"Recordamos en este sentido que los países más ricos tienen una 'deuda ecológica'" Laudato Si Navarra: "Pedimos responsabilidad ante la próxima COP28 de Dubai"

Allá por el año 2015 -parece que ha pasado un siglo desde entonces- la publicación de la encíclica Laudato Si por el Papa Francisco supuso una llamada de atención sobre la delicada situación de nuestra Casa Común, el planeta Tierra. Y hablaba también de las causas profundas de esta situación, “el paradigma tecnocrático”, la importancia de la educación y la acción política y cultural para revertir esta situación, o la llamada a la conversión ecológica como respuesta en clave creyente de quienes se saben seguidores de Jesús de Nazaret.

Ocho años después, octubre de 2023, llega otro nuevo documento papal, “Laudate Deum”, para alertar sobre la gravedad de la situación del cambio climático derivada de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero a la atmósfera, y convocar a una reacción acorde con los retos planteados.

La fecha de esta exhortación papal viene marcada por la próxima celebración en Dubai de la COP28, Conferencia de la Partes, máximo organismo de decisión de los Estados incluidos en el Convenio Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Río, 1992). El diagnóstico es bien negativo: “los acuerdos (de las 27 COP anteriores) han tenido un bajo nivel de implementación porque no se establecieron adecuados mecanismos de control, de revisión periódica y de sanción de los incumplimientos” (LD, 52).

Y ahora en Dubai el reto es claro: “no podemos dejar de soñar que esta COP28 dé lugar a una marcada aceleración de la transición energética, con compromisos efectivos y susceptibles de un monitoreo permanente… que muestre que lo que se ha hecho desde 1992 iba en serio y valió la pena, o será una gran decepción…” (LD 54).

Los abajo firmantes, miembros de Laudato Si Navarra, no podemos cambiar el rumbo de la comunidad internacional respecto al cambio climático, pero sí solicitamos al Gobierno de España que asuma y plantee en la próxima COP de Dubai los puntos que a continuación detallamos, muchos de ellos recogidos en la ya citada “Laudate Deum”. Nos hacemos así eco de las reclamaciones de numerosas organizaciones ecologistas, sociales o de activismo ambiental; y de instituciones como Cáritas Internacional o la Plataforma Mundial de Acción Laudato Si, dependiente de la Santa Sede.

Pedimos al Gobierno de España que apoye la puesta en marcha del Inventario Mundial (GST en sus siglas en inglés), como mecanismo de evaluación del Acuerdo de París eficiente, obligatorio y de fácil monitorización. (LD, 59).

Le pedimos dar un salto en la eliminación progresiva de todos los combustibles fósiles (imprescindible para alcanzar el objetivo de 1,5º), a través del aumento de sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional y de compromisos vinculantes de reducción rápida, justa y equitativa de todos los combustibles fósiles. En esta línea de “producir cambios sustanciales” es necesario triplicar la capacidad mundial de energías renovables para 2030. España debe comprometerse para que la transición sea justa.

Y llamamos a huir de las falsas soluciones, como la captura y almacenamiento de carbono (CAC) para distraer la atención de la eliminación progresiva de los combustibles fósiles.

Ante el actual incumplimiento de la financiación climática, el Gobierno de España debería apoyar el cumplimiento efectivo de estos 100.000 millones de dólares de aportación anual por parte de los países desarrollados y, en consecuencia, la eliminación progresiva de las subvenciones directas o indirectas a los combustibles fósiles. 

Recordamos en este sentido que los países más ricos tienen una “deuda ecológica” (Laudato Si, 51), que deben pagar con financiación pública, en vez de financiar las energías limpias en forma de deudas o préstamos al sector privado. El Nuevo Objetivo Cuantificado Colectivo sobre financiación climática debería ser suficiente para hacer frente a la totalidad de los costes para que los países desempeñen su papel en la consecución del Acuerdo de París.

El gobierno español debe impulsar la puesta en marcha de la nueva financiación para hacer frente a las pérdidas y daños, que sea pública, nueva, adicional y predecible. El fondo para Pérdidas y Daños debe ser de fácil acceso, garantizando que las comunidades necesitadas de todo el Sur Global obtengan el dinero que necesitan para recuperarse y ser dueñas de su propio futuro.

Igualmente, llamamos al Gobierno de España a impulsar avances sustanciales en el diseño del marco y directrices del Objetivo Global de Adaptación (GGA), para reforzar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad al cambio climático. Creemos que las Partes (Estados implicados) deberían ampliar sus compromisos y duplicar colectivamente la financiación de la adaptación para 2025, sobre la base de los niveles de 2019, con el objetivo de lograr un equilibrio entre la financiación de la mitigación y la de la adaptación. 

Convencidos del papel imprescindible de la participación de la sociedad civil, especialmente de los jóvenes activistas, para una acción por el clima eficaz, instamos al Gobierno a que apoye esta participación abierta y transparente de la sociedad civil sin temor a repercusiones.

Por el bien de nuestra casa común, como personas de fe cimentadas en la convicción de que la Creación es un don sagrado de Dios, desde el amor, y urgidos por este drama que nos daña a todos y el compromiso con la justicia, queremos recordar que: “Se nos pide nada más que algo de responsabilidad ante la herencia que dejaremos tras nuestro paso por este mundo ” (Laudate Deum, 18).

Carta firmada por:

Juan Carlos Berasategui Martínez, Inmaculada Martínez Riazuelo, Paulino Figueras Famadas, Pedro José Jiménez Sarasa, Javier Mencos Arraiza y Alberto Lizarraga Senar   (Miembros de Laudato Si Navarra), miembros de Laudato Si Navarra.