Problemas también para el cardenal Woelki: 150 monaguillos le dan la espalda en una eucaristía en Roma El obispo 'antiabusos' alemán pide la inmediata renuncia de su obispo auxiliar
El obispo de Aquisgrán acaba de pedir a su obispo auxiliar, Johannes Bündgens, que presente la renuncia al papa Francisco tras la condena civil por haber malversado fondos de una anciana con demencia
En Colonia, los últimos en protestar contra el cardenal Woelki han sido 150 monaguillos que formaban parte de una peregrinación de 2.000 que viajó con él a Roma, y que le dieron la espalda mientras el purpurado pronunciaba su homilía en San Pablo Extramuros
| J. Lorenzo
Nombrado hace un par de semanas como el nuevo obispo responsable de la Oficina para la Atención de los Abusos Sexuales en la Iglesia de Alemania, el obispo de Aquisgrán parece dispuesto a llevar la “tolerancia cero” a todo tipo de abusos.
Así, si al poco de tomar posesión de la histórica ciudad de Carlomagno, Helmut Dieser encargó un estudio sobre los abusos en la diócesis, que acabó incriminando a su predecesor, el obispo emérito Heinrich Mussinghoff, ahora acaba de pedir a su obispo auxiliar, Johannes Bündgens, que presente la renuncia al papa Francisco.
Bündgens ha sido condenado judicialmente por tres cargos de malversación de fondos a nueve meses de prisión y a pagar una multa de 5.000 euros por haber malversado 128.000 euros de una anciana con demencia que le había otorgado poderes sobre su cuenta bancaria.
Dieser, que se mostró “consternado” por esta condena, pidió a su auxiliar “que presente su dimisión al Santo Padre ahora”, según un comunicado de la diócesis alemana recogido por Katholisch, que también informa de la inmediata renuncia de Bündgens a su cargo al frente de la Cáritas Diocesana y que no desempeñará ninguna función episcopal hasta nuevo aviso.
Los monaguillos dan la espalda al cardenal Woelki
También bajan agitadas las aguas por la vecina diócesis de Colonia, a cuyo obispo, Rainer Maria Woelki, le quedan ya pocos estamentos eclesiales que no le hayan dado la espalda -literalmente- por su muy contestada gestión de los abusos sexuales.
Los últimos en protestar han sido alrededor de 150 monaguillos que formaban parte de una peregrinación de 2.000 que viajó con él a Roma, y que le dieron la espalda mientras el purpurado pronunciaba su homilía en San Pablo Extramuros.
Esos monaguillos, que también corearon la frase "Woelki debe irse", han sido ya contactado por sus responsables para ofrecerles un debate sobre esta controvertida cuestión de la salida de Woelki, cuya carta de renuncia está en Roma desde hace unos meses, a la espera de la decisión final del Papa. El propio cardenal se acercó a algunos de los monaguillos para hablar del asunto.
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