La Sirvienta nos acerca a la figura de Vicenta María López de Vicuña, fundadora de las Hermanas del Servicio Doméstico de la Inmaculada Concepción. 

Vicenta María Deogracias Bienvenida, pues tal era su nombre completo, nació en Cascante (Navarra) en el seno de una familia de firmes convicciones cristianas. Su padre fue José María López, natural de Mataró (Barcelona), y su madre era María Nicolasa de Vicuña, natural de Estella. Fue la segunda hija de este matrimonio. En este entorno vivía también su tío-abuelo, Joaquín García, sacerdote, además de otros familiares que ayudaron en su fuerte piedad cristiana. Fue bautizada en la parroquia de la Asunción de Cascante el 23 de marzo de 1847.

En 1866 se trasladó a Madrid, a casa de sus tíos maternos, para completar su formación religiosa. Anteriormente, desde los siete años, ya había pasado frecuentes temporadas entre Madrid y Cascante. Sus tíos disfrutaban de la compañía de su sobrina que no dudaba en acompañar a su tía en sus habituales visitas a hospitales, hospicios y otras centros de caridad de Madrid.

A los 19 años sintió el deseo de consagrarse. Después de varios inconvenientes, incluso la oposición de la familia, tomó los votos el 11 de junio de 1876 donde el obispo auxiliar de Toledo, Ciriaco María Sancha, asistió a la toma de hábito; ese mismo año fundó la congregación de las Hermanas de María Inmaculada.

Como resultado de la iniciativa social y evangelizadora de sus tíos Vicenta María fue sensible a las carencias de las jóvenes que llegaban a Madrid buscando trabajo en el servicio doméstico y vio la necesidad de crear una organización que amparase a estas jóvenes y les procurase una formación para afrontar nuevos retos.

La Congregación de Hijas de María Inmaculada para el Servicio Doméstico y Protección de la Joven fue fundada en Madrid el 11 de junio de 1876 con el nombre de Hermanas del Servicio Doméstico de la Inmaculada Concepción. El Decreto Laudatorio es de 18 de abril de 1888 y la fecha de aprobación del Instituto el 13 de enero de 1899, cuyas constituciones se aprobaron el 12 de septiembre de 1904. El 18 de mayo de 1905 se cambia el antiguo nombre original por el de Congregación de Hijas de María Inmaculada para el Servicio Doméstico y Protección de la Joven.

Cuando se fundó tenía por objetivo «atender a las jóvenes que, lejos de su hogar, se veían obligadas por razones de trabajo a vivir en nuevos ambientes y condiciones laborales». Esta congregación se extendió rápidamente por varios países: Chile, Brasil, Uruguay, México, Perú, Colombia, Cuba, en América, y por Portugal, Francia, Italia, Inglaterra, Alemania, Estados Unidos, Marruecos y la India.

Las religiosas de María Inmaculada, como se las conoce popularmente, estaban presentes en 21 países, de cuatro continentes, con 123 comunidades, pero la falta de vocaciones religiosas ha provocado que algunas de estas desaparezcan, como sucedió recientemente con la de Burgos en 2022

Vicente María falleció con cuarenta y tres años en Madrid, el 26 de diciembre de 1890.

Fue beatificada por el papa Pío XII el 19 de febrero de 1950 y canonizada el 25 de mayo de 1975 por Pablo VI.

Nacida en la pequeña localidad vizcaína de Las Carreras  Cristina González del Valle es la actriz que ha dado vida a Vicenta María, y con ella hablamos para conocer qué ha supuesto dar vida a esta santa y fundadora  navarra. 

Cristina ¿Qué conocías de Vicenta María antes de hacer la película?

No la conocía. Cuando el director Pablo me llamó en marzo de 2021 me dijo que tenía un proyecto entre manos, que buscaban a alguien del Norte por el acento y que además yo daba un parecido físico con la protagonista. Nada más colgar a Pablo empecé a buscar información en internet sobre Vicenta María y aluciné. Increible lo que esta mujer hizo en el siglo XIX, super feminista. Cuando me confirmaron que el personaje era mío Pablo me pasó más información y me puso en contacto con la orden.

¿Qué te ha llamado más la atención de tu personaje?

Sobre todo que me parece una mujer adelantada a su época, una revolucionaria. Acoger a las chicas que llegaban a la capital para trabajar en el servicio, acogerlas tras haber, muchas de ellas, sufrido agresiones, cuidarlas y sobre todo formarlas, eso es revolucionario en pleno siglo XIX

Estamos en puertas del 8 M ¿Dirías que es una película feminista?

Sin duda alguna. Me parece muy actual. Hace 150 años ya Vicenta María luchó por los derechos de la mujer, por conseguir un futuro digno y hoy padecemos situaciones similares. Me parece una visionaria, con visión de futuro. Ojalá ahora en 2023 hubiese más personas con esa vocación.

