Jacinto López Gorgé 3. TENGO A DIOS EN LA VOZ Y EN LA MIRADA.
Los dos obsesivos argumentos de la lírica gorgiana fueron Dios y el amor.Presentaremos, en sendas entregas, versos de amor, de amor a su mujer, a su chica de toda la vida, Josefa Gómez Sempere (pepita), que le sobrevivió cinco años y acaba de fallecer el pasado julio, una semana después de haber entregado personalmente en la Fundación Jorge Guillén, a sus 84 años, las últimas doce cajas "con materiales que van desde la abundante correspodencia mantenida por su marido, a los manuscritos de sus poemas, de temática mayoritariamente amorosa, y de los que ella se confesaba destinataria" (de un informe de la Fundación Jorge Guillén).
Un ramillete de esos versos nos acompañará hoy en Nido de Poesía, bajo la presidencia, en página, de una fotografía que tomaron al matrimonio en Pamplona en el año de gracia de 1989.
TENGO A DIOS EN LA VOZ Y EN LA MIRADA
Saltó al corazón de Jacinto una chispita de amor, y ardió su vida. La casa vacía se llenó de luz y sueños, lunas y soles, melodías angélicas... Lo más hermoso: entró en su vida un ser maravilloso que encarnaba a Dios amor: su mirada, su voz, le acercaban la ternura infinita del Padre y Madre del Cielo. Pero será mejor saborear versos de Miguel D'Ors en su poema "Esposa": "Con tu mirada tibia / alguien que no eres tú me está mirando: / siento / confundido en el tuyo otro amor indecible. / Alguien me quiere en tus te quiero, alguien / acaricia mi vida con tus manos y pone / en cada beso tuyo su latido. / Alguien que está fuera del tiempo, siempre / detrás del invisible umbral del aire."
TENGO MI CASA ABIERTA
Tengo mi casa abierta y tú has entrado
calladamente, sin pisar apenas.
Y has venido a entregarme, a manos llenas,
todo el amor que al mundo has ocultado.
Y ahora mi corazón se ha iluminado
y se han iluminado mis almenas.
Ya no soy libre, ya tengo cadenas.
Vivo amorosamente maniatado.
Y mi casa ya está de luz poblada,
encendida de sueños noche y día,
y de lunas y soles ya colmada.
Tengo la más ardida melodía,
tengo a Dios en la voz y en la mirada.
Mi casa -¡y allí tú!- no está vacía.
YA ME DIRÁS, MI AMOR, LO QUE HAS SOÑADO
Vigila el poeta el dormir de su amada: "No llegarán a ti luz ni campana..." Y siente curiosidad, acaso celos, del misterioso, del secreto viajar de la compañera por los espacios infinitos de la ensoñación... Si queréis conocer, con música e imagen, el poema de Gerardo Diego "El sueño", que preside la lectura de este soneto, pulsar aquí.
CENTINELATú por tu sueño...
GERARDO DIEGO
Llego hasta ti con pasos de franela.
Duermes, y no quisiera despertarte.
De tu soñar no tengo arte ni parte
y, sin embargo, es mío y me desvela.
Y sigo vigilando y sigo en vela
y así quisiera siempre contemplarte.
Tú por tu dulce sueño, yo sin darte
más que mi corazón de centinela.
Y desde mi garita te vigilo,
armas al hombro, y cruzo con sigilo
la puerta de tu párpado cerrado.
No llegarán a ti luz ni campana,
que tu sueño yo guardo hasta mañana.
Ya me dirás, mi amor, lo que has soñado.
TODO ES FLOR EN ABIERTA CALENTURA
Como los poemas de amor de López Gorgé interesaron a los lectores de poesía romántica y poesía erótica, se editó en 1995 una antología de poemas amorosos del vate alicantino, titulada "Mi corazón, mi casa y mi memoria", con carta prólogo de Rafael Morales. Se había publicado, con anterioridad, en 1978, un florilegio de poemas de amor de diversos autores con el título de "Poesía erótica de la España del Siglo XX", preparado en colaboración con Francisco Salgueiro. Por todo lo anterior me he permitido incorporar a nuestro muestrario los versos de "Rito de amor", un soneto valiente y habilidosamente desarrollado.
RITO DE AMOR
Rito de amor, donde la flor se ofrece
al labio acariciante y ardoroso.
Roja herida entreabierta. No hay reposo.
Comienza una agonía. El mar se mece.
Aparece la miel. Desaparece
y vuelve a aparecer. Bebo, amoroso,
con avidez. Y gimes tú. Yo, ansioso,
sigo bebiendo. Hasta la cal florece.
Todo es flor en abierta calentura,
en lenta y apremiante mordedura,
en ascensión y vértigo a la estrella.
Todo un amanecer de vida estalla.
Es la explosión final de la batalla.
¿Lloras aún? ¡Qué dulce miel aquella!
JACINTO LÓPEZ GORGÉ
"Claridad, humanidad, emoción expresiva" (Lupiáñez)
1.Pero a veces no estás. Y no te siento
DÓNDE LA LUZ
ESTÁS AQUÍ
NO ES CONDICIÓN DEL HOMBRE VIVIR SOLO
2.Y solo hallaba amor
DIOS ENTRE LA NIEBLA
NO CESA, NO
3.Tengo a Dios en la voz y en la mirada
TENGO MI CASA ABIERTA
CENTINELA
RITO DE AMOR
4.Pájaro en vuelo que en mi mano ardía
TU LATIR CERCANO
EN SOLEDAD Y A MEDIANOCHE