1.- El Documento Final y la publicación de la Nota del Papa Francisco que acompaña al Documento Final de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, se ha dado a conocer en todas las Diócesis en España para su aplicación, según las orientaciones que se indican en el texto del Documento y en la propia Nota complementaria.

La Conferencia Episcopal Española en la última Asamblea Plenaria (18-22 de noviembre de 2024), dedicó una mañana a trabajar en grupos, con el método de la llamada conversación en el Espíritu, para concretar qué llamadas hace el Documento Final para crecer en comunión misionera y ser una Iglesia sinodal en misión en el ámbito de la propia Conferencia Episcopal. La Comisión Ejecutiva o la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, con el resultado de los trabajos de los grupos, determinará más adelante la forma de coordinar la implementación y coordinación de las conclusiones e indicaciones en el territorio español, como afirma la Constitución Apostólica del Papa Francisco, Episcopal communio, Artículo 19 & 2.

Cada Obispo en su Diócesis debe cuidar la recepción del Documento Final y la aplicación de las indicaciones señaladas en el texto final aprobado por el Papa, con la ayuda de los organismos de participación previstos por el Derecho Canónico (cfr. Constitución Apostólica, Episcopalis communio, Artículo 19 & 1).

Caminos, prácticas y horizontes

El Documento Final sugiere caminos que hay que seguir, prácticas que hay que implementar y horizontes nuevos que hay que explorar.

Es importante ahora acoger, recibir y aplicar el Documento. Debe hacer un retorno al punto de partida: de las Diócesis partió la consulta, el diálogo y el discernimiento y en las Diócesis debe aplicarse el resultado de todo el proceso sinodal.

A la luz del texto final, señalo algunas aplicaciones concretas: mayor práctica de escucha y acogida de todos; ejercicio de la autoridad en clave de servicio y no de poder; más espacios y lugares de participación de los laicos y de la vida consagrada, según su vocación y corresponsabilidad diferenciada, en la vida y misión de la Iglesia; incorporación más plena y decisiva de la mujer en la vida ordinaria de la Iglesia desde su vocación bautismal y no desde el sacramento del orden; la apuesta decidida por la transparencia, la responsabilidad y la rendición de cuentas en todos los ámbitos de la Iglesia, no sólo en el aspecto económico, sino también en el pastoral; evaluación de las programaciones pastorales; renovación y revitalización de los organismos de sinodalidad (consejos parroquiales, diocesanos, sínodos y asambleas diocesanas, provincias eclesiásticas, conferencias episcopales, etc.).

2. Medidas para la puesta en práctica del Documento Final del Sínodo

El Documento Final aprobado por el Papa el pasado día 26 de octubre, participa del Magisterio ordinario del Sucesor de Pedro y “representa una forma de ejercicio de la auténtica enseñanza del Obispo de Roma que tiene algunos rasgos de novedad”.

El Papa Francisco añade que el Documento Final contiene indicaciones que “ya se pueden poner en práctica en las Iglesia locales y en las agrupaciones de las Iglesias, teniendo en cuenta los diversos contextos, lo que ya se ha hecho y lo que queda por hacer para aprender y desarrollar cada vez mejor el estilo propio de la Iglesia sinodal misionera”.

A partir de ahora, escribe el Papa, “en el informe previsto para la visita ad limina Apostolorum cada Obispo se ocupará de informar sobre qué opciones se han realizado en la Iglesia local que le ha sido confiada en relación con lo indicado en el  Documento final, qué dificultades se han encontrado, cuáles han sido los frutos”.

En definitiva, se trata de proseguir el camino sinodal para responder a la pregunta guía que ha conducido todo el proceso sinodal: cómo ser una Iglesia sinodal en misión, y “caminar juntos” sostenidos por la esperanza “que no defrauda” ( Romanos 5, 5).