Por primera vez en la Iglesia de Colonia, no pudo reunirse el Consejo de Pastoral Woelki, un cardenal acorralado con el que no se quieren reunir ni sus asesores
Fuertemente contestado por diferentes grupos diocesanos, el Consejo de Pastoral no pudo tomar decisiones en su reunión del pasado lunes al tener que cancelarse por la no asistencia de una parte de sus 75 miembros en protesta por las actuaciones del cardenal
Desde hace meses, el Papa tiene en su poder la carta de renuncia de Woelki, pero se ha tomado un tiempo porque no quiere dar a entender que actúa al dictado de las presiones que están ejerciendo algunos grupos para forzar cuanto antes la salida del cardenal, muy criticado por su gestión de los casos de abusos
Dividida, enfrentada y camino de la ruptura de la comunión. La archidiócesis de Colonia, una de las más importantes de Alemania, está llegando a un punto de la ingobernabilidad y ahondando en la soledad y el descrédito su titular, el controvertido cardenal Rainer Maria Woelki.
El último desencuentro se dio en la noche del pasado lunes, cuando la reunión del Consejo de Pastoral Diocesano, máximo órgano consultivo de la diócesis, no se celebró por falta de quórum al cancelar su asistencia una parte destacada de los 75 miembros, en protesta contra Woelki, según informa KNA.
Se trata de la primera vez en la historia del consejo que se produce una situación de estas características, debida a la grave crisis de confianza, sobre todo a causa de la investigación por abusos ocurridos entre 1975 y 2018 y en los que el cardenal había reconocido un “encubrimiento sistemático” de esos delitos.
El Papa se lo piensa
Tras unos meses de retiro, en febrero del años pasado, Woelki presentó su renuncia al papa Francisco como expresión de una "actitud de libertad interior", según dijo. Luego se supo que había sido el propio Francisco quien le había pedido que escribiera esa carta de renuncia, pero que se tomaría un tiempo para meditar, porque, como señala la citada agencia, no le gustaba la presión que estaban ejerciendo varios grupos diocesanos para conseguir el cese del cardenal.
De esta manera -en una decisión que también costó críticas al Papa- Francisco sigue teniendo en su mano aceptar la renuncia o no del arzobispo de Colonia. De hecho, el propio Wolki confirmó en una entrevista que se había encontrado con el Papa durante el pasado consistorio del 27 de agosto y que no le había hecho ninguna mención al respecto.
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