia que podrían ser utilizadas ante la propagación de la pandemia en sus países.
Al mismo tiempo, Cáritas Internationalis insta a no olvidar a las personas más vulnerables que viven en todos los países, especialmente los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo que corren un mayor riesgo de contagio debido a las condiciones en que viven. Por eso, Cáritas solicita a las autoridades locales que garanticen su acceso a los servicios básicos, independientemente de su estado legal.
“En definitiva –afirma el secretario general de Cáritas Internationalis— todos debemos aprender una lección importante de esta trágica pandemia, ahora que sabemos lo que significa temer a la muerte o perder a nuestros seres queridos. Como nos dijo el Santo Padre la semana pasada, el Covid-19 también debe sacar lo mejor de nosotros. Debe sacar nuestra humanidad, porque todos somos seres humanos y debemos vivir en solidaridad como una sola comunidad humana".
Respuesta de Cáritas Española
La acción de Cáritas Española ante los efectos del coronavirus en los más empobrecidas no se limita a nuestro país, sino que alcanza también a aquellos países donde se apoyan proyectos de cooperación fraterna con las Cáritas locales.
Ejemplo de esta respuesta son los cinco proyectos de ayuda aprobados días atrás para reforzar los programas preventivos de aprovisionamiento ante el coronavirus.
Tres de ellos, a los que Cáritas Española aporta un fondo total de 180.000 euros, han sido puestos en marcha en África por las Caritas del Sahel (Malí, Senegal y Burkina Faso) y de la región de los Grandes Lagos (R.D. Congo). Los otros dos son sendos proyectos de asistencia humanitaria ante el impacto de la pandemia en las comunidades de refugiados que llevan a cabo Cáritas Albania en su frontera oriental y Cáritas Grecia en las islas de Lesbos y Chíos, a los que Cáritas Española aporta un total de 65.000 euros.