"Nuestra fe y nuestra religión no puede basarse en dogmas o creencias, por muy santas que parezcan" ¡Fraude, fraude electoral!
"Me comentaba -impactado, impresionado- un compañero esta semana pasada: una señora, coordinadora de base en uno de nuestros barrios, juraba y perjuraba que Pedro Castillo y Perú Libre habían cometido un descarado fraude electoral contra Keiko Fujimori en las elecciones del 2021"
| José Mª Rojo García
Me comentaba -impactado, impresionado- un compañero esta semana pasada: una señora, coordinadora de base en uno de nuestros barrios, juraba y perjuraba que Pedro Castillo y Perú Libre habían cometido un descarado fraude electoral contra Keiko Fujimori en las elecciones del 2021. El dato impactante era la convicción, hoy, de la señora. Así se lo habían contado, así lo habían afirmado y así lo había escuchado ella de altos mandos de Fuerza Popular, fieles a la voz de su ama, la señora Keiko Fujimori. Ahora seguía siendo para nuestra señora, Palabra de Dios.
Mira que se dijo por todos los medios que era imposible el fraude reclamado: significaba declarar ciegos, zonzos y estúpidos a todos los miembros de mesa, a todos los personeros de los partidos, a los observadores internacionales, a todo el mundo menos a “la señora K” y a los partidos que la apoyaban en esa segunda vuelta. ¡Nadie vio el fraude ese día! Pero la señora de nuestros barrios y mucha gente sencilla a la que se lo contaron, lo seguirán creyendo y repitiendo como un dogma de fe.
¿A qué viene ahora eso? ¿A que defiendo, por encima de todo a Pedro Castillo? ¿A que estoy reclamando su reposición como presidente? ¡No! Simplemente, a que acabo de leer un articulito de Rodolfo Sánchez-Aizcorbe en la pg 12 del semanario Hildebrant en sus Trece del 28-4-23 titulado “Fraude de Fox”. En el relata cómo la empresa Fox News, en EE UU, se allanó recientemente a pagar “sólo” 787.5 millones de dólares por haber propalado la mentira de un fraude electoral contra Donald Trump en las elecciones presidenciales del 2020 en USA (y solo eso para no llegar a la sentencia del juicio pues la condenarían a pagar mucho más). Concluye el artículo: “… Si los intereses monetarios así lo demandan, no representa inconveniente alguno poner en riesgo la democracia y la legitimidad del sistema institucional ante sus ciudadanos. Todo se sacrifica al becerro de oro. Algo que no deja de ser llamativo en una cadena de noticias ligada a posiciones ultraconservadoras religiosas”. Eso en EE UU, “el baluarte de la actual democracia en el mundo”.
Si eso ocurrió en EE UU ¿nos extraña que ocurriera en Perú y que miles y hasta millones, entre la gente sencilla sigan repitiendo, como papagayos, lo que ni la señora K ni muchos de los que la apoyaron en aquella elección se creyeron? Peor aún, el autor de la nota registra el dato de que la cadena Fox News está ligada a posiciones ultraconservadoras religiosas en EE UU (¡no importa si católicas o protestantes, pues el objetivo final no es religioso!). Lo sabemos bien, en nuestro Perú, muchos propalaron y muchos creyeron que la votación por Keiko era la “única opción católica válida”. Más lo habían creído en la primera vuelta votando por Rafael López-Aliga, aliado de Keiko y actual alcalde de Lima. Este sí, auto declarado católico, apostólico y romano a pesar de aceptar públicamente que debe en impuestos no pagados más de 35 millones a la SUNAT (¿”robo católico” al pueblo peruano?) (1).
Es importante que lo asumamos de una vez: nuestra fe y nuestra religión no puede basarse en dogmas o creencias, por muy santas que parezcan. Tienen que basarse en hechos. Y, para los cristianos, afortunadamente, el Señor Jesús nos lo dejó meridianamente claro. Sólo “la ley del amor” garantiza nuestro correcto actuar: “lo que hagan a uno de mis hermanos menores a mí me lo hacen” (Mt 25,40) o, si lo prefieren, siguiendo el ejemplo del Buen Samaritano: “Vete y haz tu lo mismo” (Lc 10, 37). Así concluye Jesús la parábola en el relato de Lucas, dirigiéndose a quien le preguntó “¿quién es mi prójimo?”. Ni la religión, ni las prácticas piadosas, ni el cumplimiento de normas de culto son garantías del seguimiento de Jesús. Menos de la llamada “salvación eterna”. No hay pues, ninguna que pueda llamarse “única opción católica” en política. Y en cada caso, tendremos que analizar, en la práctica, cuál de las opciones estará más cerca a la práctica de Jesús.
También he leído, en el mismo número de Hildebrandt en sus Trece una entrevista a quien fuera Ministro del Interior de Kuzcynski, Carlos Basombrío. Y me han impresionado muchas de sus valientes respuestas. Sin duda que será descalificado con el apelativo de caviar por la mayoría de los que hoy nos gobiernan (desde el Ejecutivo o desde el Congreso). Y es que es sumamente fácil endosarle a uno el calificativo de caviar cuando habla claro y se opone a las componendas que vemos a diario. Así, tan fácilmente, se desoyen todas las críticas que vengan de posiciones abiertas. Basta llamarle a uno caviar y todo resuelto: sus críticas resbalan.
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