El Nuncio llama a los obispos alemanes a "preservar la unidad de la Iglesia" Bätzing: "Sin un cambio real, los fieles nos seguirán viendo como una Iglesia presuntuosa, autoritaria y obsoleta"
"Los obispos somos sucesores de algunos grandes pecadores, a quienes el Señor llamó al apostolado", subrayó el obispo de Limburg. "Sólo cuando dejemos atrás lo impío y pecaminoso que hay en nosotros, podremos estar a la altura de su llamada"
"Tenemos que hablar con los talibanes para continuar y expandir la ayuda", pues "la hambruna amenaza, y no podemos ser indiferentes a ella"
Los obispos alemanes deben parar, respirar y escucharse. Este ha sido el mensaje lanzado, al alimón, por el nuncio Nicola Eterovic, y el presidente del episcopado del país, Georg Bätzing, durante la plenaria de otoño de la Conferencia Episcopal.
Así, Eterovic hizo un llamamiento urgente a "preservar la unidad de la Iglesia" como "exigencia pastoral", para cumplir con las instrucciones del Papa. El agrio debate en torno al Camino Sinodal, y los escándalos de abusos, que llevaron a una comisión vaticana a investigar la situación en las diócesis de Hamburgo y Colonia (sin que se depuraran responsabilidades, según denuncian las víctimas)
El nuncio citó la carta del papa a los católicos alemanes escrita en junio de este año para recordar a los obispos que el camino hacia la unidad "no significa no avanzar, no cambiar nada o no debatir", pero sí "reconocer que somos parte de un cuerpo mayor que nosotros, que nos espera y nos necesita (...). Es la alegría de sentirse parte del santo, y paciente, fiel Pueblo de Dios".
Bätzing, por su parte, reclamó a los obispos del país un giro radical en su trabajo, e insistió en promover "el espíritu y el coraje" para las reformas que están pendientes. Y es que, añadió el presidente del Episcopado, "sin un cambio real", los fieles seguirán apartándose de una Iglesia "presuntuosa, autoritaria y obsoleta", especialmente en lo tocante a los abusos.
Negociar con los talibanes
"Los obispos somos sucesores de algunos grandes pecadores, a quienes el Señor llamó al apostolado", subrayó el obispo de Limburg. "Sólo cuando dejemos atrás lo impío y pecaminoso que hay en nosotros, podremos estar a la altura de su llamada".
Entre los puntos del día de la Plenaria de otoño del episcopado alemán, se encontraba la situación en Afganistán. En este sentido, el arzobispo Ludwig Schick, responsable de la Comisión Episcopal para la Iglesia Mundial, admitió que "tenemos que hablar con los talibanes para continuar y expandir la ayuda", pues "la hambruna amenaza, y no podemos ser indiferentes a ella".
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