Una conversación con el arzobispo de Mérida-Badajoz en su 75 cumpleaños Celso Morga: "El cambio (de Guadalupe a Extremadura) es lógico y justo, pero no fácil porque son muchos siglos de 'status quo'"

Celso Morga, arzobispo amigo de Mérida- Badajoz
Celso Morga, arzobispo amigo de Mérida- Badajoz

"Los extremeños son acogedores, intrépidos, como lo han demostrado en la historia, bondadosos y solidarios, con tendencia a la paciencia, quizás a la resignación, amantes de su tierra, lo cual no extraña ya que atesora tanta riqueza y belleza..."

"No me preocupa tanto el número como la autenticidad y disponibilidad total al ministerio sacerdotal de quienes han sido llamados"

Siempre consideré que si Portugal no hubiera sido otro país, Extremadura hubiera ocupado, en el conjunto de la Península Ibérica, otro papel distinto. Su situación geográfica, con la independencia del Portugal, quedó periférica, defensiva

"Guadalupe es la patrona de Extremadura. Su situación geográfica es Extremadura… Siempre dije que el cambio es lógico y justo, pero no fácil porque son muchos siglos de 'status quo'"

Con gozo y honradez reconozco que don Celso Morga, arzobispo de Mérida-Badajoz, y al frente de la Provincia Eclesiástica de Extremadura, es de los pocos prelados que en mi ya larga caminada por esos mundos de Dios, con mis libros y artículos periodísticos a cuesta, en jamás de los jamases se relacionó y ejerció como “censor”. Todo lo contrario.

Los años corren “y adelantan que es una barbaridad” y precisamente hoy, día 28 de enero, él cumple los 75 años de edad, fecha canónicamente fijada para la presentación oficial de la renuncia de la sede. Ha accedido a contestarme a este ramillete de preguntas de las que quiero dejar aquí, en RD, refrescante y olorosa –“olor de santidad”- constancia.

Celso Morga
Celso Morga

La entrevista no tiene nada, absolutamente nada, de examen de conciencia, de dolor de corazón y, por tanto, de arrepentimiento. Ni quiere ser ocasión para suscitar añoranzas de los tiempos “semi riojanos”, transcurridos en Extremadura, en cuyas besanas terrícolas también sus productos vitivinícolas están enriquecidos y acreditados con sus respectivas “Denominaciones de Origen”.

La entrevista es eso: una entrevista. Una conversación entre amigos, con referencias a temas de interés común, en este caso no solo eclesiásticos, pero todos ellos relacionados con las tierras -las nuestras- de “más allá de Duero” –“Extrema Dauri”-, tal y como exige la etimología auspiciada por los reconquistadores reyes castellano- leoneses, con lejanos recuerdos para la “Emérita”, ex capital de la Lusitania Romana, del Arzobispo godo Mausona, sede de importantes concilios.

De Don Celso Morga, pocos -muy pocos- clérigos y laicos podrán tener quejas. El de la sencillez, la disponibilidad, la cercanía, la comprensión, la presencia oportuna y afable, es el altar en el que oficia u ministerio al servicio de Dios, teniendo siempre en cuenta el bien del prójimo.

Y de la entrevista- conversación mantenida con don Celso, dejo aquí y ahora constancia, con las preguntas y respuestas exactas, tal y como “mandan los cánones”, en cuya ciencia y adoctrinamiento don Celso es notable y erudito experto.

-Cuales fueron -son- los pilares sobre los que fomentó su pastoral al ser designado arzobispo de Mérida- Badajoz y de la Provincia Eclesiástica de Extremadura

-La primera reacción al recibir la noticia fue la de rezar por la Archidiócesis. Después, intenté no estorbar, dejar que la acción del Espíritu Santo, en toda esta rica Iglesia particular, se desarrollara conforme a su voluntad. Ser lazo de unión, de comunión, de vigilancia, pero dejar que fuera toda la comunidad diocesana a ser protagonista de la evangelización.

He procurado cuidar particularmente a los sacerdotes, a la vida religiosa, en especial a la contemplativa y a las familias, los jóvenes, los niños, enfermos  y ancianos. En fin, el tiempo se ha hecho muy corto y estos ocho años han pasado veloces. Sigo poniendo el pilar fundamental en la oración y el sacrificio por la Archidiócesis de Mérida-Badajoz y por la Provincia eclesiástica. 

-Virtudes más destacables de los extremeños.

-Hay muchas. Se me vienen a la mente, así a botepronto, que los extremeños son acogedores, intrépidos, como lo han demostrado en la historia, bondadosos y solidarios, con tendencia a la paciencia, quizás a la resignación, amantes de su tierra, lo cual no extraña ya que atesora tanta riqueza y belleza...

-Unas palabras de despedida a los sacerdotes.

