Carta de un cura al cardenal Omella sobre TRECE TV Joaquín Sánchez: "El sesgo hace mucho daño a la Iglesia. Aparecemos de nuevo identificados con la derecha y ultraderecha"
"Quiero poner el acento en un programa que he visto en ocasiones y veo con más frecuencia recientemente que se llama “El Cascabel”. Es un tertulia donde la falta de respeto, la mala educación, el desprecio y el odio, sí el odio, Cardenal Omella, está tan presente que siento vergüenza e indignación"
"Se critica al Gobierno actual, que, por cierto, muchas medidas sociales sintonizan con la Doctrina Social de la iglesia, en contraposición, a la postura de la derecha y la ultraderecha"
"¿Cómo desde un medio católico se puede llamar a las personas de Podemos gentuza?"
"Me imagino que, aunque conservadores, no se sentirán identificados con ese periodismo ofensivo y hasta panfletario, y no lo digo en sentido irónico"
"¿Cómo desde un medio católico se puede llamar a las personas de Podemos gentuza?"
"Me imagino que, aunque conservadores, no se sentirán identificados con ese periodismo ofensivo y hasta panfletario, y no lo digo en sentido irónico"
| Joaquín Sánchez Sánchez
Me consta que ha habido quejas sobre la orientación de TRECE TV, cuyo propietario es la Iglesia Católica. Quejas que se han producido porque tiene una orientación política claramente de derechas y que nada tiene que ver con el pluralismo informativo y con el análisis riguroso de los acontecimientos.
Sesgo que comparto y que hace mucho daño a la propia Iglesia porque aparecemos de nuevo identificados con la derecha y ultraderecha, a la cual la legitimamos, aunque sus decisiones vayan en contra de la orientación evangélica y la Doctrina Social de la Iglesia. Te pongo un ejemplo. Nosotros defendemos el trabajo digno y, dentro de estas condiciones dignas, exigimos un salario justo que permita a las familias llegar a final de mes y dar a los hijos un futuro que genere oportunidades y calidad de vida, como afirma el papa Benedicto XVI en la Carta Encíclica Caritas in Veritate, número 63.
Lo lógico, lo humano y lo evangélico sería que desde TRECE se hubiera valorado la decisión de subir el SMI del Gobierno actual y criticar la postura de la derecha y ultraderecha, pero se critica al Gobierno actual, que, por cierto, muchas medidas sociales sintonizan con la Doctrina Social de la iglesia, en contraposición, a la postura de la derecha y la ultraderecha. Sencillamente triste, doloroso, injusto y no hace honor a la verdad, porque somos altavoces de las derechas y no de los pobres, aunque haya programas, que están muy bien, sobre la solidaridad.
,
Quiero poner el acento en un programa que he visto en ocasiones y veo con más frecuencia recientemente que se llama “El Cascabel”. Es un tertulia donde la falta de respeto, la mala educación, el desprecio y el odio, sí el odio, Cardenal Omella, está tan presente que siento vergüenza e indignación. Desprecios, insultos y odio a todo lo que no sea derecha y ultraderecha.
¿Cómo desde un medio católico se puede llamar a las personas de Podemos gentuza? ¿Cómo se puede dirigir al ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con tono despectivo “Zp”? Y, no te quiero decir nada, Omella, con la cuestión del sanchismo, que lo convierte en una obsesión enfermiza y brota un odio profundo digno de estudio. Estas son algunas de las lindezas que se pueden oír, además de tergiversar la realidad para promocionar a la derecha.
Un odio que nace del fanatismo
Es un odio que nace de un fanatismo y un fundamentalismo que nada tiene que ver con el periodismo, con el servicio a la verdad y al bien común, como afirma el papa Francisco. He observado como los propios tertulianos bajan la cabeza ante esa avalancha de odio y disparates que sale de la boca de quien dirige ese programa; me imagino que, aunque conservadores, no se sentirán identificados con ese periodismo ofensivo y hasta panfletario, y no lo digo en sentido irónico.
Ante todo esto me preguntó si es posible hacer desde TRECE TV un periodismo plural y, si no pueden, hacerlo tenéis la obligación moral de decirlo; eso sí, por lo menos eviten tanto insultos, descalificaciones y odios a toda la izquierda y a todo lo que no sea derecha y ultraderecha. ¿O estamos pidiendo un imposible para una Iglesia cuya seña de identidad es el amor, el respeto, la dignidad humana y la verdad?
Etiquetas