El obispo de Passau vaticina el fin del celibato obligatorio para los curas El cardenal Marx insiste en que "algunas tradiciones pueden evolucionar"

"Algunas tradiciones pueden evolucionar. No debemos tener miedo". El cardenal Reinhard Marx ha vuelto a abordar la crisis de abusos sexuales y de poder en la Iglesia, y ha insistido en que la única respuesta posible es la de una comunidad que se guíe por el ejemplo de Jesús y por la palabra de Dios, mientras que uno de los obispos más conservadores de la Iglesia alemana, el de Passau, Stefan Oster, ha sugerido que la solución a la crisis puede pasar por la reintroducción de sacerdotes casados.

"De cara al futuro, debemos guiarnos por la persona de Jesús de Nazaret, y tenemos una obligación de escuchar la palabra de Dios", afirmó el cardenal Marx, arzobispo de Múnich y Frisinga, en una vigilia de Cuaresma el pasado viernes, de acuerdo con lo publicado por la web de los obispos alemanes, katholisch.de.

Las tentaciones del borrón y cuenta nueva, y del restauracionismo

Volver al Evangelio es el camino correcto, explicó el purpurado, frente a las dos tentaciones que acechan siempre a las instituciones en crisis: la de "un borrón y cuenta nueva" y la del restauracionismo y aislamiento. Más bien, continuó Marx, la Iglesia debe someter sus tradiciones a prueba, siempre apoyándose en el "poder de la oración" sin el cual "se perderá".

Esa sería la única manera en la que la Iglesia como comunidad "saldrá adelante", según el purpurado, estrecho colaborador del Papa en su gabinete de cardenales asesores, el conocido como C6.

Aunque el cardenal Marx no se refirió en esta ocasión a qué tradiciones eclesiásticas cree que pueden desarrollarse, sí aludió al "avance sinodal" que los obispos germanos se comprometieron a emprender en su reciente Asamblea en la ciudad de Lingen y con el que pretenden replantear cuestiones como el celibato obligatorio para los sacerdotes, la moral sexual, los abusos del poder o el papel de laicos y mujeres.

"Valoramos el celibato como expresión de la unión religiosa con Dios. Descubriremos hasta qué punto debe ser símbolo de sacerdocio en nuestra Iglesia", explicó Marx tras la Asamblea.

Obispo de Passau: "Roma se está volviendo más abierta" en la cuestión de sacerdotes casados

Precisamente al debate sobre el celibato obligatorio se ha referido el obispo de Passau, Stefan Oster, explicando que aunque el celibato fuera el estilo de vida de Jesucristo y un gran don por el que merece la pena luchar, "si la mayoría del clero dijera que ya no es viable en este tiempo y esta sociedad, será difícil" seguir imponiéndolo.

Es cierto que la Conferencia Episcopal Alemana no puede decidir por sí misma que en su área de responsabilidad haya en el futuro tanto sacerdotes célibes como también casados, señaló Oster al diario "Passauer Neue Presse".

"Pero algo podría apuntar a que Roma se está volviendo más abierta en esta cuestión", agregó, aludiendo a la probabilidad de que el asunto del celibato esté encima de la mesa en el Sínodo de la Amazonía de este octubre en el Vaticano.

Oster ve en la cuestión de si hombres casados podría ser ordenados como sacerdotes en el futuro "un mayor margen de maniobra -a diferencia de en la moralidad sexual". El Papa Francisco "ya había animado en este punto a buscar nuevos caminos", indicó.

Preguntado acerca de los efectos de una posible reforma del celibato, Oster dijo que las experiencias de las Iglesias católicas orientales -donde no hay una regulación tan estricta- demostraron que el sacerdote casado está en la mayoría.

"Y aquel que quiera vivir el celibato será percibido como un extraño excéntrico o irá a un monasterio. Esto significa que la forma de vida célibe desaparecería a la larga", estimó.

Obispo de Aquisgrán: "Si no tenemos sacerdotes que quieran vivir el celibato, debemos buscar hombres casados"

"Si en algún momento ya no tenemos sacerdotes que quieran vivir este carisma (el celibato), debemos buscar hombres casados adecuados", declaró, por su parte, el obispo de Aquisgrán, Helmut Dieser, al periódico "Aachener Zeitung".

De cualquier modo, la Iglesia debe enfrentar los temas desagradables, opinó Dieser, "también con la posible consecuencia de que estemos de momento solos con nuestros resultados dentro de la Iglesia mundial".

"Entonces tendremos que luchar por ello -también con el Santo Padre. Eso será interesante", vaticinó.