Gloria Fuertes escribió Villancicos. ¿Cómo no iba a hacerlo la madre de todos los niños,cristiana, sencilla, divertida, tierna...? Para una visión global de todos sus poemas de Navidad, jugosamente comentados por Fernando Carratalá Teruel, recomiendo asomarse a su ensayo "Gloria Fuertes canta la Navidad" (pulsar aquí). Nosotros elegiremos alguno de ellos, de exquisita sensibilidad y notable piedad.
"¡Y ÉL DESNUDITO EN EL PIENSO!"
El último Villancico de Gloria, uno de sus últimos versos. Obtuvo, en 1995, el Primer Premio en el concurso convocado por la Coral de Nuestra Señora de la Merced, de Moratalaz (Madrid). Perdonad el lenguaje ordinario, casi soez, del texto, pero ella lo pone, con autenticidad, en boca de gañanes y rabadanes de los establos de Belén... Cuando escribió esta canción, ya sabía, probablemente, que le quedaban por vivir pocas navidades. Por eso inspira tanta ternura el último verso, que habla de Jesús como Salvador...
HABLAN LOS PASTORES
¡Ya está bien!
¡Ya está bien,
que se nos va a helar!
¡Tanto adorar al chaval
y nadie tiene cojones
de darle sus pantalones,
sus sayas
o su morral!
¡Tanta mirra
y tanto incienso,
y él desnudito entre el pienso!
Pienso…
Pienso que nadie le quiere:
su tiritera me hiere
en esta noche tan puta.
¡Muchachos, traed viruta,
que vamos a hacer una hoguera,
antes de que se nos muera
de frío la salvación!
Publicó ABCel 28 de noviembre de 1998, el día siguiente a su fallecimiento, otra versión más edulcorada, en la que se habían suprimido las palabras más rudas, como puta y cojones. Y se habían añadido cuatro hermosos versos:
Juntad todas las banderas
y haced una colcha loca,
porque Dios está en pelota
desde que vino al Portal.
¡HAY UN NIÑO CON ALAS...!
Toda la poesía de Gloria son apuntes de diario, al estilo unamuniano. Versos breves, cortas estrofas, pinceladas de luz, telegramas de humor, chispazos de sabiduría... Como aquí: en un escaso parterre de doce versos es difícil cultivar más perfume, más inteligencia, más belleza...:
HAY UN NIÑO QUE DICEN…
Hay un Niño que dicen
que llora música
¡Vamos a verle todos
con aleluya!
Hay un Niño nacido.
¡Qué resplandores!
¡Vamos a verle todos
no sea que llore!
¡Hay un Niño con alas
en el pesebre...!
Vamos a ir despacio
no sea que vuele.
"NO TE DUERMAS, HIJO..."
Un último poema. El Niño, humano al fin, da cabezaditas porque tiene sueño (los recién nacidos se pasan el tiempo durmiendo). Le hace cosquillas la Poeta de Guardia para que no se pierda ninguna de las maravillas que suceden esta Noche de Corazón y Ángeles. Habla la Madre:
VILLANCICO DEL NIÑO DORMILÓN
No te duermas, Hijo,
que están los pastores.
Ellos te traen quesos,
ellos te traen flores.
Hijo, no te duermas,
que vienen los Magos.
Melchor, si le vieras,
los ojos muy largos,
Baltasar muy negros
y Gaspar muy claros.
Hijo no te duermas
que nace mi llanto.
No cierres los ojos,
que te está mirando
un pastor sin madre
que vino descalzo
a ofrecerte un cuenco.
Cuenco de sus manos
lleno de azulinas
de las de tus campos.
EL NIÑO JESÚS HABLA EN LA CUNA, de J. A. Peñalosa
LA RONDA DE MARÍA Y LAS PALOMAS..., de Emilio Breda
CIELITO DE B. AIRES PARA EL NIÑO-DIOS, de Emilio Breda