En el siglo XIX la educación era uno de los pilares importantes en la promoción de las mujeres que trabajan en el servicio doméstico, hoy la educación ya está generalizada en los países desarrollados, ¿Cuál sería el aspecto a cuidar más hoy en la promoción de las mujeres? ¿O dicho de otro modo cuál sería tu eslogan reivindicativo para la jornada de este 8 de marzo?

Necesitamos y debemos tener una sociedad igualitaria, todos tenemos los mismos derechos.

Hace 150 años el rostro de las mujeres trabajadoras en el servicio doméstico era el de chicas de pueblo que viajaban a la capital, hoy son inmigrantes llegadas en su mayoría de América Latina. ¿Es esta la única diferencia?  

En ambos momentos de la historia es la misma realidad: mujeres que viajan a otros lugares para intentar mandar dinero a sus familias. 

¿Haber podido estar en los lugares originales donde se forjó la vida y la historia de Vicente María te ha influido a la hora de interpretar el papel?

Sin duda. Yo le pedí a Pablo que me pusiera en contacto con la Congregación y pude pasarme dos días completos con ellas que fueron cruciales. Tuve acceso a la habitación donde murió Vicenta María, pude leer cartas personales dirigidas a su padre y que conservan las hermanas. Son cosas mágicas que te da esta profesión e influye y mucho a la hora de conocer al personaje e interpretarlo. Además es mi primer personaje real en mi carrera interpretativa, todos los demás han sido personajes de ficción. Cuando rodamos en Cascante pude tocar la cuna donde nació, la casa natal, la iglesia donde rezaba, todo eso es magia para un actor. Esos regalos ponen en marcha luego el imaginario de cada actor y nos ayuda mucho.

¿En tu interpretación te ha tocado vestir de hábito, te ha hecho pensar en las mujeres que adoptan el hábito como forma de vida?

Sí. He pensado en ellas. Hoy entiendo mejor su vocación. Mi trabajo es también vocacional. Mi trabajo es vivir otras vidas y por eso he tenido tiempo para pensar en la vocación de estas mujeres religiosas. Y entregar tu vida para ayudar a otros es maravilloso.

Comentabas que ha sido tu primer personaje real ¿te gustaría dar vida a otros personajes de la historia? 

Me encantaría que me llamasen y diesen personajes como Vicenta María, firmo ahora mismo. El viaje que yo he vivido, lo que he sentido, ya no solo como actriz, sino como persona ha sido increíble. Esto es un caramelo para cualquier actor, ponerte en el papel de una mujer que hizo lo que hizo para intentar cambiar el mundo de las mujeres, mañana mismo me vuelvo a prestar para interpretar. Además creo que a partir de ahora Vicenta María es mi ángel de la guarda.

Y como le preguntaron a Vicenta María yo te pregunto ahora ¿Hasta dónde estarías dispuesta a llegar? 

Hasta el final, luchar hasta quedarme sin aliento. Si algo he aprendido de este personaje es que si quieres algo tienes que ir a por ello y tienes que luchar y trabajar duro y confiar. En el rodaje puedo asegurarte que he dado lo mejor de mí. 

Vicenta María para tomar una de sus grandes decisiones hizo un ejercicio de poner en una tabla pros y contras, ¿has hecho este ejercicio después con algún tema en tu vida?

Si, y han ganado los pros. Lo que he vivido con esta película está siendo muy importante, lo del preestreno en Roma y la posibilidad de entregarle una copia de la película al Papa, el cariño recibido por toda la congregación, … solo espero que mucha gente vaya al cine a ver la película y la disfrute.

Dame razones para ir al cine a ver La Sirvienta

Es una película muy actual, es la historia de una mujer muy feminista que quiso cambiar el mundo y lo intentó con su obra. Solo por eso merece la pena ver la película. 

Non solum sed etiam 

Si a Cristina le ha impresionado el personaje de Vicenta María yo me quedo con otro detalle que también me está impresionando por repetido. Me explico, los actores a los que estoy entrevistando y les ha tocado dar vida a un personaje real quedan impactados, sienten que esa actuación no es una más, está cargada de regalos, y de detalles sobre los que pensar. Y es que dar vida a un personaje de ficción es un reto, hacerlo creíble, convertirlo en real para el público. Pero dar vida a alguien que ya la tuvo es un reto aún mayor, hacernos ver en la pantalla no a la actriz o al actor sino al mismo personaje en carne y hueso es lograr el objetivo. Y a todos les asalta la misma duda “¿sabré dar la talla?” Y la dan. Y en parte la dan porque realizan su trabajo con toda profesionalidad, y eso les lleva a conocer la vida y obra de sus personajes. Y ahí es donde se encuentran cara a cara con ellos, con el protagonista real de la historia. Y establecen una comunicación con ese personaje del pasado para traerlo al presente. 

Salvando las distancias y con todos mis respetos hacia todos estos profesionales he recordado mis pinitos en la escena y sobre todo dando vida a un tal Judas Iscariote, yo también soñé hablar con él.