-He pedido al Señor que me diera corazón de padre y hermano hacia vosotros. Lleváis en vuestra vida un misterio grandioso, que es don inmenso del Padre en Cristo por el Espíritu a toda la Iglesia y a la humanidad. Sed conscientes de ello. Seamos cada vez más conscientes de ello y más fieles, sin desanimarnos al percatarnos de nuestras miserias y fracasos. 

-Otras al laicado (ellos y ellas)

-El bautismo y la confirmación os hacen responsables, en primera persona, de la evangelización. Debemos hacerla en comunión jerárquica con nuestros pastores, pero no sois delegados por ellos para anunciar a Cristo con audacia en todos los ambientes en los que la vida os ha ido poniendo. Ello supone formación seria en la fe de la Iglesia. El Espíritu Santo ha iluminado profundamente en el Concilio Vaticano II a toda la Iglesia sobre este punto. Es la misión que los laicos deben llevar a la práctica.

-A la vista de la incuestionable falta de vocaciones sacerdotales ¿qué futuro tendrán los seminarios diocesanos?

El Señor nos ha pedido en el Evangelio que pidamos al Padre enviar obreros para su mies, porque las vocaciones son don suyo. Los obreros siempre serán pocos con respecto a los campos de mies que hay que cuidar. A las Iglesias particulares corresponde ofrecer seminarios o centros de formación para que esas vocaciones cuajen, sean bien formadas para el servicio del ministerio sacerdotal. Nuestro compito o tarea es suscitar y formar esas vocaciones.

No me preocupa tanto el número como la autenticidad y disponibilidad total al ministerio de quienes han sido llamados. La tentación que hoy puede acecharnos es buscar soluciones fuera de lo que es la tradición viva de la Iglesia y la comunión con la Iglesia universal. Esas soluciones en la historia se han demostrado a la larga ineficaces y han roto la comunión eclesial que es el bien a preservar siempre, aunque la situación del momento pueda parecer irreversible.  

-¿A qué cree que se debe el hecho de que Extremadura ocupe el último puesto en el listado de las 17 Comunidades Autónomas de España en relación con los índices del “progreso”?

-No lo sé. Siempre consideré que si Portugal no hubiera sido otro país, Extremadura hubiera ocupado, en el conjunto de la Península Ibérica, otro papel distinto. Su situación geográfica, con la independencia del Portugal, quedó periférica, defensiva. Eso no le ha favorecido en la historia, sobre todo en la historia reciente, para su desarrollo. Pero bueno, es una opinión. Por otra parte, las distancias económicas entre las Autonomías tampoco son tan fuertes, al menos yo no las noto en la vida diaria. 

-Recuérdenos algunos hechos de relevancia religiosa registrados durante su pontificado.

-Tomé la decisión de trasladar el Seminario mayor a Salamanca para asegurar una mejor formación a nuestros seminaristas. Actualmente tenemos allí cinco seminaristas y otros dos haciendo el curso de pastoral en dos parroquias de la Archidiócesis. Fue una decisión difícil para mi porque lo ideal es tener el propio Seminario en la Diócesis, pero estoy esperanzado porque se ha acrecentado un poco el número de seminaristas mayores y hemos mantenido en Badajoz el semanario menor con siete seminaristas y otros cuatro en el Seminario en familia. Rezo al Señor continuamente por esto.

Aradillas, Vara y Morga

Durante este periodo también, hemos celebrado aniversarios importantes como los veinticinco años del Sínodo Pacense o la apertura del Museo catedralicio. Al inicio, tuvimos una Asamblea sacerdotal para conocer el parecer de todos los sacerdotes.

Me vienen a la mente también las JDJ (Jornadas Diocesanas de Jóvenes), las visitas pastorales a los arciprestazgos donde aprendí tanto y he gozado como Obispo con tantos sacerdotes, religiosos y religiosas, laicas y laicos que trabajan por el Evangelio. Me gustaría tanto poder inaugurar la reforma que se está haciendo de la Residencia sacerdotal. En fin...

-¿Ha de dejar la sede pacense con el desasosiego de no haber logrado que Guadalupe, su Virgen y su santuario –“Patrimonio de la Humanidad”- siga avecindada en la archidiócesis de Toledo?

-Llegará el momento. Tendrá que madurar más. Siempre dije que el cambio es lógico y justo, pero no fácil porque son muchos siglos de "status quo". Es la patrona de Extremadura, su situación geográfica es Extremadura, la Junta de Gobierno ha invertido mucho dinero en su rehabilitación durante estos años de autonomía. Es lógico y justo que también, a nivel eclesiástico, dependa de la Diócesis de Plasencia y de la Propicia eclesiástica de Mérida-Badajoz.

-¿Nos desvela cuál será su futuro, como arzobispo “emérito”?

-Seguir con el ministerio episcopal, apoyando y ayudando allí donde me requieran y muy unido a la Archidiócesis de Mérida- Badajoz, a la que ya estoy incardinado.   

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