Los presentes ofrecieron una oración de apoyo a la misión de paz del cardenal Zuppi Los movimientos católicos piden a Italia que diga "no" a la guerra y a las armas nucleares
En una conferencia en la Cámara de Diputados, organizada por Acli y con la participación de numerosas asociaciones pacifistas, se pidió al Parlamento italiano que ratifique el Tratado de las Naciones Unidas que prohíbe las armas nucleares
Don Renato Sacco, de Pax Christi: "Con la guerra de Ucrania, la bomba atómica vuelve a estar sobre la mesa. No podemos arriesgarnos a que un accidente o la voluntad de alguien lleve a la humanidad a la destrucción".
| Michele Raviart
La petición es que Italia opte por adherirse al Tratado de las Naciones Unidas sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, que se firmó en 2017 y entró en vigor en enero de 2021. Sesenta y seis países lo han ratificado, incluida la Santa Sede, como miembro observador de la ONU. La mayoría son estados del sur global y no aparecen las potencias nucleares ni sus aliados, como Japón, golpeado por las bombas de Hiroshima y Nagasaki.
"Bajar la fiebre de la guerra"
La firma del tratado "serviría para bajar la fiebre de la guerra en estos momentos", explicó Marco Marazziti, de la Comunidad de Sant'Egidio. También está en discusión, reiteró, la presencia de cabezas nucleares en algunas bases de la OTAN en Italia. Renunciar al llamado "reparto nuclear" para Marazziti no sería un acto contra la pertenencia al bloque occidental o a la Alianza Atlántica, sino un objetivo posible como demuestran los casos de España, Canadá y Grecia.
No añadir guerra a la guerra
El llamamiento a la prohibición de las armas atómicas, subraya el consejero de Pax Christi, P. Renato Sacco, es aún más urgente ahora que la guerra de Ucrania ha vuelto a poner la amenaza nuclear sobre la mesa del debate político internacional. "Hasta hace unos años, hablar de energía nuclear y recordar que había bombas en las bases de Aviano y Ghedi, en Italia, parecía un poco el 'lastre' de alguien que estaba atrapado en la Guerra Fría", subrayó el padre Sacco a Vatican News. "Las armas nucleares que antes parecían fuera del mundo de la información y de la política ahora entran dramáticamente en la mesa porque hay un riesgo real de que un accidente o una voluntad puedan desencadenar la destrucción de la humanidad", reitera, "si a la guerra le añadimos la guerra ya sabemos cuál es el resultado".
"Hemos oído el ruido de las bombas, pero no el de la política", comenta en cambio Emiliano Manfredonia, presidente de la Acli. 'Adherirse al tratado sería un gran gesto de paz. No falta la solidaridad de los individuos, pero falta la profecía política'. Esto podría 'desencallar una situación en la que siempre nos armamos para ganar a alguien'. Una declaración que llega pocas horas después de que el Parlamento Europeo aprobara la primera lectura de la ley de apoyo a la producción de municiones de la UE, que reforzará la capacidad europea de fabricar material bélico para apoyar el esfuerzo bélico de Ucrania.
Oración por el cardenal Zuppi
Entre las iniciativas de solidaridad y paz que se recordaron durante la conferencia figuran la "Operación Paloma" en Ucrania y Palestina y las Caravanas de la Paz en Lviv, Kiev, Mykolaiv y Odessa, así como las iniciativas internacionales de oración promovidas por la Acción Católica, entre ellas el "minuto por la paz" promovido para el 8 de junio. Todos los presentes ofrecieron también una oración de apoyo al cardenal Matteo Maria Zuppi, encargado por el Papa Francisco de encontrar vías de mediación en el conflicto de Ucrania.
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